Más palabras que no entendía. Había pasado la noche entera desarrollando un algoritmo para un programa que tradujera de modo exacto el maldito documento, pero no solo estaba en ruso, estaba codificado también.
Apretaba los puños con frustración, solo podía contenerla a ella, pero no a las chispas que mis puños desprendían, estaba a punto de golpear la mesa cuando decidí que era el momento de salir y comer algo, era medio día después de todo y yo no me había despegado de la pantalla de la laptop desde hacía mucho.
Me llevo un rato arreglarme para no parecer un zombi pero había valido la pena en cuanto vi a Steve caminar con esa sonrisa que me desarmaba. Se detuvo frente a mí y saludo con la cabeza.
-¿Debo decir buenos días? –pregunta confundiéndome un poco- Sé que no dormiste en tu habitación ni en ninguna otra parte.
-Como estas tan seguro ¿acaso me acosas? –tenía ganas de jugar un poco con él.
-Cuido de ti, la última vez que deje que Romanoff lo hiciera te hiciste esto –repasa con su dedo la fina línea de mi mejilla y se me erizan la piel.
-Mi mamá esperó por un segundo novio al que avisarle que tenía un amante al que amaba más que a nadie –levanta una ceja y cuando está a punto de interrumpir lo detengo-, mi trabajo, lo amo más que a mi propia vida sobre todo cuando soy útil.
-¿Me llamaste novio? –lo contempló durante un par de segundos en mi cabeza y asiento.
-Es un decir –le contesto sonriendo-, digo, ni siquiera es como que me hubieras besado ¿no?
¡Provocación! –grita con fuerza la mente de ambos- ¡Besalo! –sigue gritando mi cabeza pero me limito a suspirar.
-Ese... ese es un buen punto –me concede él y no sé si reír o llorar al pensar que ya se había dado cuenta.
-Porque no me acompañas por algo de comer y vemos una película. Digo, si no tienes nada más por hacer –él niega y me toma la mano.
Me lleva a la cocina y me ve comer atento, no hace preguntas y responde todas las que yo le hago acerca de su mañana de forma simple.
-¿Puedo conservar el título? –pregunta cuando estoy terminando. Por instinto mi corazón busca la forma de salir de mi pecho y aterrizar en sus brazos- La verdad me gusta cómo suena, no solo porque sea un decir.
-Puedes conservarlo –trato de ocultar mi alegría pero falló y mi voz suena llena de felicidad-, pero te advierto que viene con dos títulos más. Mío...
-Puedo soportarlo –responde sonriente.
- Y señor novio –se ríe y me pide explicación de ese sin hablar-. Agradécele a Natasha.
***
Se había quedado dormida sin previo aviso y él no se había dado cuenta hasta que de repente lo abrazo, su respiración era lenta y tranquila, sus pestañas cubrían sus ojos como un par de espesas cortinas oscuras. Tenía el ceño levemente fruncido formando una curiosa arruga en forma de uve que le pareció terriblemente encantadora.
Un rato después se descubrió poniéndole más atención a ella que a la película. ¿Cómo podría lucir tan hermosa cuando dormía? Era quizá la paz que reflejaba, todo al contrario a cuando estaba despierta y era una tormenta de energía, parlanchina y risueña sin parar. No se resistió al impulso de quitarle de la cara un mechón de cabello.
Así permaneció hasta que algo cambio en el semblante de ella, una mueca de dolor o miedo, no sabía cuál de las dos, seguido de un quejido suave y llanto. Muchas veces pidió perdón mientras él trataba desesperadamente de hacer que despertara y cuando lo logró y ella abrió los ojos tardó un rato en dejar de llorar sin soltarse de él.
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Rompiendo el mito: Capitán América
FanfictionRebecca Carter es la chica del plan, un plan sencillo pero que acabará con uno de los mitos más grandes de la nación: la perfección de Steve Rogers, el Capitán América. Ella en compañía de Natasha Romanoff se encargará de tentar al capitán para sabe...