Desventajas de ser como tú o como yo, pero juntas nunca "tú y yo".

Día 6: Doña Aura (Cap. #20)

Inefable.
Lo que don Odnalor y sus trabajadores vieron simplemente es detestable, hiriente y decepcionante.

Lucia escucha voces y despierta.

Desperté, observo a quiénes nos rodean y solamente veo como cinco o seis tipos y entre esos, está don Odnalor, a quién respeto pero le temo al mismo tiempo y como ya saben, el respeto no se basa en tenerle miedo a la persona y en este caso es una fusión extraña de miedo con respeto, no hay cosa más incómoda que esa, no sabes si voltear a decirle todo lo que piensas pero no lo haces por miedo a que esa persona reaccione mal y que quizá te vaya a responder peor, simplemente te quedas ahí, callada(o) y observando con esa mirada de no saber que hacer, con esa mirada endeble...
Estoy muy asustada, sigo acostada pero la incómoda situación me obliga a levantarme. Me pongo de pie, don Odnalor me pregunta:

- ¡¿Qué rayos pasó aquí?! ¡¿Qué es todo esto?! -Dijo el don, muy furioso.
- ¡Señor, discúlpame! Yo estoy acá desde anoche, solamente venía un rato y nos quedamos dormidas, en horas de la noche desper...
Don Odnalor me interrumpe, no me permite terminar de explicar.

- No digas ni una palabra más. Recoge tus cosas y vete, por favor.
- ¡NO!--Respondí molesta, sin pensarlo dos veces
- ¿Cómo que no? ¿Acaso quieres darle más problemas a Maria? Mejor vete, antes de que dude más de ti y tu rara cercanía con mi hija.
- Pero, ¡don Odnalor! ¿Qué rayos sucede? Hablas como si yo fuese quién sabe qué tipo de persona. Está bien, la amo, nos amamos y nos amaremos pero el hecho de querernos no nos hace ser diferentes al resto. -Le dije con mi mirada hecha un cristal a punto de reventar.
- A eso no me refiero, ese es un tema muy aparte, Lucia... Pero bueno, no lo quería hacer pues de la última persona que dudé así fue de ti pero entonces aprovecharé que no quieres irte para preguntarte a ti... ¡Vamos! Respóndeme, ¡¿qué diablos es esto?! ¡¿Fuiste tú?! ¡¿Tú lo compraste?! O claro, ahí en tu barrio, tan marginado, libre del control parental, con su presencia del uso de narcóticos, más la ausencia policial lograste conseguir todo eso y ambas hicieron lo que quisieron... Es así, ¡¿no?!
Don Odnalor parecía que se volvía loco, su mirada tan tosca y sus palabras tan directas e hirientes, parecía estar demente ante toda la situación que tenía enfrente...

Si ya tenía la mirada hecha un cristal, al mirar como este señor me empezó a cuestionar y dudar de mí en lo personal, no lo pude soportar más y reventé a llorar y mientras lloraba, le dije:
- No creí que fuera posible que creas estas cosas de mí y que ahora que estás enojado me digas lo que en verdad piensas de mí, ¿es así? ¿no? Pero con todo respeto te digo que... No sé de qué putas me hablas, ¿a qué te refieres con todo eso? Antes de venir a atacarme con tus palabras y tu mirada, que sin tener dedos me mira tan señaladamente como ella sola, qué mirada tan tosca la tuya don Odnalor, si no me quise ir apenas me lo pediste es porque no puedo ni voy a dejar sola a Maria en esto e incluyéndote a ti y a doña Aura -esposa de don Odnalor, madre de Maria-, ¿por qué cómo coños iban a saber ustedes dos sobre lo que pasó si yo no estoy y Maria no despierta todavía? Don Odnalor, sé que eres todo un hombre, respetable y admirable pero ¡hey! Deja esos pensamientos tan aberrantes, piensa antes de actuar, pues siendo así no sabes la cantidad de personas que podrías lastimar y no creo que quieras que te vean como una persona huraña, con quién no se puede ni tan sólo hablar... -Le dije en altavoz y entre lágrimas

Don Odnalor nada más se me acercó, su mirada tan seria no cambió, posó sus grandes manos en mis pequeños hombros y me dijo que viniese con él...
Maria tiene baño propio, privado, a la par de su cuarto... Y este señor, me llevó hasta el, entramos y no lo podía creer, miré todo lo que no quería ver y que en realidad, ni siquiera lo imaginé, todo lo que yo ilusamente pensé que eso ya no estaría a nuestra merced...

Sin tanto detalle y rodeo... Lo que vi fueron evidencias de que alguien que estuvo allí consumió drogas y abusó de éstas... ¿Quién más sería sino fue Maria?
Con razón estaba tan fría, tan dormida, tan hallada en otro planeta y yo, yo estúpidamente pensando en ella... Cuidando de ella, preocupada por ella... Confié en sus palabras: "no abusaré más del uso de ellas"

¡¿Y ahora qué haremos?!

Le pregunté a don Odnalor desesperadamente...
No lo sé, respondió él...

Lo miré con tanta tristeza que él en ese justo momento cayó en razón de que pudieron haber sido otros malhechores menos yo...

Le indicó a sus trabajadores que siguiesen trabajando, mientras él, junto conmigo, nos íbamos al hospital con Maria en sus brazos... El reloj ya marcaba las 8:07 AM y a esas horas de la mañana, nos fuimos al centro médico más cercano...

Doña Aura es una gran mujer, su forma de vestir es fabulosa, siempre guapa, siempre lista y embelesada, sus uñas bien pintadas y todos los días cambia de falda, ama todo de ella, hasta su espalda; es una señora que a pesar de cargar con sus 4 décadas y media luce bella, su cabello es algo que todos los días se arregla.
Es una señora que en ocasiones es muy nerviosa pero claro, ella siempre tan fabulosa, con gran sentido del humor pero odiosa por momentos, tienes que agarrarla en lo mejor del día para que te vayas contento. Tiene un carácter fuerte pero sabe cuando y como ponerlo en acción, si esta señora llega a quererte pues, déjame decirte que topas con algo más allá de un golpe de suerte.

Al enterarse esta señora, sobre lo que pasó, se ataca a llorar y sin pensarlo dos veces se une con nosotros para ir al hospital... Ella en ciertas cosas no es tan tosca como don Odnalor y a pesar de estar en medio de la tragedia, me saludó muy bien... Subimos al auto y me pidió durante el viaje que por favor le contase que pasó y al escuchar mi versión se estremeció, doña Aura, la mujer fuerte, una vez más, lloró... Mis palabras como que sin ninguna pretensión tocaron lo más blando y profundo de su corazón...

Estando ya en el hospital, esperando una respuesta sobre la salud de su hija, me abrazó y fue algo tan inesperado que hasta don Odnalor se quedó impresionado pero... Seguidamente él se levantó y ese hombre tan alto, se paró enfrente de la mujer tan pequeña que soy y él, viéndome con esos ojos tan serios, me llamó por mi nombre y dijo:

"Es obvio que te escuché contándole a Aura tu versión mientras veníamos de camino y debo admitir que hiciste un gran trabajo, no cualquiera hubiese hecho todo eso por mi hija... Te felicito... Gracias..."

Lo miré con tal asombro que doña Aura se echó a reír y comenzó a vacilar sobre mi cara de impacto, empezamos a reír los tres, luego se dieron temas no muy importantes... Lo único que queríamos era saber de los resultados de Maria...

Al fin salió el doctor, se acercó
lentamente donde nosotros
y nos comunicó que
Maria estaba...