Primer día del año, muchos dicen que es el más fácil porque aun tienes claras tus metas y porque la mayoría no vive este día debido a que están desvelados. En mi caso y el de Steve no era así, nosotros nos habíamos levantado temprano para hacer ejercicio, pero más para ver el primer amanecer del año.
-Esta es una escena demasiado romántica –dije luego de un rato contemplando el sol.
-Es perfecto, solo puedes hacerlo una vez al año –sonrió-. Disfrútalo, fue tu idea.
-No ha sido la mejor de mi vida, pero fue buena –él pone su mano en mi hombro, en estos días he descubierto que me trata como a un amigo, y si, dije amigo porque me trata como lo hace con Sam.
-Vamos, hoy correrás más que de costumbre –me sonríe.
-¡Feliz año nuevo para mí!
Seguía sin descubrir la verdadera importancia de hacerme correr tanto, pero sí que me despertaba y me dejaba preparada para practicar con la electricidad. Últimamente mi puntería mejoraba pero la contención seguía bastante pésima, Hilgard se la vivía diciendo que necesitaba encontrar algún modo de contenerla, pero mis ideas terminaban siendo bastante rudimentarias y las que Tony aportó cuando le conté incluían usar la mano de su armadura. Aun así me sentía orgullosa de mi pequeño avance.
Justo ahora estaba lanzando pequeñas bolas de energía de color azul rebosantes de chispas que saltaban a mi piel antes de lanzar la esfera, fue a parar muy cerca de mi objetivo.
-No estoy muy seguro, pero tu puntería es un asco –la voz de Tony me sacó de mi momento de concentración, de inmediato salté sobre él y lo abrace, lo había extrañado mucho.
-Pensé que estarías durmiendo o que quizá estabas tirado por alguna parte de Los Ángeles –me retire para contemplarlo, lucía exactamente igual que la última vez, llevaba consigo un maletín-. Me trajiste un regalo, no te hubieras molestado...
-Aunque no lo creas si es para ti –coloca el maletín en la mesa y lo abre, dentro hay dos cajas rojas de terciopelo, él toma una y la saca-, ya resolví el problema de la canalización de energía –agita sus dedos en mi cara y abre la caja, dentro hay dos brazaletes plateados, me los pone sin preguntar y sonríe.
-¿De verdad? –él asiente con ganas.
-El metal lo va a conducir y a concentrar, Hilgard también cree que es una buena solución –estos dos hablando no me parece tan buena idea por alguna razón-. ¿Qué espera? Pruébalos
Los observo un momento, ambos son simples y diferentes pero se ven bien juntos. Absorbo la energía y la siento vibrar bajo mi piel, en efecto, los brazaletes la mantiene estable, dentro de mí hasta que el rayo sale disparado dando más cerca del objetivo de antes, giró a ver a Tony, él tiene esa expresión de autosuficiencia que tanto me da risa.
-Y que hay en la otra caja, Santa Claus –le preguntó, él la saca como hizo con la otra pero se detiene antes de abrirla.
-Esta fue recomendación de Wanda, aunque no estoy seguro de que funcione contigo –la abre y dentro hay alrededor de 20 anillos, todos diferentes con grabados y formas distintas, no hay nada más que metal dentro, ninguno está hecho más que de eso.
-¿Cómo se supone que voy a pagarte por esto? –él levanta una ceja.
-Son regalos, además ninguno me costó, agradécele a mi madre- entonces me quite los brazaletes, los metí en su caja y los deslice hacia él.
-Esto debería de ser para tu futura hija o para Pepper, no para mí –Tony reprimió una sonrisa.
-Esto es mío y yo decido a quien se lo doy y si no lo aceptas me voy a ofender –sonrió y negó con la cabeza como si le desesperara mi actitud-, además aun no termino con los regalos.
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Rompiendo el mito: Capitán América
FanfictionRebecca Carter es la chica del plan, un plan sencillo pero que acabará con uno de los mitos más grandes de la nación: la perfección de Steve Rogers, el Capitán América. Ella en compañía de Natasha Romanoff se encargará de tentar al capitán para sabe...