Capitulo 20: Marcados por el Destino (2ª Parte)

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Capítulo 20

Marcados por el Destino (2ª Parte)

La imagen natural dio paso a una realidad expandida en la que las fuentes de calor dotaban a los colores originales de un matiz fluorescente que los hacía resaltar sobre todas las demás cosas. Con ese tipo de imagen artificial, Pierre descubrió las siluetas de tres helicópteros volando en modo sigilo, acercándose a ellos rápidamente. Por su forma parecían un tipo de aeronave de vigilancia y transporte de tropas, utilizado frecuentemente por Hades.

Pierre se incorporó raudamente.

—¡Mierda! Boumann, ayúdame a meter a Patrick en el interior del edificio. Helicópteros Centinela vienen hacia nosotros, nos detectarán por nuestro calor si nos quedamos aquí.

Boumann se apresuró a levantarse de la tubería en la que se había sentado a descansar, y a toda prisa, sujetando los enormes y musculosos brazos de Patrick, tiraron de él hasta meterlo dentro del edificio, en el pequeño descansillo que había antes de salir a la azotea. Cuando lo hubieron hecho, entrecerraron la puerta, con ellos dentro del inmueble, y Pierre trató de ver algo a través de la pequeña abertura que había dejado a propósito.

Los aparatos voladores surcaron el cielo a gran velocidad y el francés no tardó en perderlos de vista por culpa de su reducido campo de visión. A dos manzanas de donde estaban los miembros de Crisol, los centinelas se detuvieron en el aire y empezaron a descender casi en completo silencio. Una gran cortina de aire contaminado empezó a remover basura y desperdicios del suelo. Estos volaron en todas direcciones, alejándose de las aspas de los rotores de las tres aeronaves. Al poco, con los helicópteros flotando a quince metros del suelo, se abrieron las compuertas laterales, y con la ayuda de cuerdas, descendieron más y más escuadrones de Hades, ataviados con sus habituales ropas negras acorazadas y su característico escudo de la guadaña, el águila bicéfala y la calavera en la espalda.

Una vez creyó Pierre que los helicópteros habían pasado de largo, cerró completamente la puerta.

—Boumann, la misión va directa al fracaso. Hemos perdido el factor sorpresa y solo quedamos nosotros dos y Larsson. Tenemos a Patrick herido y Josué es mejor que no se arriesgue a venir tal y como están las cosas. Además Hans ha desaparecido. Creo que las cosas no pintan muy bien.

—Ciertamente —se mostró de acuerdo el alemán.

—Voy a llamar a Klinsmann y le voy a exponer la situación.

Pierre se abrió la gabardina y cogió la radio que había debajo de ella, sujeta a su chaleco militar mediante un sistema MOLLE. Pulsó una serie de números y empezó a hablar.

—Aquí Crisol llamando a Guarida del Lobo. Crisol a Guarida del Lobo —nadie contestó y Pierre volvió a repetir su llamada—. Aquí Crisol llamando a Guarida del Lobo, Crisol a Guarida del Lobo.

—Guarida del Lobo al habla, ¿eres tú Pierre?

—¿Santo? —preguntó el francés al reconocer la voz.

—Sí, Pierre, ¿cómo van las cosas por allí? Nos están llegando noticias muy oscuras de ese lugar.

—Todo se ha ido al infierno. Santo, ¿puedes ponerme con el señor Klinsmann? No tengo mucho tiempo.

—Ahora mismo, espera un momento.

Pierre se quedó a la espera mientras observaba preocupado el enfermo cuerpo de Patrick inconsciente. Aun habiéndole puesto la máscara de gas, su estado era cada vez más y más delicado.

—Parece que el gas que ya ha respirado, lo sigue envenenando —le comentó el francés mientras observaba que la piel de Patrick se iba tornando color ceniza.

A2plus: Esencia Evanescente I y II (YA EN LIBRERÍAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora