-120 horas con 28 minutos –comente cuando Tony se aleja para observar el trabajo finalizado-. Pensé que tardarías más.
No solo arregló la máquina, sino que diseñó una mejor estructura y ahora parece una simple silla, pero tiene todos los monitorios que tenía la otra y esta luce mucho mejor.
-Hubiera tardado menos si no nos hubiéramos tomado un día libre –me reclama, después de todo esa fue mi idea.
-En mi defensa, no habías dormido y no quería que tu novia me matara –él solo niega y después de un instante va a los controles la enciende y se sienta.
-Hora de probarla. Tú haces las preguntas.
-¿Esto es necesario? –le pregunto, él asiente y me ve como si fuera una pregunta ilógica.
-Cuando construyes algo lo pruebas ¿no? De eso depende la credibilidad que tengo –pongo los ojos en blanco-. Vamos, pregunta lo que quieras.
-En ocasiones te comportas como una adolescente ¿eso es normal? –Él sonríe, el tipo de sonrisa que aún me incomoda por ser tan naturales y perversas a la vez, pero que son contagiosas-. Bueno, déjame pensar... -me siento frente a él, detrás de los controles- ¿Qué es lo que más te importa en la vida?
-Pepper –responde inmediatamente y sus signos vitales se quedan estables. Un romántico, pienso.
-¿Cuál es tu color favorito? –esta vez se tarda un poco más en contestar.
-El rojo y el morado. Pregunta algo más difícil.
-¿Eres infiltrado de hydra? –misma pregunta que tuve que contestar yo.
-Lo soy –dice asintiendo-, me descubriste. Ahora tendrás que matarme –pero sus signos dicen que es una absoluta mentira.
-Lo haré más tarde, ahora ¿Puedo pedirte un favor?
-Lo que sea –de nuevo la maquina dice que es mentira, alzo la ceja-. Está bien, depende de que sea...
-Podrías llevarme a Washington –le preguntó con cautela.
-¿Para qué?
-Se supone que yo hago las preguntas y tu contestas –le digo, pero no queda conforme con eso-. Vivía ahí...
-No puedes ir a ningún lado conocido, ellos te buscaran ahí.
-No estoy planeando visitar mi apartamento –esa es la verdad-, además, si me acompañas nadie se va a meter conmigo.
-Esa es la otra cuestión, hoy no tengo tiempo, tengo varias... cosas por hacer.
-Pero son solo tres horas, Si nos vamos ahora estaremos de regreso antes de que se haga de noche –de verdad necesito ir, por eso insisto-. Quiero llevarle flores o algo a mi mamá.
Es entonces que se queda en silencio y se pone a pensar.
-Está bien, le pediré a alguien que te lleve, te traiga y cuide de ti mientras estés fuera –casi salte de alegría- pero, no te quedes mucho tiempo ahí ¿bueno?
-Bueno, muchas gracias.
-No te emociones tanto, esto te va a costar –se levanta y pasa junto a mí, se detiene antes de salir-, mañana va a venir Fury a ver su encargo y lo que haga falta que te pregunte lo va a hacer aquí, de eso depende lo que sea que siga para ti.
Por un momento sonó como mi papá, una vez me dijo algo así. No supe qué contestar así que solo guarde silencio y asentí. Él salió de inmediato a hacer una llamada y yo salí a arreglarme para irme.
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Rompiendo el mito: Capitán América
FanfictionRebecca Carter es la chica del plan, un plan sencillo pero que acabará con uno de los mitos más grandes de la nación: la perfección de Steve Rogers, el Capitán América. Ella en compañía de Natasha Romanoff se encargará de tentar al capitán para sabe...