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Salí de mi casa para ir directo a la universidad. Me había levantado dos horas antes para repasar lo último y aunque estudie muchísimo sentía que no era suficiente.

Me observé sin querer en el reflejo de mi ventana antes de cruza la calle. Llevaba hecha dos colitas, hacía dos días que decidí cortarmelo y ahora estaba un poco arrepentida por ello.

Natsu aún no me había visto ni sabía de mi decisión. Me preguntaba cual seria su reacción. No podía evitar sentirme doblemente ansiosa, no importaba qué, todo debía salir bien hoy.

Estos días había disfrutado de la compañía de Sting, estudiábamos juntos y había notado que era un chico muy ordenado e inteligente. Las largas horas compartidas me habían mostrado una parte suya que no conocía.

Obviamente Natsu no sabia de esto, no porque yo no quisiera contarle o lo escondiera ¿Que escondería? Sólo me hacía compañía y estudiábamos. Si él no lo sabía era por que jamás me llamaba y las pocas veces que yo lo hacía me contestaba de forma muy fría. Me asustaba la idea de pensar que estábamos cada vez más lejos pero no me dejaba llevar por pensamientos negativos ¿Si Natsu no me había dejado entonces estaba todo bien? Sólo debía entender que trabajaba muchas horas y estaba exhausto, se tomaba muy en serio toda la responsabilidad que tenía encima y yo debía hacer lo mismo con mi vida.

Todo denotaba que sería una jornada tranquila. No puedo decir que tengo un sexto sentido o una excelente percepción del peligro pero a veces suelo darme cuenta que se avecina algo grande y terrible. Esta vez la calma era tal que me deje llevar sin pensar que esto mismo me anunciaba el caos.

Cuando sólo estaba a pocas cuadras de la Universidad mi celular sonó. El teléfono casi cae de mis manos al ver la foto de Natsu y el <<Llamada entrante>>.

—Natsu...

—Hola Lucy —Se escuchaba de fondo autos, gente hablando, deduje que estaba en la calle.

—¿Como has estado? —Debía contener mi felicidad pero creo que en mi tono se notaba.

—Un poco cansado pero bien...quería desearte suerte y saber por dónde andabas específicamente...

Me pareció extraño lo último.

—Estoy a pocas cuadras del edificio —Mis ojos brillaban. Cruzaba un viejo callejón donde estudiantes de la facultad solían pintar y vender sus obras por monedas.

Allí escuché mi nombre. Giré al momento en que Natsu me decía que estaba cerca. Ahí estaba Minerva, a su lado Sting y otros más.

—Heartfilia... Que bueno que te encontramos... —Ella se acercó a mí junto con un compañero de clase.

—Lo siento, no puedo hablar con ustedes ahora —Exclamé sin quitarme el celular del oído.

—¿Sucede algo? —Preguntó Natsu con voz preocupada.

—Necesitamos tu ayuda...—Uno de ellos me arrebató el móvil y lo estrelló contra el suelo.

Quedé paralizada ante ellos. Sólo pude atinar a mirar a Sting que se acercó a este.

—¿¡Estas loco!? —Lo quiso agarrar del hombro pero recibió un golpe de su parte que lo dejó en el suelo

— ¡Sting! —Me tiré sobre él y toqué su rostro lastimado, alguien tomó con fuerza mis cabellos no pude evitar quejarme del dolor.

—Simplemente no te soporto —Minerva habló tras de mí —Quiero que sufras.

Nos rodearon, Sting seguía inmóvil. Imagino que algún transeúnte notó lo que sucedía pero últimamente las personas suelen hacer la vista gorda, me sentía totalmente aterrada, mis piernas temblaban y no podía pensar en nada ¿Que me harían? Y ¿Por que? ¿Que daño le había hecho a Minerva para llegar a este extremo?

Hanabi (NaLu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora