Capítulo 25: Los Hermanos Postizos.

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Capítulo 25

Los Hermanos Postizos.

(Hay una melodía para ambientar el texto)

Montgomery pasó toda la noche acompañando a su compañero Creed y a su pupilo Mike sumido en la tristeza y la preocupación, aunque con una pequeña esperanza en su estado de ánimo.  Ese pequeño brillo de luz provenía de las buenas noticias que llegaban del estado de salud de Creed, pues aunque su amigo había quedado muy malherido en su encuentro con Lady Lechuga, los médicos habían estabilizado sus constantes vitales y su vida ya no corría ningún peligro aparente.

Tampoco le iban a quedar secuelas a largo plazo, aunque sí se vería obligado a hacer mucha rehabilitación antes de poder volver a la vida activa como militar. Algo no tan malo. Unas largas vacaciones pagadas le esperaban, pues otra cosa no sería, pero SEGDIAN sabía cuidar de sus hombres con toda clase de privilegios.

Lamentablemente aquella era la única buena noticia. El fallecido Jack había sido llevado a la morgue, donde prepararían su cadáver para un solemne funeral. Y Mike, pese a no tener signos de heridas físicas visibles, había quedado en estado comatoso y nadie sabía que era lo que le ocurría. Los médicos habían intentado reanimarle de todas las formas conocidas, pero él simplemente permanecía inconsciente, con sus constantes vitales y actividad cerebral bajo mínimos.

De hecho, si no fuera porque sus órganos esenciales funcionaban con normalidad, sin ningún daño cerebral aparente, los especialistas pensarían que su situación era irreversible. Y luego ya, para finalizar de rematar la incertidumbre, estaba el tema de la misteriosa desaparición de otros dos de sus pupilos: su querida Diana y Cristopher. A ambos los habían tratado de localizar, pero ninguno de los dos había dado señales de vida, por lo que Montgomery se presuponía lo peor sobre su destino final.

Aquella misión en definitiva, pese a contar como un éxito para SEGDIAN, suponía un trágico fracaso para él en el ámbito personal. Y es que el grupito formado por Jack, Mike, Diana y Cristopher representaba su mayor orgullo y los apreciaba como algo más que simples subordinados, especialmente a dos de ellos: Diana y Jack, o como a él le gustaba llamarlos, "Los Hermanos Postizos".

Montgomery recorrió los pasillos del hospital con la moral por los suelos, y muy cansado, con una taza de café negro en su mano, se dirigió a la sala de espera y se sentó en uno de los cómodos sofás con actitud cabizbaja y pensativa. Se encontraba solo en aquel lugar, pues aunque en situaciones normales muchos compañeros de Urban Eagle hubiesen ido a ver el estado de salud de sus compañeros heridos, no les fue permitida la entrada al centro médico por órdenes expresas de la directiva de SEGDIAN. Tan solo con Montgomery, por su elevado rango militar, hicieron una excepción.

Así pues, en semejante soledad y sumido en la melancolía del recuerdo, el honorable militar dio un sorbo a su café y apoyando la cabeza sobre el asiento de piel de la sala de espera, se dejó llevar por los nostálgicos recuerdos del pasado. Especialmente emotivos los de sus dos apreciados niños rubios: Los Hermanos Postizos (nunca fue muy bueno dando nombres a las cosas). Recordaba todo aquello como si hubiese sido ayer, pero ya hacía más de diez años de aquellos sucesos...

En esa época, Montgomery era por aquel entonces apenas un cabo, aunque no un simple cabo, pues gracias a sus hazañas heroicas ya se había ganado el respeto de todos sus compañeros y superiores, así como de la cúpula militar, habiendo planes serios de promocionarlo a un rango superior por sus méritos en combate y sus numerosas medallas.

Lo cierto es que el camino de Montgomery podría no haberse cruzado jamás con los "hermanos postizos" ni con Cristopher y Mike, de no ser porque en una sangrienta batalla contra la resistencia, el entonces cabo, resultó gravemente herido por varios disparos, dejándolo al borde de la muerte.

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