Capítulo treinta y dos.

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Al llegar a casa, mis hermanos fueron a guardar los regalos que le habíamos comprado a nuestro papá, mientras yo me senté en el sillón. Suspiré. 

Minutos después sentí que alguien se sentaba a mi lado. 

-¿Estás bien?- Me preguntó mi mellizo, Gianluca. Asentí, pero en realidad no lo estaba.- No, no lo estás. 

-¿Como querés que lo esté?- Le pregunté.

Él se quedó callado unos segundos, pensando en alguna respuesta.- ¿Por qué no hablas con él?

-Si, tengo que hablar con él. Pero no ahora, no quiero ni siquiera verlo.

Mi hermano me miró e hizo una mueca.

-Lo vas a ver mañana, ___.

-Mañana voy a hablar, entonces.- Dije. Él no pudo acotar una palabra más a nuestra conversación ya que mi hermano menor llegó a nuestro lado, y encendió la televisión. 

Mi celular sonó diez minutos después, era Antoine.

"Amor, ¿cual camisa te gusta más para mañana?

Imagen.

Imagen." 17.21 pm.

Cualquiera de las dos camisas le quedarían bien a él porque, ¿qué no le queda bien? pero sin embargo decidí no responderle, no puedo hablar con él aún después de lo que vi hace un rato en el centro comercial. 

Bloqueé el celular para luego ver que mi hermano me estaba mirando. 

-¿Qué?-Le pregunté. Él simplemente negó con la mirada. 

-No vas a poder ignorarlo mucho tiempo más, ¿sabes?

-¿A quién?- Intervino el menor de mis hermanos. 

-A nadie.- Dije dándole una sonrisa, para luego mirar seriamente a Gianluca. 

Decidimos poner una película, y cuando ésta estaba comenzando, Giovanni bajaba las escaleras. Ahora estamos los cuatro juntos, como en los viejos tiempos, y sería tan lindo que esto fuese así siempre, pero no, ellos en Argentina, yo en España.

El mayor de los cuatro sacó su celular y tomó una selfie, la cual le pedí que me pase, y la subí a mi Instagram.

"Nada más lindo que pasar tiempo juntos los cuatro. Los amo bombones!" los etiqueté y minutos después tenía bastantes likes, y también comentarios de chicas diciendo lo lindo que eran mis hermanos. Si, son hermosos, pero son míos.

Ahora si, le pusimos play a la película y nos quedamos en silencio mirando la pantalla. Mi celular vibró sobre mi pierna y lo desbloqueé. Otro mensaje de Antoine. 

"¿No te gustó ninguna de las dos?" 17.28 pm. 

No le respondí y decidí mejor, dedicar este tiempo con mis hermanos, antes de que se vayan. Dejé el celular en el sillón, y abracé a mi hermano mayor. 

(...)

Cuando la película terminó decidimos pedir pizza para los seis, porque mis padres habían llegado hace ya un rato. Miré mi celular y vi que tenía cinco mensajes de Antoine. 

"¿Te pasa algo?"17.31 pm.

"___, amor, ¿qué pasa?" 17.43 pm.

"Esta vez ni siquiera viste los mensajes..." 18.21 pm.

"Bueno, cuando quieras hablar mandame un mensaje." 18.53 pm.

"Te quiero, linda" 18.53 pm. 

La hija del entrenador. || Antoine Griezmann.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora