Narra Antoine:
—No lo sé— Le respondí—sinceramente no lo sé.
Ella bajó la mirada, sin decir nada, y eso me hizo sentir muy mal. No quiero que ella esté triste por mi culpa.
—___, no te pongas triste. Mírate, eres hermosa y tienes tan solo 17 años, hay un montón de chicos de tu edad a los que puedes conocer...
Ella tenía los ojos llenos de lagrimas, y cuando terminé de hablar, no dudó en abrazarme y romper en llanto.
—Yo no quiero a otro chico, yo te quiero a ti.
Algunas personas a nuestro alrededor nos miraban curiosos pero luego seguían caminando.
—Lo nuestro es imposible...— Le susurré.
—¡Tu me besaste a mi primero! ¿Ahora dices que lo nuestro es imposible? ¿Por qué juegas así con mis sentimientos?
—No juego con tus sentimientos, ____— Dije mientras colocaba mi mano en su mejilla, y con mi dedo pulgar limpiaba sus lágrimas— Me gustas. Pero no está bien que estemos juntos.
—¿Quien dice que no está bien?
—Tienes 17 años y yo tengo 24.
—La edad es solo un número.
—No es sólo la edad, ___. Hay miles de motivos más.
—Excusas y más excusas... Como sea, adiós Antoine — Dijo triste y de una manera seca. Está enojada, y tiene toda la razón del mundo.
Ella me dio la espalda y comenzó a caminar rápidamente.
Mis pensamientos estaban todos mezclados. ¿Que se supone que debo hacer? ¿Irme o ir tras ella? ¿Dejarla ir o intentarlo todo?
Ella se alejaba cada vez más y yo no sabía que hacer. No podía reaccionar. Opté por lo que me haría feliz. Corrí tras ella gritando su nombre, pero no me oía, debido a que estaba muy lejos.
Cuando logré que ella por fin pudiera oírme, se dio vuelta. Llegué a su lado, tome sus mejillas y la besé.
Si, la besé. Otra vez.
Me gusta tanto sus labios. Me gusta tanto ella.
—¿Que haces? — Dijo ella, confundida.
—Lo que me hace feliz — Le respondí.— Olvida todo lo que te dije hace unos minutos. Vamos a intentarlo.
—¿Intentar...?— Comenzó a decir ella pero la interrumpí.
—Intentarlo todo. Juntos— Dije. ____ tenia una gran sonrisa en su rostro.
—¿Estas seguro de esto?
—Muy seguro. ¿Que importa lo que digan los demás?
—Vayamos despacio con todo ¿si?
—Claro que si, preciosa. Juro que voy a hacerte la chica más feliz de todas.
—Ya lo hiciste— Me sonrió.—¿Puedo pedirte algo?—
—Lo que sea— Le sonreí.
—Que nadie sepa de esto por ahora. No quiero que las cosas con mi padre empeoren otra vez.
—A los chicos si puedo contarles, ¿verdad?
—A ellos si, pero que mi padre no se entere. Por favor—
—No lo hará. Tranquila. Voy a entrenar, ¿nos vemos allí?
—Allí estaré— Ella me sonrió. ¡Que linda sonrisa tiene!
—¿Te llevo a tu casa?
—No, ve tranquilo. Necesito caminar, me hace bien. Adiós — Ella se acercó y me besó.
Me quedé como un tonto, observando como se iba. Una gran sonrisa se formó en mi cara.
(...)
20 minutos después me encontraba en mi casa, preparándome para ir al entrenamiento.
¿Con qué cara voy a mirar al entrenador ahora?
Narra ____:
Tengo una sonrisa imborrable en mi rostro. Estoy tan feliz.
Llegué a mi casa, y mi madre se encontraba mirando televisión. ¿Deberia contarle o...?
Es mi madre, si, debería.
Pero a la vez es la esposa de mi padre ¿y si le cuenta?
Luego de una pequeña batalla en mi mente, me senté a su lado y le conté todo lo que ocurrió con Antoine.
—Invitalo a cenar alguno estos días— Dijo ella luego de que le haya contado todo.
—No mamá, es que no entiendes. Papá no puede saber todavía.
—¿Por que no? Es tu novio, debe saberlo.
—No es mi novio, estamos intentandolo para ver si funciona lo nuestro.
—Que complicados son los adolescentes ahora...
—Por favor, no le digas nada a papá.
—Tranquila, esto queda entre nosotras.
—Gracias. Voy a cambiarme para acompañar a papá al entrenamiento.
Ella me sonrió pícaramente, reí y me fui a mi habitación. Me vestí muy abrigada, debido a que en Madrid hace mucho frío.
Narra Antoine:
Le dije a los chicos si podían ir antes al entrenamiento, ya que tenia algo muy importante para contarles, y así lo hicieron.
Nos encontrábamos en la cancha en donde siempre entrenabamos, pero ahora estábamos los 6 solos.
—¿Que nos tenias que contar?— Dijo Koke. Estaban todos realmente intrigados.
—Yo les cuento pero ustedes no tienen que decir nada por ahora.
—¿A quien mataste?— Bromeó Koke.
—A nadie— Reí — Estoy saliendo con alguien.
—¿Con quién? — Preguntaron Gabi y Fernando al unísono.
—¿Con quién puede ser?— Les respondí como si fuese obvio.
—No me digas que...— Dijo Mario sorprendido. Asentí con una sonrisa. Todos sabían de quien se trataba.
Los chicos me felicitaban, y se alegraban por mi. Me pone muy feliz tener a estos 5 idiotas como amigos y poder confiar en ellos.
—De todas formas, no es mi novia todavía. Nos estamos conociendo. Y Diego no se puede enterar, ¿de acuerdo?— Todos asintieron.
Poco a poco, el resto del equipo iba llegando. Por último llegó el entrenador, con Giuliano y ____. Mi mirada se cruzó con ella, quien me sonrió.
Luego de eso, los chicos me miraban y me molestaban, mientras yo solo me reía sonrojado.
—Hoy van a tener menos tiempo de entrenamiento, mañana tenemos que viajar a Córdoba (España) Los quiero a las 7 am en punto en el aeropuerto.— Dijo el entrenador.
—¿Cuando volvemos?— Preguntó Tiago.
—El lunes a las 10 am sale el vuelo.
Narra ___:
Cuando mi padre, mi hermano y yo llegamos al club, vimos a los chicos en la cancha, esperándonos. Vi a Antoine y le sonreí.
Cuando el entrenamiento comenzó, yo no podía despegar mi vista de él. ¡Por favor, es hermoso!
Mientras lo observaba comencé a pensar. ¿Estaré haciendo las cosas bien? ¿Realmente yo le gusto?
No puedo evitar pensar que él es muy lindo para mi. Pero tampoco puedo evitar estar atraída por él, ni dejar de mirarlo.
¿Por qué me gustas tanto, Antoine Griezmann?
