Narra ___:
Me quedé parada en mi lugar mientras veía a todos los hinchas del Atlético festejar, y a los del Real Madrid irse del lugar. Las lagrimas eran presentes en los hinchas de ambos clubes; unos de emoción, y los otros de tristeza.
Mi mente no podía pensar en otra cosa que no fuese "mi papá me va a matar". Tanto tiempo esperamos para poder contarle sobre nuestra relación, buscando la forma para que no se lo tome tan mal, y de todas las ideas que pensamos, definitivamente esta no era la mejor opción. Ni siquiera era una opción, simplemente sucedió.
Sentí un brazo posarse en mis hombros y me sobresalté. Para mi suerte, era mi hermano mellizo, la persona que da los abrazos más reconfortantes en el mundo. No me resistí y lo abracé.
-¿Que pasa, enana?- Me dijo en mi oído.
-Papá se enteró.- Le dije, él se separó un poco de mi para verme a la cara. Me mordí el labio con tristeza.
-¿Y que dijo?
-No hablé con él todavía, me vio dándole un beso a Antoine. Y lo peor es que no solo lo sabe papá, sino que lo saben todos.
-Lo que piensen los demás es lo de menos, ____. Lo que importa acá realmente es lo que diga papá. Pero tranquila, es papá, no un monstruo. Ahora vení, cambiá la cara y vamos a festejar, que una Champions no se gana todos los días.- Me tomó la mano y me llevó con él hacia el círculo que los jugadores habían formado para saltar y cantar.
(...)
Al finalizar los festejos en el estadio, todos nos subimos al gran colectivo típico de los festejos para dar una vuelta por la ciudad y que todos los hinchas festejen también, cerca de los jugadores.
Por suerte mi mente estaba ocupada en este momento viendo a todos los hinchas tan felices. Decidí dejar de pensar en lo que había ocurrido anteriormente, por dificil que fuera, y poder disfrutar este momento tan hermoso con los chicos que lo tienen más que merecido.
Vi a Koke que se estaba por sacar una foto y rápidamente me puse a su lado, nos sacamos algunas fotos y después algunos chicos del plantel, incluido Antoine se acercaron a nosotros y le sonreían a la cámara.
Definitivamente este es un momento que va a quedar guardado en mi memoria para siempre.
(...)
Llegamos al hotel y los festejos, obviamente, seguían. Ahora estaban todos un poco más calmados. Las familias de los jugadores se hicieron presentes en el salón principal del hotel en donde ahora había mesas con comida y bebidas. Algo así como una pequeña fiesta, todo decorado con los colores del Atlético.
Vi a mi papá en la barra esperando a que le hicieran un trago y después de pensarlo unos segundos, decidí acercarme a él.
-Papá...- Lo llamé, y el me miró.- ¿Podemos habl...?
-Ahora no, ___. Hablamos más tarde en la habitación.- Me dijo, le sonrió al chico que le preparó la bebida y se fue junto con Fernando.
Me quedé parada mirándolo y después suspiré.
-¿Que pasa, linda?- La voz de Antoine me sobresaltó. No sé en qué momento llegó a mi lado.
Pensé si decirle que mi papá nos había visto -aunque era de imaginárselo, todo un estadio nos vio-, o dejar que disfrute y hablarlo luego. Opté por la segunda opción, él se lo merecía más que nadie y sé el peso que tenía en sus hombros por querer ganar. Y como dijo mi hermano, una Champions no se gana todos los días.
-Nada.- Le sonreí. Él me dio un beso en la mejilla y luego se fue.
Esto de disimular nunca se nos había dado muy bien.
La "fiesta" continuó durante aproximadamente dos horas más. Las familias de los jugadores comenzaron a irse a sus respectivos hoteles, y otras se iban al aeropuerto ya que sus aviones salían en la noche.
Los chicos fueron cada uno a sus respectivas habitaciones, al igual que hice yo. Rápidamente me metí en la bañera y me cerré los ojos unos minutos. No hay nada más relajante. Bueno, unos masajes, si, pero con esto me conformo.
Minutos después, mientras me estaba cambiando -todavía en el baño-, sentí la puerta de la habitación abrirse. No me sobresalté ya que comparto la habitación con mi mamá. Yo seguí con lo mío; sequé un poco mi pelo, me puse mi pijama y salí del baño.
Me quedé parada en el marco de la puerta al ver que no estaba solo mi mamá, sino también mi papá y mis hermanos. ¿Pensé que las cosas no podían ser peores? Estaba equivocada, parece.
-Reunión familiar, ___, qué emoción.- Dijo Giuliano con sarcasmo. Sonreí un poco y me senté entre medio de Gianluca y Giovanni.
-¿De... de que vamos a hablar?- Pregunté. Que pregunta estúpida.
-¿Y a vos que te parece?- Dijo mi papá.- ¿Por qué ninguno de nosotros sabía nada del tema, ___?
Nos quedamos todos callados, ya que los demás sí sabían del tema. Mi papá entrecerró los ojos y entendió todo.
-Sabían todos menos yo.- Dijo.
-Papá te iba a contar te lo juro pero...- Comencé a hablar y él me interrumpió.
-¿Pero qué, ___?- Alzó un poco la voz.
-Estábamos esperando el momento correcto.
-¿Y el momento que eligieron te parece que es el correcto?
-¡No! Ni siquiera lo planeamos, simplemente no pensamos.- Dije yo. Miré a mis hermanos esperando a que alguno hable, que me defienda o algo.
-Papá es normal que una adolescente tenga novio, no es nada de otro mundo.- Intervino Giovanni a la conversación.
-¿No es nada de otro mundo? ¡Se llevan ocho años, Giovanni, por Dios!-
-Siete.- Dijimos todos al unísono. Mi papá nos miró a todos con las cejas levantadas.
-¡Ocho, siete, es lo mismo!- Alzó un poco la voz.- Ella es menor de edad.- Ésta vez le habló a mi mamá.
-No hables como si yo no estuviera acá, papá.- Intervine.
Unos golpes en la puerta interrumpieron la conversación.
-___, amor, soy yo, Antoine.- Sentí todas las miradas sobre mi, mi papá se levantó a abrirle.
Que momento adecuado para llegar, Antoine...
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Hola! Aparecí, no me maten. Estuve muuuuy ocupada, perdón! Gracias a todas por sus mensajes y por esperar el nuevo capítulo. La novela casi llega a los 100K y estoy que no lo puedo creer. En unos días me voy de viaje y no se cuando pueda volver a actualizar, aunque si puedo, antes les subo un capítulo. No prometo nada igual, eh! jajaja.
Gracias a todas por sus comentarios y sus votos. Y a las que no comentan ni votan, gracias por leer! De verdad muuuuuuchas gracias.
Espero que estén bien! Besos!
