¿Cuánto tiempo?

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Kagami seguía a la cabellera rosa de la oficial rumbo a las oficinas, algunos policías lo miraban con curiosidad, y a este paso, dudaba que no estuvieran enterados de que según ambos estaban en una relación. Y aunque Kagami buscó con la mirada al moreno, no logró verlo por ninguna parte. 

Cuando entraron a la oficina la chica cerró la puertas detrás del pelirrojo y se fue a sentar a un pequeño sillón blanco en donde Kagami tomó asiento junto a ella. 

--Kagamin...¿qué es lo que ha pasado? 

--¿Estás enterada?

--¿Sobre qué? Kagamin...Daiki hoy se está comportando muy diferente. 

Momoi no estaba enterada del tema, y el pelirrojo se cuestionó si debía contárselo, sabía que la chica quería ayudar, pero el hecho de que no lo haya hecho antes le hacia dudar, en especial porque era amiga de ese moreno, ¿Aomine no le había dicho entonces? 

--¿Viste lo que había en el sobre?

Y la chica negó.

--No me dejó verlo, no sé lo que está pasando, pero no creo que tu visita sea sólo por casualidad, Kagamin, dime por favor, ¿Qué ocurrió?

--Kuroko huyó de casa de Aomine, él me lo dijo esta mañana. ¡Pero eh! Antes de que te pongas histérica--Y lo decía porque inesperadamente se había llevado las manos a la boca y sus ojos adquirieron un color brillante, estaba a punto de llorar.--Cualquier lugar en donde no esté Aomine está mejor Kuroko, no sé donde está, y pensé que Aomine iba a pedir ayuda a la oficina de policías para buscarlo. 

--No, no lo hará, eso implica una investigación, él hará lo posible para que la ley esté lo menos enterada posible pero ¿cómo es posible?¿Desde cuando?¿Qué ocurrió? No puedo estar tranquila Kagamin...¿Lo tienes tú? Dímelo por favor. 

---No... yo también estoy preocupado, pero no podemos ir a buscarlo Momoi, eso podría hacer que Aomine lo encontrara y sólo piénsalo, ¿por qué una persona se esconde?¿Por qué una persona huye sin siquiera haber mencionado nada?

--Para no ser encontrada...Pero, digas lo que digas, Kagamin, Tetsu...pensar que está sólo en algún lugar de Japón me hace estar intranquila. 

--Si quieres ayudar, Momoi, te pido que hagas una investigación, quiero que me investigas a Aomine, quiero que me des todo tipo de información sobre él, y si puedes me des evidencia de lo que le hizo a kuroko. 

--Kagamin... dudo que haya, pero lo haré, Daiki no me ha dicho nada, pero...ahora...gracias por haberme dicho. 

Kagami nunca dicho que Kuroko estaba con él, y a este paso era lo mejor, que ni Kise lo supiera, pues, correr el riesgo de que Aomine le buscase, y le encontrase. Se fue de ese lugar, y volvió casa, tenía un ligera preocupación por Kuroko, pero más que nada, era como se sentía emocionalmente, y que no recayera, no quería que cambiara de opinión y que al último terminara por irse con esa maldita bestia. Cuando entró no habló hasta cerrar la puerta. "Eh llegado...." vamos, que al frase de "estoy en casa" le sonaba demasiado extraño. 

Lo primero que se escuchó fueron una pequeñas patitas resbalara en la madera laminada, y los ladridos de ese perrito, después, y atrás de él se encontraba Kuroko, con una playera grande, despeinado, y con los ojos hinchados, había llorado mientras él no estaba. Aún así, ese pequeño celeste sonrió y de su boca salió una risa corta, al ver a tan semejante tigre parado sobre una silla por miedo a un tierno animal como Nigou. 

--Amárralo--Le pidió. Y Kuroko lo tomó el brazos y dejó en otra parte. 

--Nigou, sabes que Kagami-kun aún no puede acariciarte, no lo asustes por favor.--Nigou sólo ladeó la cabeza y se acostó en el lugar donde lo dejaron, al menos parecía haber entendido. 

Kagami bajó de su lugar seguro, y se acercó a Kuroko una ves estaba lejos de esa terrible bestia de cuatro patas, y puso la mano sobre su hombro. 

--¿Te encuentras bien?

--Ahora lo estoy...--Y Kuroko hizo una mueca, muy parecida a lo que era una sonrisa dolorosa, llevó su mano a las ropas y las apretó en el área del pecho y bajó la mirada, también frunció el ceño y cerró la garganta. Había llorado mucho tiempo el día de hoy, extrañaba a Aomine, y se preguntaba si estaba bien sin él, de nuevo, pensaba en que las cosas podían cambiar, pero hasta su propia cabeza le decía que ya no debía pensar de esa manera, era el corazón quien no lograba dejar de quererlo, y no era de menos, ¿cómo podía no preocuparse por la persona a quien amó durante tanto tiempo?. Cuando menos se dio cuenta, aquellos pensamientos fueron detenidos, y fueron remplazados por los cálidos brazos del pelirrojo, el rostro de Kuroko se recargó en el pecho de Kagami y escuchó un palpitar, fuerte, rápido, cálido, y sus brazos. Dios, jamás había sentido tanto cariño de parte de un simple abrazo. El celeste dejó de apretar sus prendas y con duda, llevó las palmas a los pectorales del más alto, la finalidad con al que lo hizo fue sentir más profundo esos latidos, ver si la calidez dentro de ellos podían regalarle un poco a sus palmas, tan sólo un poco para que la llevara a su corazón también. 

Pero, luego, pensó en que eso sería totalmente imposible, incluso era un pensamiento algo tonto, Kuroko le empujó, pero Kagami negó de inmediatamente abrazándolo con más fuerza, apegando el pecho contra el otro pecho y llevando la mano a los mechones celestes. Vaya, que, para Kuroko, jamás le había sido tan difícil el no querer separarse de una persona que no fuera su pareja, ¿estaba mal?¿disfrutar tanto de un abrazo aún si no era Aomine? Kuroko llevó las manos al cuello de Kagami y con ellas lo rodeó, abrazándolo también, cerrando los ojos con fuerza y cediendo a este, el llanto se había olvidado, y el dolor del pecho se había detenido. Era increíble, pues hasta entonces, no habían dicho ni una sola palabra. 

Kuroko fue el primero en separarse y se llevó una mano al los mechones de su cabello simulando distraerse con algo. No sabía ni qué decirle. 

--¿Cómo estuviste el día de hoy?

--Si te soy honesto... tuve muchos problemas por querer salir y buscar...a bueno, a Aomine, pero sé que ahora no tendría sentido ir a buscarlo, sé que haga lo que haga él nunca va a quererme de nuevo, y que nunca va a perdonar lo que le hice. 

--¿Lo que le hiciste? Kuroko...--Pero no, por un lado, Kagami había aconsejado tantas veces a este chico que seguramente sabía las palabras que iban a salir de su boca, Kagami entendió que los consejos no iban a servir ahora, sino, el hecho de estar a su lado, de hacerlo sentir en compañía y en apoyo.--Kuroko, traje un poco de comida, te puedo hacer una malteada de vainilla, ¿quieres?

--Me estás dando casa, y algo de ropa, Kagami-kun, temo que no puedo aceptarlo...No si no me dejas hacer algo a cambio. 

Kuroko y Kagami estaban ahora en la cocina, mientras uno hacía el batido de vainilla otro estaba friendo unas hamburguesas. No habían tocado el tema de Aomine desde hace una hora, y quizá, no el pelirrojo no lo haría hasta saber que Kuroko estaba listo, después de todo, le había pedido a Momoi que le investigara ahora con mayor profundidad, era ahora donde debía de tener evidencia, kuroko era una importante, pero sabía que para el jurado eso no iba a ser suficiente. 

--Kagami-kun...quiero preguntarte algo. 

--Claro. 

--¿Por cuanto tiempo crees que deba esconderme? 

--Quizá un poco Kuroko...ahora mismo ambos sabemos que Aomine te está buscando, y creo que empezará por las personas que conoces y que cree que podrían ayudarte. Así que no debe verte con ninguno de ellos, y tampoco deben saber que estás conmigo, aquí...

--Kagami-kun.--Y él volteó a verlo. --Va a ir con Kise-kun. 



De un momento a otro, alguien tocó a la puerta con fuerza, una y otra vez de una manera irritante. 

--Si si, ya voy, cielos.--Dijo Kise al secarse el cabello con una toalla y abrir la puerta.--¿Qué haces aquí?

--Vine por él. 

Hola ¿como están? Me mata la escuela :D gracias, pero heme aquí queriendo escribir para ustedes, POR QUE SE ME OLVIDÓ QUE MAÑANA ES 14, feliz día del amor y la amistad a todos, los quiero, agradezco que sigan la historia, no me canso de decirlo ¡LA VOY A CONTINUAR! de eso no hay duda. 

Como un pájaro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora