Capítulo 3: Recuerdo.

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Hace unos pocos minutos, mis padres tomaron un vuelo a no se donde, lo cual significa que no volverán hasta un mes, o eso me dijeron.

   Alma se irá exactamente a las diez de la mañana y, exactamente son las nueve, la niñera vendrá al mediodía, lo cual me dejaba tres horas en las que podía hacer lo que quería, cuando les pregunté a mis padres quien seria me contestaron «Deja de hacer preguntas y baja a desayunar», lo más extraño fue que no había hecho ninguna pregunta anteriormente, lo que me hace deducir que no quisieron decírmelo por razones que desconozco.

   ―Hola ―saludé a Alma al llegar a la cocina―. ¿Y Lupe?

   ―Se fue al super, faltaban algunas cosas ―contesto Alma, mientras partía una galleta y se la llevaba a la boca.

   Me acerqué a ella y me senté en frente, me serví café y algunas galletas que se encontraban en el plato.

   Por unos momentos ninguno hablo, no teníamos un tema por el cual cruzar palabra.

   ―¿Cuánto tiempo te irás? ―pregunté por preguntar.

   ―Un mes ―contestó―. Nat...

   ―No me llames así ―la interrunpi.

   Rodó los ojos.

   ―Nathan, comportate por favor ―dijo, acomodo un mechón suelto detrás de su oreja―. No porque Natalia sea la nueva niñera significa...

   ―¿De que Natalia hablas? ―pregunté, solo conocía a una y no me traía buenos recuerdos.

   ―Natalia ―repitió―, la niña culpable de que siempre llegarás a casa mojado o sucio.

   ―Alma, Stone se fue a España hace años.

   ―Su familia volvió este verano ―comentó―. La señora Stone le mencionó a mamá que Natalia buscaba trabajo y, como ella necesitaba que alguien cuidará a Delfina, la contrato.

   Mi madre debe estar loca, de los siete millones de humanos en el mundo eligió ni más ni menos a mi enemiga de la infancia.

   Parecía una mal chiste, era un mal chiste.

   Cuando éramos niños, prácticamente los castigos eran cotidianos, tanto en casa como en el colegio, cada día y medio teníamos alguna advertencia o suspensiones.

   Sino fuera porque Stone se fue a mitad del semestre, nos habrían expulsado a ambos.

   Los profesores no nos juntaban porque sabían que tendríamos problemas todos, día por medio uno de los dos le jugaba una broma al otro, a veces ganábamos y a veces perdíamos, era divertido, me daba un motivo por el cual ir.

   Un día el motivo se esfumó.

   Ella se mudó y yo me quedé acá, sin el motivo por el cual el colegio era divertido el "Gramhands College High Profile".

   Hace años no recordaba los días en la que me la pasaba diseñando bromas y tácticas para Natalia, mentiría si dijera que no las extrañaba, también lo haría si dijera no que hizo mi infancia más memorable.

   Recuerdo el último día en que la vi como si fuera ayer.

Flashback.

Seis años atrás.

―¿Te enteraste? ―preguntó Alexander al otro lado de la línea.

―¿Qué cosa? ―pregunté.

―Tu querida novia se va a vivir a España.

―¿Podrías decir quien es mi novia? ―pregunté, pase una mano por mi cabello para que no caiga en mi ojo―. Porque no sabía que tenia una.

Enemigo a la vista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora