Especial

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*Este no es un capítulo normal, ¿por qué? Porque es un capítulo especial (͡° ͜ʖ ͡°)*

Estaba durmiendo realmente cómoda, pero claro, mi cuerpo ya me avisaba que era hora de despertar. Abrí mis ojos con mucho esfuerzo, bostecé y los tallé un poco para ver mejor. De repente, sentí que mi almohada respiraba.

«¡¿Pero qué rayos?!»

Al fijarme bien, no era una almohada sino Yukine. La sorpresa fue tanta, que en un instante ya estaba sentada, tuve que taparme la boca a mi misma para no soltar un grito.

«¿Por qué estaba durmiendo en su pecho?»

Con mucho cuidado me levanté del suelo. Yukine se veía realmente adorable y gracioso. Miré a mi alrededor, todo estaba hecho un desastre, hasta Daikoku estaba babeando sobre la mesa en un profundo sueño.

«Jejeje, me pregunto que pasaría si yo... les tomo fotografías a todos...»

Tomé la cámara que me regalaron, primero una foto del adorable rubio con bigote de sharpie, luego una del señor.

«Dos de cinco, ¿dónde estarán los demás?»

Exploré la casa en búsqueda de mis siguientes objetivos. Encontré a Hiyori y a Yato en el baño, él se había dormido en el regazo de Hiyori, quien estaba sentada en la ducha, creo que fue una precaución por si el dios vomitaba...

«Estos dos hacen una linda pareja»

Tomé la foto, quedó realmente bien. Perfecto, ahora sólo quedaba Kofuku, pero no la encontré por ningún sitio.

«¿Será que escapó aprovechando que Daikoku no la veía?»

La busqué en los alrededores de la casa, pero no había ni un mísero rastro. Había perdido toda esperanza, hasta que escuché un ronquido proveniente del gran árbol en el que ataban a Yato.

«¿Un árbol mágico?»

Me acerqué al árbol, y cuando vi hacia arriba ahí estaba Kofuku, dormida en la copa.

«¿¡Cómo rayos subió hasta allí!?»

—Los secretos del universo —me encogí de hombros, riendo en silencio para no despertarla

Bien, tomé la foto y luego revisé cada una, todas quedaron geniales.

«Y que tal... ¿una selfie?»

Jejeje, una selfie iba a ser más divertida. Así que eso hice, me tomé una foto con Kofuku, después con Daikoku, luego con Yato y Hiyori, fue una selfie con ambos ya que iba a ser más difícil si la tomaba por separado.

El único faltante era Yukine, regresé al comedor donde estábamos dormidos hace un no tan largo rato, y para mi suerte, seguía tendido en el suelo.

«Ésta será la mejor»

Me acomodé a su lado y preparé la cámara.

—Di rubio hermoso —sonreí, estaba a solo segundos de captar el momento

—Rubio hermoso —dijo él, provocándome un mini infarto

«¡Ni siquiera me salió un grito del susto, maldito rubio!»

«¡Que vergüenzaaa!»

Me sonrojé exageradamente, ¡¿ahora qué iba a decirle?!

«"Ah, hola Yukine, solo quería una foto contigo mientras duermes"»

Ya valió todo, ahora me dirán Amane la acosadora.

El rubio se estaba riendo de mí, desgraciado, de seguro lo planeó todo.

—Ven aquí —me dio un beso en la mejilla y me quitó la cámara

«¿¡¿Qué?!?»

Tardé unos segundos en asimilar lo que estaba pasando, Yukine iba a tomar una foto así que sonreí como pude, sin poder evitar sonrojarme de nuevo.

Una Shinki Diferente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora