El calor que regaló el sol esa mañana era sólo un poco más fuerte que el del día anterior. Levantarse y ver por la ventana aquel amanecer rosado le hacía creer que el amor lo alcanzaría, que por fin le tocaría y derretiría el corazón de hielo en el que se veía sumergido.
El cielo permanecía despejado sin ninguna nube blanca en ese azul celeste. Una brisa fresca rebosaba con delicadeza cada cierto tiempo y movia la copa de los árboles más altos. Eran de aquellas brisas que te levantaban el rostro para sentirte con un poco más de fuerza, de aquellas que creaban un suspiro al cerrar los ojos haciéndote creer que todo estaría bien.
Sin embargo, siendo un día tan bello, Kuroko se preguntaba "¿Por qué he de verlo en blanco y negro?"
-No me digas...otra vez ¿No es así?, no lo entiendo...¿Por qué?
Lamentablemente, él se había hecho la misma pregunta en más de una ocasión.
-Te golpeó de nuevo, es bastante evidente...--Kise habló con tristeza en el tono de su voz, se escuchaba cansado y decepcionado, algo que siempre pasaba cuando tocaban el tema.
-Para ser más exactos...sólo me aventó algo.
Kise suspiró pesadamente mientras llevaba la mirada a la comida que habían pedido ellos dos hace más de una hora, estaba fría, ambas lo estaban, tal parecía que ninguno de ellos tenía apetito. Pero ¿Quién podía comer después de esto? A Kise siempre se le iban los ánimos después de escuchar el nuevo día de su querido compañero, y de igual manera, aunque fuese un año, no dejaba de preguntarse cómo era que su "pasado ejemplo a seguir" sería esto hoy en día.
"no lo entiendo."
-No lo entiendo, su relación...¿Te duele mucho?
-Sólo fue una pelea...No, ya no duele...Kise-kun.
- Sólo fue una, sí, de nuevo...Kurokocchi...
Kuroko sonrío ligeramente, con la simple intensión de que el contrario hiciera lo mismo, y eso paso, Kise contestó con una sonrisa, una igual de ligera pero igual de pesada por dentro, era casi como si fuese un reflejo, uno para que Kuroko por lo menos sonriera de verdad. Kise llevó sus manos a los cabellos del más pequeño y el cuidado de no tocar las vendas o lastimarlo, lo despeinó.
-¿Por qué lo hizo? Por lo menos puedes decirme eso.-Dijo Kise.
-Sólo fue una pelea.-Repitió Kuroko-Sólo lo hice enojar.-Ahora para Kuroko decir a detalle lo que le pasaba con Aomine era algo más que pesado, más que difícil, porque cada que se escuchaba él mismo hablar sobre eso, un dolor en el pecho le estrujaba el corazón, con esas odiosas ganas de llorar, y ese pequeño rencor que crecía como hiedra en su interior, cada que se preguntaba "¿Cómo puedo arreglar esto?" La respuesta implicaba algo de lo cual él jamás sería capaz.
-Bien, pues necesitas defenderte, ¿no lo crees? Sé que no es el mejor consejo, pero la única salida sería golpearlo también.
Kuroko rió pesadamente, pues el consejo le había parecido lo peor que él podría hacer.
-Jamás he sido de las personas que responden a golpes, no sé pelear a decir verdad, y la diferencia de corporal, fuerza y adiestramiento es increíblemente grande, Kise-kun. Yo creo que si hago eso, los golpes se multiplicarán.
Kise se quedó en silencio unos momentos, ahora que lo pensaba había dado la peor idea del mundo. Si por él fuera iría a casa de aquel moreno y le rompería la boca una y otra vez. ¿Cómo era capaz de lastimar a tan blanda persona? Pero claro que se mordía la lengua y apretaba los puños para controlarse. Porque si no fuese por ello, era obvio que no dejaría ni que Kuroko y él se vieran de vez en cuando.
ESTÁS LEYENDO
Como un pájaro.
FanfictionKuroko lleva un año viviendo como pareja de Aomine, sin embargo, como en cualquier relación las cosas no siempre son tan coloridas. Su mejor amigo, Kise, desesperadamente trata de ayudar a su incomprendido amigo Kuroko, trata de hacerlo entender el...