Kuroko aceptó finalmente. Ese sujeto había entrado en su vida sin permiso, y si, ya estaba demasiado entrometido como para dejar que se fuera sin tratar de arreglarlo. Después de todo ¿qué le quedaba a Kuroko? Por su culpa estaba pasando todo esto. ¿Podía empeorar?
Gracias a lo temprano que se despertaron Kagami dejó a Kuroko en su trabajo, o bien, cerca de él ya que el menor se negó a que fuera frente a la puerta. Unas cuadras antes de su escuela en donde trabajaba Kuroko se bajó de la camioneta del más alto.
--Espero que tu plan resulte.
--Lo hará, confía en mi, Kuroko.--Y el menor sonrió débil pero asintió.
Había de aclarar que el celeste ya estaba un poco más tranquilo que en la mañana. Casi le daba un infarto al ver que no estaba en casa, que no estaba Aomine y claro, ver a otra persona con él. Kagami se había disculpado por abrazarlo y le dijo que usualmente él era algo pesado en la cama porque acostumbraba a moverse mucho, y bien, él era todo lo contrario pero a veces sus sueños se iban de control y terminaba hablando en la realidad, Kagami no se sorprendió cuando escuchó eso.
Y en sus clases actuó con normalidad. Los niños se emocionaron al verlo y él con ellos, eso era lo que necesitaba Kuroko. A sus niños. Preguntaban por él, qué había hecho los días que había faltado, y si iba a faltar de nuevo más tiempo.
--Claro que no, me quedaré con ustedes, se los prometo.
llegando la hora del descanso Kuroko fue a la sala de profesores a terminar un cigarrillo en la ventana, habían más profesores pero todos estaban tan ocupados con sus propios asuntos que rara vez entablaban una conversación entre ellos. Y kuroko, con un café a un lado suspiró pesado. Se preguntó ¿qué estaría haciendo Aomine ahora mismo? ¿Estaría enojado? Lo último que recordaba fue dormirse en la camioneta de Kagami cuando se escondían, Kagami se veía sorprendido pero aún así, como los ojos de un tigre jamás la apartó la mirada a su pareja, casi sentía que lo estaba protegiendo. Por eso...no pudo evitar dormirse.
--Profesor--Habló una mujer al entrar a la sala de profesores.--Un hombre lo busca en la puerta de entrada.
Kuroko de inmediato se imaginó que sería Aomine, que no había estado esperando o que se había enterado de que ya estaba en la escuela, y le dio miedo, aún no estaba listo para ese plan de Kagami que había acepado después de todo.
Pero cuando salió de la puerta y buscó con su vista a Aomine ni le dio tiempo de voltear a todos los lugares cuando unos brazos lo sujetaron y lo abrazaron con un poco de fuerza, incluso habían restregado su rostro en el suyo.
--Kurokocchi, ¡no tienes idea! Me tenían tan preocupado cuando me enteré de que no habías llegado a la escuela ¿cómo estás?¿cómo te sientes?¿que.-
Pero no terminó de hablar cuando el celeste lo apartó de manera considerable, y no se esperaba otra cosas.
--Estoy bien...¿qué haces aquí?
--Kagamicchi me llamó. Me dijo que habías vuelto a trabajar.
Y el celeste le soltó un golpe y le jaló la oreja suave pero si al grado de hacerlo moverse y quejarse un poco. Kise rió a pesar de eso, y es que aunque sabía que estaba molesto le alegraba ver a su amigo desde tiempo atrás, tenía millones de dudas de qué pensaba, cómo le iba ahora.
--Eres un idiota Kise-kun.--Le dijo el chico.--Me has hecho pasar muchas cosas que no...No lo entiendo ¿qué diablos te sucede al meterme con un...
--Kagamicchi.
--Si, pero ¿sabes como es? no me hace caso a lo que le digo, me está metiendo en problemas con Aomine y él está enojado conmigo ahora mismo, por su culpa estoy preocupado por lo qué le voy a decir cuándo regrese a casa.
