¡¿Por qué siempre terminaba en esta clase de situaciones?!
En serio, esto debía ser una broma.
—Estaremos bien, Ne-chan, aguanta un poco más —Hiyori tomaba mi mano mientras corríamos, tratando de mantener su sonrisa
—La que necesita aguantar eres tú, parece que tus piernas dejaran de moverse en cualquier momento
Habíamos estado corriendo bastante, evitando a tantos ayakashis como podíamos. Hiyori tenía su cola de gato, así que pudo resistir.
Pero, en serio, ¿¡por qué siempre pasaba ésto!?
Por más que me lo preguntara, no se me venía ninguna respuesta a la mente. Nada, ni lo más tonto.
—Podemos ocultarnos aquí —Hiyori me jaló a un santuario que tenía pinta de estar vacío, una vez dentro, los ayakashis no pudieron acercársenos más
Me dejé caer en el suelo, cansada. Hiyori se sentó a mi lado, viendo el lugar.
—Al parecer no hay nadie —miraba de un lado a otro, comenzando a desconfiar del lugar— ¿Hola? —dijo fuertemente, sin saber sobre esperar una respuesta o no
—Que extraño —me senté y me apoyé en mis manos, mirando alrededor— Parece que nadie a estado aquí en mucho tiempo —me levanté, dispuesta a dar un recorrido por el área
¿Era posible que un santuario fuera abandonado y aún así mantenerse bien y purificado? No estaba en malas condiciones, pero tampoco inspiraba confianza.
—Creo que lo mejor será irnos —sugirió Hiyori, aún sentada
—Y yo creo que vi algo... —parecía ser una pequeña criatura, tal vez un perro o un gato, pero quería asegurarme— Espera aquí, ya vuelvo
Sin esperar respuesta por parte de ella, caminé hacia donde había visto a aquel pequeño animal. Miré por todos lados por si lo veía de nuevo, vamos, no debería ser tan difícil volverlo a ver. A menos que haya sido mi imaginación...
¡Y no, no había sido eso!
Esa criatura se apareció de nuevo, pero no era un perro, tampoco un gato, era un ayakashi.
—Oh, rayos —retrocedí un paso lo más lento que pude, preparándome para correr de nuevo
Aunque ese ayakashi no se había movido ni un milímetro, estaba quieto, observándome. No parecía querer moverse o algo y no actuaba como los otros de los que huíamos hace unos momentos.
—¿Por qué no has intentado acercarte? —levanté una ceja bastante intrigada, con la idea de acercarme invadiendo cada rincón de mi ser
Era una sensación extraña, no me sentía bajo amenaza ni nada por el estilo, quería acercarme y tocar a aquel ayakashi que por algún extraño motivo se me hacía familiar.
—Estoy enloqueciendo —reí levemente, negando un par de veces con la cabeza
Me tuve que contener de acercarme, algo en mí trataba de que fuera hacia él, pero la parte racional de mi cerebro decía que no.
—A-ma-ne
Dijo esa cosa con su rara voz, me sobresalté y seguí mirándolo.
¿Era normal que un ayakashi supiera mi nombre?
«No lo creo...»
—¿Qué eres? —cuestioné levantando una ceja— Creo que eso es obvio, santo cielo, ya me puse nerviosa —suspiré fuertemente
—A-ma-ne
Repitió, avanzando lentamente a lo que yo retrocedí un paso, se quedó quieto al instante.
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Una Shinki Diferente.
Fanfiction★¿Qué pasaría si la historia de las aventuras de Yato, Yukine y Hiyori en busca de convertir al dios en chándal en un dios de la fortuna... no es como te la contaron? ★La historia nunca antes contada de Noragami. ★El secreto mejor guardado de los di...