Capítulo 15
¡Al Rescate!
Pierre y Boumann se movían entre los destrozos ocasionados por una cadena de explosiones que había desatado Larsson. El informático, tal y como había acordado con su buen amigo Boumann, había utilizando como guía su red de cámaras pirateadas para detectar a un grupo de agentes de SEGDIAN que habían cometido la negligencia de no llevar activado el camuflaje óptico. Ni corto ni perezoso, en un gesto aburrido, los exterminó pulsando un solo botón, con toda la tranquilidad del mundo, mientras con la otra mano se metía una patata frita en la boca. Los efectos para aquellos pobres desgraciados fueron devastadores. Los explosivos que utilizaba Boumann, que tenía amplios conocimientos químicos, eran de creación propia y tenían la particularidad de que con muy poca cantidad de material se conseguía una onda expansiva brutal, generando además unas temperaturas por encima de los dos mil grados en las primeras decimas de segundo que ayudaban a su letalidad. Para conseguir el mismo poder destructor de un kilo de trinitrotolueno, solo se necesitaban 30 gramos del compuesto químico creado por el alemán, cualidad que facilitaba mucho el fabricar bombas de pequeño tamaño que pudieran ser escondidas en los más inesperados lugares.
El alemán y el francés observaron el estado en el que habían quedado las víctimas. La mayoría de los esbirros de SEGDIAN murieron o resultaron gravemente heridos.
—Tenemos que darnos prisa Boumann —le insistió Pierre a su sereno compañero mientras se agachaba a revisar el equipo de los cadáveres enemigos buscando algo muy concreto: máscaras de gas.
Instantes antes, Larsson se había puesto en contacto con ellos de manera urgente. Les informó que había interceptado información de SEGDIAN en la cual se daban a entender órdenes para un próximo ataque aéreo. SEGDIAN iba a bombardear con gases potencialmente letales una amplia zona alrededor del punto donde había sido localizada Clorofila. Eso significaba que si querían rescatar a Patrick de lo que pudiera haberle pasado y atrapar a la mujer, deberían adentrarse en la zona bombardeada con mascaras antigás, algo que no habían previsto, y que por tanto debían arrebatárselas al enemigo.
—Aquí encontré una intacta —le informó Boumann al francés mostrándole una que acababa de sacar del morral de uno de ellos.
—Perfecto, yo tengo aquí otra. Pongámonoslas de inmediato.
Ambos se bajaron las capuchas de sus gabardinas y se colocaron las máscaras.
Para lo feas que eran, resultaban bastante cómodas, y además, al estar construidas con la alta tecnología de SEGDIAN, incluían un modo de visión térmica opcional que en verdad les podía resultar útil contra camuflajes CRISTAL, ya que hubiera sido incomodó llevar sus propias gafas debajo de aquellas máscaras tan ajustadas.
Una vez se apretó las correas de la protección antigás, Pierre se volvió a colocar la capucha de la gabardina. El experto en explosivos lo imitó.
—Ahora parecemos limpiadores de zonas radioactivas —bromeó Pierre.
A lo que Boumann no dijo nada, simplemente se limitó a quitarles las granadas que portaban algunos cadáveres y le instó a Pierre a seguir.
—Vámonos. Patrick nos espera.
—Sí, no hay tiempo que perder.
El francés se puso a correr, ignorando por completo el sigilo. Quería llegar cuanto antes al lugar donde estaba el gigantón, pero por encima de todo, quería comprobar que tan efectivas eran esas gabardinas en combate. El alemán le siguió al mismo ritmo.
—Boumann, corriendo tardaremos una eternidad, consigamos un vehículo.
El alemán asintió. Allí había varios, pero hechos pedazos. Era evidente que con las ruedas a quince metros de distancia de donde debían estar ubicadas, aquellos automóviles no iban a correr mucho. Los había usado como coches bomba, por lo que muy útiles no iban a resultar. Tendrían que buscar en otra parte.
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A2plus: Esencia Evanescente I y II (YA EN LIBRERÍAS)
Science FictionYA A LA VENTA EN LAS MEJORES LIBRERÍAS DE AMÉRICA Y ESPAÑA. La Tierra se muere y lo hace en silencio. Un siglo atrás, A2plus se atrevió a desafiar las leyes del universo y su acto dejó un legado nefasto en el planeta. Más allá del mar, al otro lado...