--¿De verdad Kurokocchi? Escuché de otras personas que te has divertido con él.
--¿Qué? ¿quién dice eso?
Y Kise jugó con los dedos en su celular hasta mostrarle la foto de ambos aquella vez que fueron a pescar.
--...eso no prueba nada.--Fue lo único que contestó Kuroko ante su evidencia.
Kise por su parte ya sabía el plan de Kagami ya que lo había llamado una vez se había separado del más bajo. Y claramente como un buen amigo estaba dispuesto a dar todo de si para que Kuroko lograra salir de todo ese embrollo en donde estaba tan agobiado.
Sentados en una banca del colegio, Kise y Kuroko comían y compartían la mitad de un emparedado que el rubio había llevado para ambos y bien.
--¡¿Te llevó a su cama?!
--Calla...no lo hables tan fuerte--Dijo Kuroko al chitarlo.
--Lo siento, es que me sorprendió solamente, Kagamicchi es una persona muy cerrada con las personas que no conoce.
--Pues conmigo fue como si me conociera de toda la vida, entró a mi vida sin mi permiso y no quiere irse.
--Así es Kagamicchi.
--Quiero preguntarte ¿por qué le hablaste de mi? Kise-kun, él sabe muchas cosas que yo te conté y no me parece justo que lo hayas hecho sin mi consentimiento.
--Lo siento...pero quería ayudarte, verás Kagamicchi puede ser un completo idiota en la forma de tratar con otras personas, pero tiene un corazón muy grande y muy noble, apoya cuando se necesita y está siempre para que confíes en él. No lo sabes aún pero cuando te des cuenta Kagamicchi es muy diferente a como tu piensas.
--Pero...
--No, Kurokocchi, y no te preocupes, él sabe exactamente lo que hace.
--No es eso Kise-kun. Es sólo que...por algo yo ya no tengo amigos, me separé de todos porque era lo mejor para ellos, me dolía ver como Aomine se peleaba con ellos y les decía maldiciones...Él...podría...
--Kuroko.--Le dijo Kise serio, tomando la mano de su gran amigo, la sujetó y apretó un poco.--Confía, él puede ayudarte.
Las horas pasaron, Kise se tuvo que ir pero le dijo a Kuroko que iba a volver a la hora de la salida, y Kuroko estuvo de acuerdo. Al final Jugó con los niños, les enseñó de valores y educación y al final los entregó a sus padres a cada uno de ellos. El celeste había tenido un gran tiempo para pensar sobre las cosas que estaban pasando en su vida. Y es que Kagami aparte de grande hizo un escándalo en su interior y en su vida de manera radical, tanto era que no sabía como iba a procesar las cosas sin que Aomine pensara mal al respecto. Tampoco le gustaba ocultar cosas a su pajera pero eso también se había vuelto rutinario, hasta para las pequeñas cosas como ahorrar dinero a sus espaldas. Tal vez y sólo tal vez Kise tenía razón, era quien más le conocía, quien más había estado con el pelirrojo y lo entendía de alguna manera, también sabía que eran amigos del pasado, y ahora le daba curiosidad saber como se conocieron y como es que hizo que Kise confiara al grado en hasta contar su intimo secreto con Aomine. Le tenía miedo al cambio, a ese futuro en donde no sabía si acabaría bien o mal, tenía miedo de salir lastimado más de lo que ya lo estaba, de llorar más de lo que ya hacía, y que Aomine le hiciera algo a él o a sus amigos que tanto le apoyaban sólo por atreverse a alejarse. Tenía miedo, de él, de si mismo, de todo.
El día acabó, Kuroko salía de la escuela con su saco en el brazo y cerró la puerta tras de si. Y cuando daba las espaldas a la calle mientras cerraba ya que había sido uno de los últimos en salir captó una sombra más grande que él, y al ver por el cristal de la puerta de entraba reconoció ese cabello alborotado y sonrió sin poder evitarlo.
--Kagami-kun.
Si, Kuroko se había alegrado de verlo. Al voltear regresó su neutral mirada pero con los ojos más brillantes de lo natural y Kagami estaba igual.
--Kuroko.
Y sonrió pleno mostrando los dientes y ladear la cabeza con ligereza.
--¿Cómo estuvo tu trabajo como profesor?
--Muy bien...¿qué tal el tuyo como bombero?
--Ya sabes, siempre hay ajetreos, un día sin mucho que hacer es un día bueno.
--¡Kagamicchi!--Habló Kise no mucho después que salía por una de las orillas de la escuela con una sonrisa igual de grande y fue hasta ellos, ahora que notó el más bajo es que Kagami sonrió más pleno y se apegó más al rubio para golpear su hombro con hombro.
--Kise-kun--Me alegra verte--Dijo Kuroko.
--Si, Kurokochii, a mi igual, otra vez. ¿Quieres ir a comer?
Kuroko estuvo a punto de responder, con un si de por medio pero cuando abrió la boca para decirlo fue como si de ella hubiera salido una diferente, con otro tono y gravedad "Tetsu".
Kuroko al moverse se dio cuenta que no lejos estaba Aomine fuera de la patrulla esperándolo, y sonriendo también aunque no igual que las dos personas que estaban frente a él. El más bajo se tensó pero sonrió pesado para corresponder a tal cosa.
--Lo siento...debo irme.
--Kuroko...--Le dijo Kagami en susurro, pero no siguió, sólo lo miró.
--Estaré bien...
Y Kuroko se despidió para caminar con sus cosas a donde estaba su amante. Se armó de valor para llegar a él sin rastros de miedo, de dolor, de nada que lo pudiera lastimar. Pero le temblaban las piernas, el corazón estaba como loco y todo su interior le decía "¡no te arques!"
--Aomine-kun...--Musitó el celeste cuando estuvo frente al moreno.
Y él le abrazó suave, a pegándolo a su pecho y sujetándolo con fuerza. Aunque no fue brusco Kuroko se quejó mudo y cerró con fuerza los ojos dejándose abrazar , ya no creía que en verdad lo abrazaba porque lo extrañó.
--Lo siento...ayer...
--Aomine-kun--Dijo Kuroko antes de que diera algo.
--¿Estás enojado?
--¿Lo estás tú?
--No...Tetsu.
--Entonces yo tampoco.
--Entonces vamos a casa, Tetsu, te prepararé la cena ahora.
--Si....
--Pero...¿quién ese sujeto que está con Kise?--Le preguntó Aomine al señalarlo sin ser tan obvio.--¿Lo conoces?
--No, no sé quien es, creo que es amigo de Kise.
--Siento que lo he visto antes...
--Eh...Aomine-kun, mejor volvamos a casa...
Y bien, el policía abrió la puerta y dejó entrar a su pareja, pasó él a su lugar de asiento y encendió el motor.
--¡Oh!--Exclamó Aomine al chasquear un dedo--¡Ya sé quien es! ¡claro! lo vi hoy en mi trabajo, creo que es novio de Satsuki.//¡Hola y feliz año nuevo hiper atrasado! No dejaré esta historia eso es seguro, tengan paciencia por favor. Haré lo mejor que pueda para ser constante, quiero agradecirles (aunque siempre lo hago) por sus lecturas y votos ¡me encantan! y me animan a buscar tiempo para ustedes en mi apretado itinerario, tengo ¡nuevas ideas! pero debo de acabar estas primero, así que nos seguiremos leyendo. Gracias, nos vemos en el próximo capítulo//
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Como un pájaro.
FanfictionKuroko lleva un año viviendo como pareja de Aomine, sin embargo, como en cualquier relación las cosas no siempre son tan coloridas. Su mejor amigo, Kise, desesperadamente trata de ayudar a su incomprendido amigo Kuroko, trata de hacerlo entender el...