Control [Jeff The Killer & Tu]

-18- Recuerdos.

Tn.

Abro los ojos pero ya no me encuentro en la creepyhome, estoy en alguna habitación que se me hace familiar, en una esquina arrinconada, empiezo a caminar por la misma, tardo un poco en darme cuenta que era la habitación que me pertenecía de niña, veo mi espejo de cuerpo completo pero en el no me reflejo así que me sorprendo bastante hasta me asusto por unos segundos.

Escucho la puerta abrirse y veo a una niña con pijama entrar, intento esconderme pero no consigo moverme, ella me atraviesa como si no existiese, me confundo a más no poder pero no tengo mucho tiempo para penar cuando aparece mi madre llorando, ella abraza a la niña poniéndose a su altura.

- Tn... -susurra mientras se limpia las lagrimas.

Es cuando entiendo que a niña pequeña soy yo, esto es un recuerdo de un día que jamás podre olvidar.

- Mami, ¿por qué lloras? -dice la pequeña asustada.

. ¡Por tu culpa! -la pequeña yo retrocede asustada.

- ¿Porqué dices eso, mamá?

- Tu padre ha muerto -es cuando la pequeña yo se asusta de verdad, para esa edad no entendía muy bien termino pero se que era algo malo-. Por tu culpa, él se mato por que eres una niña mala -yo lloré mientras negaba con la cabeza.

- No es verdad -dice llorando más fuerte.

- Es la verdad, él no te quiere, porque eres malcriada y fea, papá no volverá por tu culpa -se levanta del suelo mientra la pequeña se destroza llorando-. Nunca te quiso de todos modos.

- ¡Cállate! -grito aún que sé que no va a escucharme porque es un recuerdo, un desgarrador recuerdo.

- Mami, no digas eso -su voz quebrada no hace cambiar el gesto frío de mi madre y se va de la habitación tirando con fuerza la puerta, causando que caiga una foto que tenía en la pared de mi padre y yo.

Fue la última foto que me tome con él y para ese momento ya habían pasado tres meses desde que había recibido el retrato por correo.

- Perdón -dice mientras quita lo cristales del retrato y saca la foto para abrazarla-. Perdóname papá, por favor, seré buena, pero no me dejes, por favor, te quiero, perdóname, perdóname.

- No le creas, no le creas, escúchame  -digo como si me fuera a escuchar pero no lo hará, porque nadie estaba a su lado en ese momento, porque en ese momento yo estaba sola, estuve sola.

Pasan los días y día tras día se disculpa con lagrimas en los ojos llorando sin parar, puedo recordar que ni siquiera me cuestione las palabras de mi madre a pesar de que papá jamás hubiera pensado esas atrocidades de mi, pero yo solo era una niña sola y herida, sintiéndose culpable hasta lo más profundo de su pequeño y lastimado corazón.

El dolor se volvió miedo en un momento donde empece a creer que yo no había hecho nada malo si no que yo simplemente era mala y que por existir papá me odiaba, trate muchas veces en esos días de hablar con la yo del pasado, pero no era algo que no funcionaba para nada. 

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Después de unos días la escena cambia y estoy en un cementerio, para ser más clara ahora estoy en el entierro de mi padre, miro como mi madre llora a mares y supongo que finje, pero decido concentrarme en los demás como hace la pequeña.