Todos los indicios encontrados daban a un solo objetivo final, el cual tenía relación con aquella hermosa mujer quien comenzaba hacer aparición no solo en los recuerdos de Piscis si no también en los de sus hermanos. El templo que se encontraba en las profundidades del lago, poco a poco estaba llegando a la superficie pero aún no entendían por completo el motivo de todos aquellos sucesos.
Desde el momento que encontraron aquel baúl, Piscis comprendió que su vida estaba destinada a reunirse nuevamente con su alma gemela, aquella persona a quien conocía desde que tenia memoria, no entendía como jugaba la vida ya que desde hace algunos años atrás había dejado el mundo de los mortales, al mismo tiempo abandonado a los seres amados. Se había olvidado por completo de su familia, del lugar donde vivía, de aquel bosque donde pasaba sus tardes para disfrutar de su belleza y tranquilidad, especialmente se había olvidado de aquel chico que se había apoderado de su corazón pero lo mantenía en secreto para tenerlo como el más hermoso recuerdo que su mente podía mantener registrado por siempre.
Su amor por Roberto comenzó a crecer cuando entró en la etapa de la adolescencia, un proceso totalmente nuevo para él en el cual no solo comenzaba a conocerse a si mismo si no también a comprender su preferencia sexual, un acto difícil de controlar cada vez que se encontraba junto a su amigo. En algunos momentos la actitud de su compañero lo confundía, pues al estar a solas su atención hacia Piscis se tornaba sensible y protectora pero cuando se daba cuenta de lo que hacia trataba de ocultarlo.
Piscis recordaba aquellos momentos en los que su cuerpo se paralizaba al ser poseído por el temor de perder su amistad, razón que lo llevaba a permanecer inmóvil, al mismo tiempo guardar silencio para no decir algo que los pudiera afectar, pensó en aquella sensación por la que sufría su alma para darse cuenta que aún permanecía en él. Su mirada observaba a través de la ventana mientras su mente era distraída por un nuevo pensamiento, no entendía como aquel sentimiento aún se encontraba guardado en su corazón si habían pasado ya tres años desde que había abandonado su antigua vida.
Sabia donde encontrarlo, sabia que debía enfrentarse a la realidad que el destino le jugaba, sabia que aún lo amaba pero no estaba seguro de como enfrentarlo. Se puso de pie, caminó con paso firme hasta la puerta principal, al llegar a ella dudo por unos segundos, al final cruzó por ella para abrirse paso por la pradera. Estaba decidido a viajar al mundo de los mortales para traer a Roberto de regreso a su verdadero mundo pero esta vez, iría solo ya que no necesitaría la ayuda de sus hermanos.
Caminaba a toda velocidad a través del bosque, sus ágiles piernas lo llevaban en dirección al templo, su mente solo deseaba ver el emblema de Leo, así sabría si era el momento indicado para su regreso. Corrió entre las flores del jardín mientras su cuerpo chocaba contra el viento, sus pasos comenzaron a resonar en aquel largo pasillo, el cual tenia tallado sobre sus paredes los diferentes emblemas del Zodiaco, se detuvo en seco con la mirada fija en uno de los símbolos, este emanaba una débil luz de color verde limón que era acompañada por una fuerte energía, la cual estaba preparada para regresar a su verdadero hogar, ahora solo debía pensar como hacerlo sin causar daño alguno.
Se dirigió al salón principal, ingresó en aquella enorme habitación donde sus paredes eran poseídas por la baja temperatura, las cuales mantenían un ambiente frío dentro de la misma. El cuerpo de Piscis se estremecía débilmente mientras atravesaba el lugar, se posicionó en la parte central con su rostro al techo, extendió sus temblorosos brazos y acto seguido desapareció por aquel oscuro túnel de gusano.Un enorme edificio con una antigua arquitectura se dibujó ante sus ojos, sus enormes ventanales dejaban a la vista aquellos altos estantes llenos de libros, los cuales se alzaban sobre las mesas. Sus ojos detallaban cada centímetro de aquella estructura que poseía dos plantas, luego su mirada se posó sobre la gran puerta de ingreso, la cual era creada de una madera tan oscura como la noche, sobre esta había un letrero donde se podía leer las palabras "Biblioteca Publica: donde el conocimiento es la fuerza de la mente".
ESTÁS LEYENDO
El Zodíaco 1: La Reencarnación
FantasyEl mundo se ve amenazado por una oscuridad imparable, una fuerza maligna que se extiende lentamente, renovando su poder con cada avance. Sin embargo, en medio de la desesperación, antiguos guerreros resurgen de las cenizas, renaciendo entre la human...