La puerta del gran comedor se abrió y todo quedó en silencio. Al poco rato un hombre bien vestido, guapo, con ojos mar y una mujer muy sexy que atraía la atención de la población masculina de Hogwarts
aparecieron, y una sonrisa se dibujo en la cara de Neyla la cual se levantó provocando que la silla cayera para atrás.-¡Brad! - Chilló mientras corría a los brazos abiertos del hombre.
Se estrecharon en un efusivo abrazo en el cual Amy se unió cuando la profesora le tiró del brazo.
-¿¡Por qué no me avisaron!? - dijo Neyla con acento más americano.
-¡Era una sorpresa Ney! - Contestó Brad mientras le colocaba un mechón de pelo moreno detrás de la oreja a la mujer.
-¿Tenéis hambre? - dijo efusivamente.
-Solo sí la comida no está cocinada por ti.- Brad estalló en carcajadas con las palabras de Amy.
-Muy graciosa guapa, bueno, seguidme, tomaremos asiento en mi honorable casa. - Dieron unos pasos hasta la mesa ante la mirada de todos.
-Bueno quiero que me cuent... - cortó a Brad apareciendo lo que Neyla estaba comiendo y nuevos platos para ellos.
-Amy dime, ¿Has asentado cabeza? - le preguntó la profesora ignorando la perforadora mirada de un pelinegro.
-¿Quién? ¿Yo? - le respondió cogiendo comida.
-¿No hay zumo de tomate? - inquirió Brad con mueca de asco mirando un liquido naranja.
-No, solo de calabaza, lo sé, aquí el jugo de calabaza está sobrevalorado. - Los tres rieron a coro, como siempre hacian.
-Y bueno Ney, ¿ese Severus está por aquí? - susurró mientras le daba un pequeño sorbo al juego.
-Sí...- Agachaba la cabeza mientras señalaba cuidadosamente al pelinegro. - ¿Veis el sitio vacío de la mesa de profesores? Donde estaba yo sentada. Pues a mi lado está sentado...
-¿El que tiene el pelo tan sucio que parece una alfombra del siglo pasado? - Neyla evito reír ante el comentario tan peculiar de Amy.
Cuando la pelinegra asintió, su mejor amigo se echó la mano a la cabeza suspirando, mientras que Amy observaba al hombre. Segundos después la risa incontrolable de Amy retumbaba por todo el comedor. Todo el mundo la observaba mearse de la risa.
-¡Perdonen, soy de risa floja! - se disculpó ante la atenta mirada de los alumnos.
-Que hemos hecho mal como amigos... - empezó Brad.
-En donde hemos fallado... - siguió la morena.
- Para que tus espectativas en la vida sean tan malas Ney. - Ambos terminaron.
En parte predecía que esto iba a pasar.
********************
Ya era de noche y en la habitación de nuestra querida profesora se encontraban tres personas en una misma cama.
-No sé qué hacer, estoy perdida. - Neyla se echaba las manos a la cabeza en un intento desesperado de encontar la solución a sus problemas, bueno a SU PROBLEMA.
-Es que aún estoy asimilando que te hayas enamorado de ese ser, es que no lo entiendo, ¿en qué momento fallé como amiga? - Amy estaba a punto de llorar.
-Bueno, tampoco te pongas tan melodramática, que bien que la semana pasada te llevastes a la casa a otro cardo borriquero.- Todo tipo de objetos empezaron a estrellarse en la cara del hombre.
-¡Necesitaba probar la adrenalina de hacerlo con un feo! A parte, de cabeza para abajo no estaba tan mal, incluso puedo llegar a decir que me gustó. Además le puse un cojín en la cara en todo momento, podríamos decir que me tiré a un Ralph Fiennes (Voldy, eres tú? 😏)
-A ver, ¿Habéis venido a ayudarme o a decirme la gran y grave hipermetropía que padezco?
-Bueno, una cosa lleva a la otra. - Neyla le lanzó una zapatilla a Brad.
-Repito, no sé en qué hemos fallado, tal vez sea una enfermedad men... - antes de dejar terminar a Amy, una profesora bastante furiosa cerró la puerta tras de sí.
Necesito andar, despejarme, ¿Habrá sido mala idea llamarlos?
Sus pasos resonaban tan fuerte que de un momento a otro se encontró con el profesor de guardia, que para su mala suerte, era Severus Snape. Sus miradas chocaron por unos instantes, hasta que Neyla quiso seguir su recorrido, el cual fue entorpecido.
-No me he puesto a medir el pasillo nunca, pero creo que es lo suficientemente grande para que podamos pasar sin tocarnos ¿Me entendió? - Continuó caminando, pero ahora con Snape siguiéndola.
-Veo que la visita de sus amigos no la tiene tan ilusionada. - Le agarró del hombro volteándola.
-No es que no me agrade, es que a ellos le ha molestado bastante el hecho de que haya perdido mi perfecta castidad con alguien como usted, y pensándolo, tienen algo de razón. - suspiró - Bueno, a Quir no le molesta ese hecho, y eso es lo que importa ¿verdad?
De repente, el agarre de Snape desapareció y continuó su ronda nocturna.
Agradable como siempre.
Neyla vio como su silueta desaparecía en la oscuridad.
-¡Severus! ¡MALDITO IDIOTA! - corrió tras él intentando en vano que la escuchase - ¡Severus me oyes! ¡SEVERUS!
Sus gritos se tornaron cada vez más llorosos, pero ni con eso conseguía que éste parase. Se agarró a su espalda llorando.
-¿¡Qué he echo mal Severus!? ¡NO! ¿POR QUÉ ESTOY ASÍ? ¡Eres un maldito dolor de cabeza, pero yo! ¡YO TE NECESITO! Yo...te quiero Snape.- La espalda del hombre se tensó. - Y sé que es un problema. Un serio problema.
Neyla soltó el agarre para terminar en el suelo mirando a la nada.
-No soy bueno para ti Neyla, pero yo tam... - fue interrumpido por unos pasos que se dirigían a donde se encontraban.
-¡Neyla!- Ésta no contestaba, quería escuchar las palabras de Severus unos instantes más, pero Brad la cogió en brazos.
- Nos vamos los tres de este maldito lugar ya. Ella no necesita estar aquí, cualquier otro puede desempeñar su trabajo. - Los tres desaparecieron de allí.
-Neyla, creo que yo también te quiero... amo este maldito problema. - Severus siguió su recorrido, pensando en las palabras de la joven.
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Nuestra forma de amar (Severus Snape)
Fiksi Penggemar¿Qué pasaría si Minerva se fuera 4 años de vacaciones? ¿Quien tomaría su cargo? Su ahijada Neyla Cooper que al igual que su madrina es una intrépida bruja, orgullosa de ser la jefa de Gryffindor y algo rencorosa. ¿Qué pasará cuando se entere que su...