Richard Castle, hombre de unos treinta años, viudo y con una hija de cuatro años, vive en Nueva York. Su mujer se suicidó por culpa de la depresión postparto; trabaja como redactor en el New York Times.
Katherine Beckett, mujer joven, madre soltera...
Ninguno de los dos abre la boca, se limitan a tomar el amargo café de la comisaría, Rick odia el sabor pero que no quiere ser maleducado ya que ha sido él el que ha insistido en tomarlo.
- ¿Y bien? ¿Sólo vamos a beber este brebaje insípido? ¿O has venido para decirme algo?- pregunta Kate sabiendo que no tiene mucho tiempo para estos breves descansos.
- Quería entregarte una cosa que Sophie hizo para ti el otro día, ella ansiaba dártelo personalmente pero ahora tiene ojos para su abuela y nadie más aunque a veces te nombra.- Beckett recibe un sobre el cual contiene un dibujo lleno de color y en el que salen varias personas.
- ¡Qué bonito! ¿Puedes decirme quiénes son esas personas? Estoy un poco perdida y eso que estudié algo de arte en el instituto.- Rick coge el papel y va nombrando a las personas en el mismo orden que lo hizo su hija.
- Vaya, ¿cómo es posible que piense en esas cosas sin apenas conocernos? Aunque no la culpo, una niña de su edad y que no conociese a su madre...Luca también pasó por esa etapa, cada vez que me veía con algún hombre le preguntaba si sería su papá.
- No he venido con ninguna otra intención, a Sophie le hacía mucha ilusión que lo tuvieses y no me ha quedado otra que venir aquí.
- No tenías que haberte molestado, podrías haberme llamado.- Castle acorta las distancias y Kate traga saliva, ¿qué piensa decirle?- Entre tú y yo capitana, sentía mucha curiosidad por ver una comisaría, nunca he tenido oportunidad.
- ¿Quieres decir que no estás fichado?
- Bueno, no he dichoexactamente eso, pero si he entrado a una sala de interrogatorios no me fijabaen lo que me rodeaba. Fui un adolescente un poco rebelde, no te voy a engañar.-Beckett se siente realmente cómoda con ese hombre, ¿por qué nunca se dignó ahablar con él? ¡Ah claro, no confía en nadie que no sea de su círculo de amigoso familia!
- Creo que es hora de que me marche, tendrás trabajo que hacer y yo una hija que cuidar, miedo me da dejarla con mi madre tanto tiempo; siempre consigue ponerla en mi contra.
Ambos se levantan y sale de la sala de descanso, una chica de tez morena se choca con Rick sin darse cuenta, iba mirando unos papeles.- ¡Kate, venía a verte!- entonces Lanie se percata de la presencia de ese hombre.
- Espera, no me lo digas, eres Richard Castle, ¿me equivoco?- Rick se sorprende y su expresión divierte a la chica que le entrega los papeles a Kate.- es la autopsia que me pediste, altos niveles de un tipo de veneno que todavía no he identificado.
- Gracias Lanie, has sido rápida.
- No quiero tener trabajo para el fin de semana.- Lanie vuelve a mirar a Rick.- ¿piensas quedarte con esa cara todo el día? Soy forense, no adivina. Kate me ha hablado de ti así que ya puedes cerrar la boca.
- Lo siento, ¿trabajas en la morgue? ¿Podrías enseñármela un día?- las mujeres se miran y ambas encogen los hombros.- No soy un lunático pero siempre he querido ver una sala de autopsias, desde pequeño.
- Qué raro eres pero vale, si Beckett te lo permite te lo enseñaré encantada pero hoy es imposible, tengo una cita y por una vez no es con un cadáver desnudo esperándome en la camilla.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
