Arruge la nariz y abri los ojos, al instante se cerraron debido a que no estaban acostumbrados a la luz de afuera.
Me levante de la cama como si lo hubiera hecho un muerto y cerré las cortinas, camine hacia mi cama y cuando mi cuerpo tocó la cama el despertador comenzó a sonar.
―Chupame esta, despertador ―le dije, aunque sabía que no me contestaria.―No creo que conteste ―comentó alguien, levanté la vista y estaba apoyada en el marco de la puerta.
―Ya lo se. ¿Qué quieres?
―Me enamora tu encanto por las mañanas ―contestó con sarcasmo―. Lupe dijo que venga a despertarte porque sabe que no eres capaz de levantarte por ti solo.
―Ya, estoy levantado ―dije extendiendo los brazos para que lo note―. Ya puedes retirarte, niñera.
―Pudrete, Nathan ―dio media vuelta y cerró de un portazo.
Abrí el ropero y agarre lo primero que vi, un jeans, una sudadera con el logo de Los Rollings Shones y mis converse negras.
Fui al baño e intenté puntería en el retrete (falle), y cepillando mis dientes pinte mis labios con pasta dental.
Salí del baño tarareando I't my life de Bon Jovi. Cuando entre al comedor "familiar" (como lo llaman los empleados y que tiene menos de familiar que Harry Potter de familia), me senté junto a la única persona que no se había ido de viaje: Delfina.
Unos segundos después apareció Lupe con un plato de fruta, siempre pregunté porque desayunabamos fruta en ves de tomar un té con galletas.
Empecé a comer cuando Delfina ya había terminado, de un saltó bajo de la silla.
―¿No vendrá Natalia por ti?
―¿Desde cuando te importa lo que hago Nathan? ―habló una tercera voz, voltie mi cabeza y vi a Natalia apoyada en el marco de la puerta, su voz fue fría y su cara era seria, estaba cruzada de brazos, lo cuál hacia que sus pechos se levanten un poco, llevaba puesto un jeans negro roto desde sus muslos hasta sus rodillas, un crop-top negro con el logo de Los Rollings Stones que dejaba mostrar su plano vientre y un arito un su ombligo, unas vans negras y una campera negra y su cabello estaba recogido en un moño flojo.
Desde chica ella se vistió con colores oscuros y sin vida. Nunca pude saber porque. En lo que estaba seguro era que estaba realmente hermosa vestida toda de negro.
Había llegado a dos conclusiones. La primera es que desde niño y hasta ahora me gusto Natalia. La segunda es que nunca se lo diría.
Ella me odiaba, y aún que suene un poco raro con eso me conformaba.
Sabía que ella no me quería como yo lo hacía y no tenía problema con ello aunque si alguien conocía mi sentimientos diría que estaba loco por mis pensamientos.
―¿Desde cuándo tienes tan buen gusto? ―señalé su remera.
―Siempre los tuve a diferencia tuya, poser―alzó una ceja―. Vamos, Delfina.
Mientras se alejaban, el celular tintineo, avisando la llegada de un mensaje.
Era un WhatsApp de Alexander, mi único mejor amigo. Toque su mensaje y instantáneamente se puso en la conversación de él y yo.
Alex: Donde andas?
Yo: En mi casa, qué voy a hacer a las 8 de la mañana?
Alex: Tarado, qué te parece si te doy tu revancha en el metegol?
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Enemigo a la vista.
Storie brevi[TERMINADA]. Sus caminos se vuelven a cruzar después de tantos años. Y ellos se odian desde niños. Tendrán que convivir juntos. ¿El odio entre ellos crecerá o dejará paso a otra emosion? ¿Se volverán a declarar la guerra o convivirán en paz? *** No...