Cuando Hiyori y yo volvimos, Kofuku estaba hablando con una mujer de cabello rubio bastante largo, vestida de manera provocativa.
—Ne-chan, Hiyorin —saludó Kofuku alegremente
La mujer rubia volteó a vernos, estaba seria, como si le molestara nuestra presencia. Tan solo verle la cara la reconocí.
—Usted debe ser Bishamon —estaba bastante impactada, y eso fue lo único que pude decir
Hiyori estaba callada y seria, creo que sentía que cualquier cosa que dijera la haría enojar. Y bueno, así me siento yo también.
«Yukine me dijo que venerar a otro dios mientras le sirves a uno es una falta de respeto, o algo así»
Un sujeto castaño, alto y con gafas se rió de mi, aunque trató de disimularlo me di cuenta.
«Él debe ser su shinki»
—Si, esa soy yo, ¿cuál es tu nombre? —Bishamon se relajó y me sonrió ligeramente
—Ah, ehm, soy Amane —hice una leve reverencia como presentación
«Ella es una de los siete dioses de la fortuna...»
—¿Qué te trae a estos lugares, Amane? —me examinaba con la mirada, cosa que me incomodó un poco
—Uhm, estoy sirviendo al dios Yato —jugué con mis dedos, ella me miraba tan fijamente que asustaba
—¿Dios... Yato? —apretó los puños mientras fruncía el ceño, se levantó y se acercó a mi— ¿Sirves a ese "dios" pobre?
—Bishamon-sama —el sujeto de antes habló tranquilamente, como si quisiera evitar algo
—Siento lástima por ti, no me imagino lo horrible que debe ser servirle al dios más pobre y vergonzoso del mundo —pude ver como reía entre dientes— Si quieres servir a un dios de verdad, puedes ir a verme cuando quieras —susurró en mi oído con un tono amable— Bueno ya tengo que irme, gracias Kofuku —asintió como despedida a la pelirrosa y me sonrió— Espero tu respuesta —susurró nuevamente
—Sí —dije algo perdida
El castaño hizo una reverencia y siguió a Bishamon, en efecto, es su shinki.
Me quedé muy pensativa ante la propuesta de Bishamon, ¿se podía servir a varios dioses a la vez? Bueno, eso me hizo recordar a la chica de cabello corto del otro día, tenía muchos nombres.
«Servir a una diosa de la fortuna debe ser genial, pero no voy a aceptar de inmediato, tengo que pensarlo bien. ¿Y si Yato se enoja conmigo?»
Opté por no decirle nada por ahora, primero iba a tomar una decisión.
—Aquí están —Yato apareció junto a Yukine, quien estaba serio— Las estuvimos buscando por todos lados, no vuelvan a irse sin avisar —puso una mano en su cadera y la otra en mi cabeza una vez que estuvo junto a nosotras
—Ustedes se la pasan discutiendo y salimos a divertirnos un poco, no quisimos interrumpirles —dijo Hiyori riendo y guiñándome un ojo, a lo que sonreí
—Pensé que podías aparecerte donde sea, así como esta mañana —reí un poco, podía encontrarnos fácilmente y sin embargo tomó el camino largo— Me sorprende que no se lo hayas sugerido, Yukine —sonreí divertida hacia el rubio, quien desvió la mirada
«Creo que todavía no supera lo ocurrido en el pasillo...»
—Ne-chan, te atrapé secreteandote con Bishi-chan —Kofuku se colgó de mi espalda, mirándome con los ojos entrecerrados y su sonrisa maliciosa
—¿¡Qué!? No, nada de eso —mi voz delató mi nerviosismo, esto arruinaba mis planes
«¡¡Rayos!! Gracias por chismosear Kofuku»
Al escuchar las palabras de la diosa, Yato y Yukine me miraron con sorpresa.
—Seguramente no fue nada importante —agregó Hiyori, salvándome
«Ella merece ser una diosa suprema»
—No lo fue, solo dijo que Yato es de los peores dioses que han existido y que es una vergüenza para el mundo —mordí mi labio inferior, citando lo que había dicho Bishamon
Yato se puso una mano en el pecho dramáticamente, como si algo en su interior le hubiera dolido.
—Como si eso fuera una novedad —dijo Yukine con una cara de fastidio ante la reacción del dios vagabundo
Hiyori estuvo de acuerdo con lo que había dicho el rubio, por lo que Yato casi se va de espaldas.
—Algún día seré un gran dios y todos van a venerarme, haré que se traguen sus palabras —nos apuntó a cada uno frunciendo el ceño exageradamente
—Estoy de acuerdo, Yato-sama —sonreí dulcemente he hice una reverencia
«Al menos cree en si mismo, y yo lo apoyaré»
Yato casi se pone a llorar, Hiyori y Yukine me miraban como diciendo "esta no sabe lo que dice", Kofuku sonreía enternecida y Daikoku, quien se unió de repente, sonrió de lado. Creo que él se alegraba de que creyera en mi dios.
—No le des falsas esperanzas, Amane —Yukine miraba de reojo a Yato
Yato solo pudo apretar los dientes, a lo que yo reí junto con los demás.
Cuando se hizo de noche, subí al ático para dormir... bueno, en realidad para pensar en lo que Bishamon había dicho, ¿sería una buena idea o no?
«¿Debería preguntarle a Yukine?»
Como ya habían sido varias veces que despertábamos abrazados, junté nuestras camas para que fuera más cómodo, y nos beneficiaba a ambos. Me recosté en mi lado de la cama y suspiré, abrumada por tantas cosas en mi cabeza.
—¿Te pasa algo? —la voz de Yukine provocó que me sobresaltara, estaba parado observándome y luego se recostó junto a mi, me miró atentamente, tratando de descrifrar mis pensamientos
«Tal vez él pueda ayudarme»
Me di la vuelta para poder verlo a la cara, con un brazo como almohada y el otro doblado para que mi mano quedara justo en mi pecho.
—Uhm, es sobre Bishamon —la mano que tenía en mi pecho la llevé a mi boca, mordiendo uno de mis dedos por los nervios
—¿Te hizo algo? —él también se dio la vuelta para poder verme mejor
—No, es solo que... me propuso ser su shinki, dijo que si quería servirle a un dios de verdad que fuera a hablar con ella —no soportaba la corta distancia que nos separaba, así que me acerqué a él y escondí mi cara en su pecho
—¿Aceptaste? —sentí que sus brazos me rodearon, lo que me alivió un poco
—No he decidido aún, ella espera mi respuesta —que Yukine estuviese a mi lado me relajaba y me hacía sentir segura
«Necesito más Yukine en mi vida»
—Si aceptas te convertirás en una errante, y no importa el nombre que te den, serás conocida como "Nora". En otras palabras, todos te verán como alguien en quien no se puede confiar, ya que, al servir a más de un dios, automáticamente te conviertes en alguien capaz de traicionar a cualquiera de los dioses a los que sirva —me abrazó más fuerte, como si quisiera protegerme de algo— No quiero que te conviertas en una errante, eres mucho mejor que eso Amane
«Dios mío, Yukine, eres de lo más adorable y hermoso en este mundo»
—Entonces... la que vimos el otro día, ¿es una errante?
—Sí, ella le servía a Yato cuando era un dios de la calamidad, pero ahora sólo es una fastidiosa que no nos quiere dejar en paz —ambos reímos por lo que dijo
«Hablar con él en verdad funcionó»
—Gracias Yuki-chan, ya sé lo que debo hacer —me separé ligeramente de él y le di un corto beso en los labios para después acomodarme nuevamente en su pecho y dormir
Exhaló por la nariz de una forma alegre, me dio un beso en la coronilla y también se acomodó mejor para dormir.
—Descansa, Amane

ESTÁS LEYENDO
Una Shinki Diferente.
Fanfiction★¿Qué pasaría si la historia de las aventuras de Yato, Yukine y Hiyori en busca de convertir al dios en chándal en un dios de la fortuna... no es como te la contaron? ★La historia nunca antes contada de Noragami. ★El secreto mejor guardado de los di...