¿Y eso?

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— No pongas esa cara, ¿te sientes incomodo porque no me conoces? Anda, pregunta y te responderé.— Habló Kagami mientras tomaba el volante en manos y seguía la misma trayectoria por los últimos diez minutos. Él mismo no podía creer lo que estaba haciendo, y como era que lo seguía haciendo. Todo era por Kise, ese sujeto debía darle algo a cambio después de aceptar esto. 

—Lo siento, pero no sabría que preguntarte.— Y Kuroko no podía creer que había dado el "si" a la salida. ¡estaba saliendo con un extraño ahora mismo! ¿Se había vuelto loco? Si no lo mataban, él mismo lo iba a hacer. ¿Qué paso con la regla "no salgas con extraños"? era su ley misma. Suspiró después de eso. Ya había dado su respuesta y no podía dar marcha atrás, sabía que Kise había planeado todo esto pero ¿Con qué propósito? Si era despejarse bien pudieron salir juntos. Sin embargo, aquel pelirrojo le caía entre bien y mal, su comportamiento era inadecuado a veces y era un poco impulsivo, pero cuando él quería podía ser realmente amable. Como la forma de presentarse nuevamente, esa fue la razón de su sí.

—¿Quieres que te pregunte yo entonces? No creo que te guste hablar de tu vida en estos momentos.—Contestó con una sonrisa mostrando los dientes y frunciendo el ceño.

—Esta bien, preguntaré yo.—Kuroko dijo algo molesto, pues aparte de ser verdad, bien entendía que el otro sabía el porque. Eso el daba cierta vergüenza de si mismo. Se sentía más débil de lo que antes creía.

Kagami rió tras su rápida respuesta.

— ¿Quien eres?

— Soy Kagami Taiga, el numero uno de japón.

— Si claro, que modestia. 

— No lo digo yo, sólo recito a alguien más. 

— ¿A quién?¿Tu mamá?

— Haha, gracioso, y no. en realidad, no lo sé, me lo dice en sueños siempre, pero no puede ser simple casualidad. 

— Eres raro. 

— No más que tú. 

— ¿Qué es lo que más te gusta comer o tomar?

— La hamburguesa de queso. ¿ qué tal tú?

— Malteada de vainilla.

—¿Has estado siempre en Japón?

— No, un tiempo viví en Estados Unidos.

—¿Por qué me invitaste?

—Esas preguntas no son para conocerme.

— Debo saber porque.

— Pues... — "No es porque yo así lo quiera" Quiso responder — prácticamente no te invité.

Kuroko soltó una corta risa sin gracia y se llevó la mano al a boca.— Es verdad, a esto casi pudo llamarse secuestro.

—Lo tenía contemplado, Kise dijo "Haz todo lo posible porque salga, y si no lo hace no dejes de entre a su casa" Así que estuvo bien que aceptadas al final.

—¿Por qué quiere Kise-kun eso?

—¿De verdad lo preguntas? tonto, es evidente.—Kagami contestó posando el dedo con cuidado sobre la frente de Kuroko—Este día eso no existe, ¿de acuerdo? 

Kuroko bajó la mirada algo apenado y un tanto triste, no le gustaba este día, le hacía sentir débil, idiota, con poco valor, y es que finalmente así era. Se daba cuenta de las buenas intenciones de su amigo Kise, pero seguía sin saber porque había enviado a esta persona en particular. "Kise sabe lo que hace" Dijo al final, quería pensar que era cierto, pero...él no pidió esta clase de ayuda.

Como un pájaro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora