Narra ___:
La sonrisa en mi rostro luego de ese abrazo era poco disimulable, pero para mi suerte ellos no se dieron cuenta.
Antoine había sido tan... tan tierno, tan amable conmigo. Me ayudó frente a los flashes de las cámaras, y luego me preguntó si me encontraba bien. Yo no pude evitarlo y me lancé a sus brazos, y para mi sorpresa el me correspondió el abrazo.
El mejor abrazo de toda mi vida, sin dudas.
En este momento, el Atlético de Madrid está saliendo a la cancha, y mientras todos pasan, van chocando las manos con las de mi padre, con las de mi hermano y luego con las mías. Yo les deseaba suerte y ellos me sonreían.
El silbato del árbitro sonó minutos después, dando inicio al partido. Yo me senté en el banco de suplentes, mientras miraba con mucha atención al campo de juego. Mi mirada se dirigió a Antoine. Él estaba muy concentrado en el partido, y se veía mucho más lindo que de costumbre. ¿Eso es posible?
(...)
El partido finalizó 1 a 0 a favor del equipo de mi papá, y el gol lo hizo Fernando Torres.
En el colectivo mientras volvíamos hacia las instalaciones del Atlético, todos tenían una sonrisa en su rostro debido a la victoria.
-Muy bien, chicos.- Dijo mi papá.- Sigan así, hoy jugaron muy bien, y confío en ustedes, se que pueden ganar la Liga.
Todos aplaudieron.
Yo saqué mi celular y me dispuse a revisar los mensajes. 58 mensajes de mis amigas, no eran muy importantes, por lo que solo puse un 'jajaja' y volví a guardar mi celular.
Sentí que alguien se sentaba al lado mio. Saúl Ñíguez.
-Hola.- Me sonrió.
-Hola.- Dije un poco tímida. Nunca hablé con él.
-¿Como estás?
-Estoy muy bien, ¿y tu?
-También.- Me dijo, y yo sonreí.
Miré por la ventana del colectivo, un silencio incómodo se había formado entre nosotros dos.
-Deberías alejarte de Antoine.- Dijo él de golpe.
-¿Por qué lo dices?- Pregunté confundida.
-Por tu bien.- Dijo.
Me quedé muy extrañada, Antoine no parecía un mal chico. De hecho, fue el único que me ayudó hoy.
Cuando bajamos del colectivo, Saúl bajó a mi lado, y me tomó por la cintura, para que no me pase lo mismo que me pasó hace tan solo unas horas. Sentía los flashes de las cámaras, aunque no eran tantos como los que había hoy en el estadio del Rayo Vallecano.
Narra Antoine:
Me encontraba sentado en los últimos asientos del colectivo, junto con mi amigo Mario, ámbos hablando sobre la victoria del equipo hoy. Sentimos que jugamos bastante bien, aunque podemos mejorar en algunas cosas.
-¿Crees que a Saúl le guste ___?- Preguntó de repente.
-¿Por qué lo dices?- Pregunté confundido. Él señaló unos asientos más adelante, y ví que mi compañero se sentó al lado de ella. Mi sonrisa se esfumó.- Es un idiota.
-¿Estás celoso?-
-¡Claro que no! Pero lo conozco, conquista a las chicas y luego las deja, siempre hace lo mismo.
-Quizás cambió.
-Lo dudo.- Respondí.
-¿No que ibas a olvidarte de ella?