El pasillo de los signos era iluminado por los intensos rayos de la luz del día, cada uno de los emblemas tallados con delicadeza sobre aquel enorme muro se podían visualizar a lo largo del templo, algunos de ellos eran iluminados por una luz interna, la cual demostraba la vitalidad de los cosmos de aquellos caballeros, otros simplemente permanecían apagados ya que no habían sido encontrados.
Hasta los momentos los emblemas que permanecían encendidos en aquella pared de piedra eran Aries y Sagitario con un destello rojo, Tauro y Virgo emanaba una luz marrón, Géminis y Acuario con un brillo amarillo, Cáncer y Piscis iluminado con un color azul. Cada uno de ellos perteneciente a los jóvenes que ahí habitaban.
El sonido agudo de aquella trompeta llenó los espacios de aquella zona mientras se extendía a toda velocidad, el cual indicaba el llamado al comedor, los pasos de Piscis se unieron al eco producido por un pequeño grupo de jóvenes, quienes caminaban en silencio mientras sus mentes eran consumidas por la preocupación. Entraron en aquella larga habitación, cada uno tomó asiento en sus respectivas sillas.
La mirada de Piscis fue capturada por aquellos tres rostros, los cuales habían cambiado por completo, la belleza de su piel dejaba al descubierto las perfecciones de sus rostros acompañados por aquellos intensos ojos, en los cuales se podían perder con facilidad. No solo podía sentir los cosmos de sus hermanos, ahora podía observar su verdadero color, el cuerpo de Cáncer dejaba ver un aura de color blanco como las nubes de un día cálido, Virgo brillaba con un aura Azul intenso como como el cielo en invierno y el aura de Sagitario era de un vivo color purpura, el cual resaltaba su color de piel.
"No se con exactitud que fue lo que pasó ayer". Dijo Aries rompiendo el silencio.
"Todo fue confuso... en ningún momento llegue a percibir una energía distinta a la nuestra... hasta que llegué a la habitación". Dijo Piscis.
"Solo hay alguien en esta habitación que nos puede aclarar ciertas dudas". Añadió Sagitario posando su mirada sobre uno de sus hermanos.
"Cáncer... ¿Qué fue lo que ocurrió?". Le preguntó Aries con voz firme.
Cáncer guardó silencio por unos minutos, sus ojos verdes se habían enfocado sobre la oscura madera de aquella mesa, la cual se dibujaba ante sus ojos, cerró con fuerza sus puños mientras se estremecían por su perdida, su mente comenzó a recordar todo lo vivido antes de la aparición de sus hermanos.
"La casa se sentía en tranquilidad... mi madre había preparado el desayuno... desde la aparición de Piscis sabia que mi regreso al mundo de los Dioses estaba por llegar... así que tomé la fuerza suficiente para hablarlo con mi familia... ellos desde un principio sabían acerca de mi verdadera existencia... mi madre estaba consciente de ello pero aún así no pudo controlar su dolor... me levante para estar solo en mi habitación... una vez ahí un sonido extraño provino de la planta inferior... de inmediato un silencio se produjo por completo... cosa... que no me agradó... bajé con cuidado las escaleras en dirección a al comedor... mi padre ya no estaba ahí... algo no andaba bien... corrí a la cocina y solo me encontré con la loza sucia sobre el mesón... entonces logré percibir una energía distinta a la nuestra... salí de la cocina a toda velocidad mientras los llamaba con preocupación... fue entonces cuando escuche el grito de mi hermana... subí hasta su habitación... cuando abrí la puerta un rayo de luz negro impactó en mi pecho... caí al suelo mientras observaba como aquel hombre consumía el cuerpo de Iva... comprendí que mis padres también estaban muertos al igual que mi hermana... aquel hombre los devoró mientras su energía aumentaba". Contó Cáncer con su voz temblorosa.
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El Zodíaco 1: La Reencarnación
FantasyEl mundo se ve amenazado por una oscuridad imparable, una fuerza maligna que se extiende lentamente, renovando su poder con cada avance. Sin embargo, en medio de la desesperación, antiguos guerreros resurgen de las cenizas, renaciendo entre la human...