Hanabi (NaLu)

12

Me perdía en la lectura, sostenía la cabeza con las manos sintiéndome exhausta, la casa estaba desordenada como si un tornado hubiera pasado por allí, Natsu dormitaba arriba del libro japonés-español estiré mi mano hacia él y le di un pequeño golpe en la cabeza, se despertó sobresaltado.

—¿¡Que sucede!? —Alzó las manos como si fuese un ladrón capturado.

—Estudia, vamos... —Le regañe —Asi no aprenderás el idioma!

—Pero quiero que me lo enseñes tú —Hizo un puchero que logró que los latidos de mi corazón se incrementaran.

—Sabes que tengo exámen —Dejé caer mi cabeza contra el libro.

Recordé mi paso por la oficina del rector el día de ayer.

—Hola —Saludé a la secretaria que no despegaba su mirada de la computadora y escribía a la velocidad de la luz.

—Dime —No me miró.

—Quisiera hablar con el rector —Mi voz tembló.

—¿Tienes cita?

—No pero...

—Lo siento él no puede atenderte si no tienes una cita...

—Pero es importante.

—Te daré una para dentro de dos días — Dejó de escribir, y buscó algo en la computadora —¿Estudias aqui? ¿Nombre?

—Si, soy Lucy Heartfilia...

Por fin dejó de mirar la pantalla y posó sus ojos oscuros, casi negros en mí.

—Espera un momento —Se puso de pie, abandonó su escritorio y caminó haciendo ruido con sus tacos hasta la puerta del rector, tocó dos veces y entró.

Los cinco minutos que tardó fueron eternos, mis ojos recorrieron el lujoso lugar, el más ostentoso de todo el edificio sin dudas.

—¿Lucy verdad? —La secretaria volvió
— El rector no puede atenderte ni hoy ni nunca —Dijo directa.

—¿Que? —Me sorprendí.

—Lo que has escuchado, así que por favor retirate —Miró su reloj —Mi horario de descanso comienza ahora —Abrió la puerta y me señaló la salida.

Me fui molesta sin antes chequear la hora en mi celular.

—¿Oye estas bien? —Natsu levantó mi cabeza. Al verme, Natsu dió un gritó y me soltó lo que hizo que la estrellara sobre la mesa.

—¡Que dolor! —Me quejé.

—Estas muy rara últimamente —Exclamó triste —En Japón éramos más felices...

—No es eso —Suspiré —Solo que las cosas son un poco difíciles, la universidad, el trabajo y ahora el alquiler, a veces creó que no podré con todo...

—Lucy... —Se puso de pie, quedé mirándolo —Debo buscar un empleo.

—Claro que sí pero primero debes aprender...

—No hay tiempo para eso —Golpeó la mesa con el puño —Si no lo hago ahora seguirás sufriendo...

—¡Natsu espera! —Salió corriendo hacia la habitación y se encerró, me puse tras la puerta y escuchaba sonidos de golpes, caídas, parecía que una batalla se llevaba a cabo. Luego de unos minutos de completo silencio salió, mis ojos parecían desorbitados Natsu estaba tan...elegante.

—¿Que te parece? —Hizo una pose femenina poniendo una mano en la cintura.

—¿¡Que...que....que!? —Mis mejillas hervían.