POV Leila.
Sentí que alguien me acariciaba el pelo. Su tacto cálido hacía que abriera los ojos lentamente. De repente, me sentí mareada. Me quejé posando mi mano hacia mi cabeza.
-Ya has despertado.- no reconocí la voz, pero este se escuchaba cerca mío.
-Oye, bella durmiente, no tenemos tiempo.- esa otra voz, la cual se escuchaba lejos, hizo que me levantara poco a poco de la cama.
¿Una cama? ¿Pero qué mierda?
-¿Estás bien?- preguntó Nano, que estaba al lado mío. -Esa forma de transportarnos no fue muy.. "Sano".- dijo.
Yo aún estaba confundida.
-¿Dónde estamos?- susurre mirando a mi alrededor, vi a Nero sosteniendo un arma, este la estaba recargando.
-Aún no lo sabemos, pero no nos podemos quedar tanto tiempo.- dijo Nero terminando de recargar. -Prepárate.- este me lanzó el arma, la cache y luego me puse a observarla.
Nano se puso de pie, mi mirada fue hacia su cuerpo, llevaba unos vaqueros color negro, una camisa de mismo color, y una gabardina oscura. Joder, se veía tan sexy.
-¿Qué tanto miras?- dijo Nano, cruzando sus brazos.
-Nada.- dije, al fin saliendo de la cama, poniéndome de pie.
Mire mi cuerpo, solo llevaba puesto ropa interior. Nano apartó la mirada sonrojada. Nero me lanzo algo de ropa.
-Coño, mujer.- su voz parecía molesto. -Después no te quejes si alguien aquí se pone- le interrumpo.
-Si, si, ¿qué culpa tengo de que no tenga ropa?- dije, acercándome a un espejo que encontré.
Me mire en el espejo, mis ojos se agrandaron tanto se la sorpresa. Mi pelo era rojo, en mi abdomen tenía una marca oscura. Como si fuera un arañazo.
-Leila, no tenemos tiempo.- dijo Nero esperando en la puerta.
Me vestí lo más rápido que pude, llevaba puesto una camisa negra, un pantalón muy corto negro, una chaqueta roja y una botas altas negras. Me hice dos trenzas y agarre el arma. Busque mi mochila con la mirada, al verla, la tome.
-Vale.- dije acercándome a Nero.
Este llevaba unos vaqueros negros, una camisa negra, una chaqueta roja y guantes negros.
-Bien, ¿cuándo nos vamos? - pregunté, poniendo mis manos en la cintura.
Una alarma se robo nuestra atención.
-Ya es hora.- dijo Nano.
Los tres nos dirigimos hacia la puerta, Nano la abrió lentamente y al abrirla pudimos ver un paisaje. El viento jugaba con nuestros cabellos, se sentía tan Pacífico. El cielo despejado, una especie de aves volaban libremente.
Di varios pasos hacia al frente, y por lo que vi, estamos en una montaña. Tenía una buena vista hacia el hermoso paisaje. Había muchos árboles, unos más claros que otros.
-Estamos en la punta del mapa. -Dije Nero mirando un mapa digital, que salía de su muñeca. Este solo bajo su brazo y automáticamente desaparece el mapa.
-¿Sabes dónde pueden estar los demás?- preguntó Nano, estirando sus brazos.
-¿Los otros onces? No lo sé, pueden estar incluso detrás nuestro. - dijo seriamente Nero.
-¿Onces dices? - Pregunté.- Yo solo vi cuatro.- esto me está empezando a preocupar.
Solo he visto cuatro participantes. Nix, Kuo y El Niño con el Adulto. ¿Es que hay más? Ni siquiera sé sus habilidades, ni sus debilidades.
-Bien, vayamos avanzando.- dije, hiendo a mi derecha, donde hay un camino rocoso que desciende hacia los árboles.
Los chicos solo me siguen los pasos.
Al adentrarme al bosque, pude ver plantas raras. Unas tan vivas y otras quemadas. Algo llamo mi atención, las quemadas dibujaban como un camino. Como si alguien las hubiera hecho cenizas.
Siento la presencia de alguien más, aparte de nosotros tres. Esto hace que me alarmé. Nano junto a Nero se dieron cuenta de mi, y miraron a los lados.
-¡Nano, esquiva hacia ti derecha!- grite, al voltearme, Nano obedece mi orden, así esquivando una bola de fuego, que al caer al suelo desaparece, dejando su negro impacto.
Nero ataca de forma rápida. Pero falla.
-Es demasiado rápido.- dijo. -De seguro estará en los árboles, a correr.- al escuchar eso, los tres corrimos los más rápido posible.
El olor a quemado invadía mi nariz. Haciendo que mire hacia los árboles, algunos ya estaban quemados. El ya pasó por allí.
A lo lejos pude ver un pueblo. ¿Será abandonado? Eso no importó cuando escuché un rugido.
Al girar un poco mi cara, pude ver una especie de León saltando de una rama hacia mi. No reaccione a tiempo. Ganándome todo el peso, el cual me hace caer al suelo de forma brusca.
Pero este dejo de moverse, sentí que algo mojaba mi ropa.
Al sacármelo del cima, pude ver mis manos.
Era sangre.
Me levante, aún sin superar el hecho de que haya matado un animal. Me acerqué al león ensangrentado, y saque el cuchillo de su pecho.
-Te salvó la mierda esa.- dijo Nero, mirando el cadaver.
-Pensé que habría más acción.- dije decepcionada.
-No hay por qué parar.- dijo Nano, siguiendo el camino hacia el pueblo. -Veremos qué nos trae.- señaló el pueblo.
Nero y yo solo nos pusimos en marcha.
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POV X.
-Esclavo 37 ha sido eliminado.- dijo uno de mis asistentes, tecleando la computadora.
-Claro, ella no está sola.- dije sonriendo. -Ese esclavo suyo lo controla bastante bien. No es tonta la niña.- mirando el mapa del juego, en donde puedo ver cada movimiento de cada participante. -Todos están muy separados. Quiero que haya acción, así que, ¿no estaría mal jugar con sus mentes?- dije, dibujando algo en mi libreta de dibujos.
-Jefa, es su juego, puede hacer yo que quieras.
-Pero no lo hagas enojar.-Haré que todos me amen, es mi único deseo.- pensé, terminado mi dibujo.
Bienvenido a mi mundo fabricado.
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¡Hola! ¿Todo bien? ¿Todo correcto? 7u7
Intenté hacer este capítulo largo, y puej. v:
Supongo que tendrán muchas dudas, pueden hacerme las preguntas que quieran. ;u;/
Bueno, me voy.
-Quinzel~.
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Loveless [PAUSADA Y EDITANDO]
De Todo-Un mundo hecho por esta mente, un mundo en donde cualquier deseo se hace real, un mundo en donde está el.- ¿Quién es el verdadero enemigo? |-En proceso de editar, puede que tome tiempo, lo siento.-|