Kagami es...

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--¿Qué es lo que dices?--Preguntó Kuroko, ¿novio de Momoi? Debía ser un chiste ¡Cuándo!¿Desde cuándo eran novios? No sólo eso, ¿desde cuándo ellos dos se conocían?. Nuevamente, esto debía ser una broma, sentía el corazón en la garganta, su pulso estaba tan acelerado que juraba escucharlo y por más caliente que estuviera su interior su cara estaba blanca y fría como un cubo de hielo, no podía creerlo y no quería hacerlo, es decir, el pelirrojo se lo hubiera dicho, que tenía novia. 

--Kagami Taiga.--Repitió Aomine, y entre una sonrisa grande gritó el nombre del pelirrojo más una ademán levantando la mano indicando que se acercara a ellos. 
El pelirrojo volteó lento y miró a Aomine con una falsa sorpresa que a distancia pudiera parecer tan real, incluso le saludó y tomó a Kise de los hombros para caminar hacia él.

--¿Desde cuándo lo conoces?--Preguntó Kise con intriga, él no estaba diferente al celeste, sabía lo peligroso que podía ser Aomine además de lo peligroso que era que Kagami le estuviera ayudando a Kuroko a sus espaldas, esto debía ser una broma. 

--Yo sé lo que hago, tendrás que seguirme la corriente, esto es por Kuroko. 

Kise ya no hizo objeción, aunque temía y se cuestionaba muchas cosas, debía recordar que por algo llamó a Kagami, el pelirrojo debía saber lo que hacía, aunque llegando a casa debía decirle muy bien lo que había hecho, de lo contrario, le iba a dar algo por no saber lo que estaba ocurriendo, él quería ayudar, así que si Kagami tenía un plan, quería ser su apoyo, él quería ayudar a su pequeño amigo azul. 

--Kuroko, déjame presentarte a Kagami Taiga, él es un nuevo amigo que hice hoy en el trabajo.--Presentó Aomine al chico cuando se acercó y hasta tuvo la confianza de  inclinar la cabeza en donde chocara con la del pelirrojo y rodear sus hombros con el brazo.--Es el novio de Satsuki, ¿puedes creerlo?--Y luego al soltarlo se digirió a Kagami--¿Conoces a Kise?

--...SI, Eh un gusto--y Kagami casi ni miró a Kuroko.--Si, Kise fue uno de los compañeros que tuve cuando entré a trabajar, así que lo conozco por mi trabajo. 

--Aominecchi, tiempo sin vernos, me sorprende que conozcas a Kagamichi...

--¡Ah!--Dijo Aomine al poner las manos en su cadera.--Es porque él me fue a felicitar hoy por mi trabajo en nombre de sus compañeros, pero, bueno, también fue a ver a su novia. ¿Hace cuanto tiempo no nos vemos? Deberíamos aprovechar. 

--¿Qué cosa?--Preguntó Kuroko entre miedo, si, claro que seguía preocupado,  pues, aunque parecía ser un fantasma ahora mismo donde era ignorado no entendía nada de lo que pasaba, Kagami no entendía sus miradas para cifrar lo que estaba pasando y claramente no podía ni dirigir la mirada ¿y si sabía que se había quedado con él?¿y si sabía que había salido con él?¿y si sabía que él fue quien le sacó de la casa? Ahora mismo, quería que se lo tragara la tierra. 

--Me parece bien--Contestó Kagami al rodear a Kise con el brazo sobre sus hombros.--¿Qué les parece un partido de baloncesto y después vamos a comer o algo por el estilo? el perdedor pagará la comida del equipo ganador. 

Y Aomine rió con una fuerte carcajada al alzar la mirada al cielo, era como una risa sarcástica, de sólo pensar que alguien aparte de él podía ganar. El baloncesto era algo que se le daba por excelencia desde infanta, así que.--Cuenta conmigo, los llevo en mi auto, así que suban. Tetsu, tu sube al frente. 

Así fue, Kuroko subió en el asiento del co-piloto, aún sentía en corazón a todo dar, esa sensación de miedo, estaba seguro de que le temblaban las piernas. ¡Maldito Kagami! ¿Por qué dio una idea tan tonta? Se supone no debía dejarse ver, en cambio, era novio de Momoi, eran amigos, y hasta Kise parecía estar de acuerdo. Ya no lo entendía, estaba confundido. Todo en él era un caos, quería escapar, quería ser invisible, ¿por qué Kagami hacía esto?¿por qué le arruinaba la vida? Se la quería cambiar, eso estaba bastante claro ¿de verdad le quería ayudar? entonces ¿por qué tenía tanto miedo ahora mismo? ¿Por qué una persona podía causarle tanto en tan poco tiempo y con cosas como estas? De repente sintió vibrar su teléfono en su bolsillo, y volteó a ver a Aomine para verificar que estaba distraído, lo estaba, él ya estaba conduciendo mientras los otros dos estaban atrás. El celeste al ver el mensaje que tenía suspiró internamente, debía adivinar de quien era.

Como un pájaro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora