Narra ___:
Cuando Abril y yo entramos al lugar, no había muchas personas bailando, pero poco a poco iban llegando más y más.
Rápidamente mi amiga y yo fuimos a la pista de baile y comenzamos a bailar y divertirnos. Pasar tiempo con ella, sin dudas es muy divertido.
Estuvimos bailando por un largo rato.
-¿Vamos a tomar algo?- Me dijo Abril gritando ya que la música estaba muy fuerte.
-No, yo no tomo.- Le dije de igual manera.
-Solo un trago, nada pasará.- Me dijo, acepté y ambas fuimos a la barra de tragos.
Yo pensaba en Antoine, en mi padre, y en todas las chicas que me decían cosas en twitter. Por cada pensamiento, un trago. Sin darme cuenta tomé más de cinco vasos, y yo no estaba acostumbrada a tomar más de uno.
Estaba mareada, demasiado.
-¿Vamos a la pista otra vez?- Me preguntó ella.
-Estoy mareada, andá vos, yo voy después.- Ella asintió y se perdió en la multitud.
Le pedí otra bebida al barman, y comencé a tomarla mientras miraba a todos los jóvenes bailar. Tengo demasiadas ganas de ir a la pista, pero temo que si me levanto me voy a caer.
Narra Antoine:
Llegamos al lugar, y ya había muchas personas bailando. Koke rápidamente se fué a bailar, y nosotros lo seguimos.
Él es algo así como el rey de la fiesta. Gracias a él nosotros salimos a divertirnos, porque de no ser por él estaríamos mirando una película cada uno en su casa.
Si, así de aburridos.
Pasaron unas nueve canciones cuando siento que Mario me habla.
-¿Que pasa?- Dije dejando de bailar.
-___- Dijo él gritando por la música.
-¿Que pasa con ella?- Dije confundido.
-___ está aquí.
La busqué con la mirada pero no la encontré.
-Atrás tuyo, idiota.- Me dijo Mario. Rápidamente me di vuelta y allí estaba ella, sentada sola y con un vaso en la mano.- ¿Crees que deberíamos ir con ella?
-No lo sé. Tu eres el amigo, no yo.- Le dije, aunque moría de ganas de ir a hablar con ella.
-No se ve muy bien.- Me dijo él.- Vamos.
Caminamos hacia ella, dejando a Koke bailando solo.
-___- Dijo Mario cuando llegamos a su lado.
-¡Chicos!- Exclamó muy contenta.
--¿Estás bien?- Preguntó Mario preocupado.- ¿Tomaste alcohol?
-Solo un poco.- Rió.- Pero estoy bien, muy bien. ¿Bailamos?- Dijo mientras se levantaba del asiento. No estaba en todos sus sentidos, por lo tanto cuando se levantó comenzó a tambalearse. Rápidamente la tomé de la cintura para ayudarla a mantenerse en pie. Ella colocó sus manos detrás de mi cuello.
-¿Vas a besarme?- Dijo con dificultad. Estaba ebria.
-No.- Le dije.
-¿Por qué no? ¿Es porque soy fea, verdad?- Dijo mientras sus ojos se le llenaban de lágrimas.
-No eres fea.- Le dije.
-Entonces bésame.- Dijo mientras acercaba sus labios a los mios.
-No.- Me alejé.- No así, no contigo en este estado.