POV Leila.
Mire el muñeco en las manos, luego miro al sujeto de nuevo. Le alzo un brazo al muñeco y automáticamente el sube su brazo. Dejó caer el brazo del muñeco, y él hace lo mismo.-¿Quién es tu dueño?- Pregunté.
-Mi dueña está justamente al frente mío.- dijo.- ¿Cómo puedes olvidar tus propios juguetes?
-No recuerdo tener un Voodoo. - dije, y era cierto, no tengo mala memoria.
-Solo eras una niña.- Dijo, su mirada se volvió perdida. Mostrando...¿Nostalgia acaso?
-¿Ah sí?- susurre , mire su alrededor, del techo cuelgan unas cadenas, que terminan en su cuerpo. -¿Cuánto tiempo llevas encadenado? - pregunté.
-No sé cuánto tiempo ha pasado.- dijo.
-¿Has intentando salir?- pregunté. Pensaba librarlo, que salga de horrible lugar, de seguro habrá alguien esperando por el.
-La verdad una vez.- bajo la mirada.
-¿Una vez? - asombrada por su respuesta, me fijé en sus brazos, tenía cristales sobresaliendo su piel. De todos tamaños.-¿Acaso te gusta estar aquí, en soledad? -
-Si.- dijo, sin mirarme. -Ya no hay nadie esperándome. No hay nadie por quién luchar. -
-¿Ya no hay?- pregunté.El solo movió su cabeza, diciendo que no.
Debería haber alguien, pobre de él. Hubo silencio por un momento. No volvió a mirarme. Debe haber una manera de sacarlo de aquí. No sé ni siquiera su nombre, pero siento que es un buen chico. Solo le falta un poco de amor.-Aún no me has dicho su nombre.- dije. Quiero saberlo, quiero conocerlo.
-Nano.- suspiro.- Mi nombre es Nano.- dijo.Imágenes vinieron a mi mente. Una de ellas era un chico, junto a su hermana pequeña. Lucían felices, como si nada los iba a separar. Después, aparece una chica, no la reconozco. Él se fija en ella, de una forma diferente. Ella le sonríe, y él se sonroja. Mira a su hermana ocultando su rostro. ¿Acaso le gustaba? Otra imagen era la misma chica, junto a él. Agarrados de manos, felices. Ella lo lleva a una casa, y baja al sótano. El chico mira extrañado. Pero estaba claro que el amor lo cegó. El solo le siguió.Otra imagen es la pequeña. Llorando en un rincón de un cuarto. Sola. Una sombra se detuvo al frente de ella. En su mirada pude ver miedo. La sombra sonreía y este solo la abrazo. Llevándola al abismo.Las imágenes se vuelven oscuras. Pude ver cómo maltrataban a Nano. Pude ver cómo sus lágrimas caían, pero aún así, estaba enamorado. Tan enamorado que se acostumbro al dolor. ¿Acaso eran recuerdos?
-Nano. - susurre.
-Si, ese es mi nombre.- dijo.
-Esa única vez que intentaste salir, era por su hermana, ¿cierto?- dije, mirándole.-¡No debí dejarla sola!- Gritó, sus lágrimas caían.- ¡Debió sentirse sola, era solo una bebe! -pude ver que ese era el verdadero sufrimiento que tenía.
-No tenías que enamorarte.- dije.
-¡Cállate! Aún así, aquí estaré toda la eternidad. - dijo.No lo entiendo. ¿Acaso nunca quiso a su hermana como para seguir aquí?
-Dijeron que si saldría, la mataban. Que si desobedecía, el castigo sería eterno. - dijo.- No pensé que serían capaz de eso.-
-¿Quiénes? -pregunté, ya me estaba enojando.
-Los impuros, desde que ella no tiene corazón, ellos son sus guardianes. -dijo.- Debes irte, él no tardará en volver.
-Maldita sea, ¿de quién hablas?- pregunté alejándome.
-Quien me arrebató todo lo que tenía. - dijo. -¡Lárgate! - gritó.Salí de ese sótano. Cerré la puerta fuertemente. ¿Acaso es bipolar o que? No lo entiendo aún. Pude oír que abrían la puerta principal.
-¡Llegue! -Escuche a Nero entrar a casa.
Corrí hacia él y lo abrace.
-¿Dónde coño estabas? - grite, golpeando su hombro.
-Larga historia.- dijo, acariciando mi cabello.
-Eres un idiota.- susurre.
El solo se rió.
-Todo está bien, princesa.- tomo mi barbilla con su mano.-Nada malo te pasara.- se iba acercando poco a poco. -No mientras yo exista.-Esos labios con sus labios.
Cero distancia entre los dos.
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Loveless [PAUSADA Y EDITANDO]
Random-Un mundo hecho por esta mente, un mundo en donde cualquier deseo se hace real, un mundo en donde está el.- ¿Quién es el verdadero enemigo? |-En proceso de editar, puede que tome tiempo, lo siento.-|