Me miró y sonrió.
―La verdad creí que no podrías, Jones ―comentó Natalia.
―Créeme, yo tampoco ―le devolví la sonrisa―. Me costó horrores encontrar la respuesta.
Me acerqué a ella mientras hablaba, cuando llegué a estar solo a un paso de ella estire mis brazos y tomé su cintura trayendola hacia mi y ella entrelazo sus dedos en mi nuca.
―No era tan difícil, es solo que tu eres malísimo para las adivinanzas ―contestó.
―Para vos no era difícil porque vos desde un comienzo sabías la respuesta, chistosa ―contesté de malhumor lanzando un bufido, miré una fotografía de la pared para no verla.
―Mirame, Nathan ―dijo, dos segundos después―. Nathan ―la ignore, ahora fue ella la que lanzó un bufido―. Sos un enojon ―se quejó, como yo no le contesté agarro mi cara con su mano estrujandome los cachetes, la miré molesto y me dedico una pequeña sonrisa, se estiró ―suguro haciendo puntitas de pie― y me plantó un beso en la boca.
Le seguí el beso, comencé a bajar mis manos, ella sonrió.
―Eso no se hace, Jones ―me reprendió con una sonrisa juguetona.
Reí.
―¿Quién lo dice? ―la desafío.
―Yo, yo lo digo ―contestó al mismo tiempo en que pega un pequeño salto y enrollaba sus piernas en mis caderas, la sostengo por el trasero.
―Saca las manos de ahí, Jones o verás ―advirtió pero una pequeña sonrisa la delata.
―No ―negué con la cabeza―. Ahora sos mía.
―Ajá, sueña ―contestó rodando los ojos.
―Si sueño, adivina que estoy soñando ahora.
―Tengo una idea, pero lamentó decirte que no cumpliras tu sueño en esta habitación porque hasta las paredes estan ocupadas ―contestó.
Una sonrisa aparece por sus labios, y muerde mi labio inferior para luego besarme.
Es como si nuestros labios encajaran perfectamente, como nuestro collar.
Y hablando de collares...
Termino el beso y la miró.
―¿Qué pasó con tu parte del collar?
Ella se lleva una mano a su cuello como si buscará algo pero no encuentra nada, supongo que es el collar.―Esta en mi habitación ―contestó― ¿Me acompañas a buscarlo?
La bajé y instintivamente agarré su mano y entrelace mis dedos con los suyos, veo por el rabillo del ojo que Natalia mira nuestras manos con una tierna sonrisa.
Nos dirijimos hacia la habitación entre besos y juegos.
Cuando llegamos ella suelta mi mano, y rápidamente siento como si me faltará algo, camina hasta la mesita de luz y habré un cofre que tiene sobre esta, yo solo me limitó a no hablar y sentarme en su cama a esperar.
Saca el collar y se acerca a mi sentándose enfrente mio. Lo alza a la altura de mis ojos, lo tomé y me acerqué para ponérselo, cuando terminé besé su cuello para luego alejarme de ella.
Su vista baja hacia mi mano, que se encontraba apoyada en mi muslo, se estiró y la tomó entrelazando nuestras manos, tiró suavemente de ella acercandome más a ella.
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Enemigo a la vista.
Conto[TERMINADA]. Sus caminos se vuelven a cruzar después de tantos años. Y ellos se odian desde niños. Tendrán que convivir juntos. ¿El odio entre ellos crecerá o dejará paso a otra emosion? ¿Se volverán a declarar la guerra o convivirán en paz? *** No...