Diez meses atrás
Rin estaba exasperado. Sousuke le miraba con burla mientras el pelirrojo se debatía frente al armario. Haru le había citado en el club de natación de Iwatobi, pero le había dicho que no llevara su traje de baño. El ojicarmín no sabía qué pensar, pues, conociendo a Haru, seguramente terminarían en una competencia. Así que Rin no se decidía entre hacerle caso -y arriesgarse a perder por default- o a desobedecerlo -y quizá llegar a ganar-.
Era obvio cual opción pesaba más para él, así que, con un encogimiento de hombros, se sacó las prendas inferiores y se colocó el traje de baño. Sousuke gruñó en voz alta.
─Ten más pudor, idiota ─se quejó lanzándole la almohada. Rin tomó una libreta y devolvió el ataque.
─No eres una damita. Y no tengo nada que tú no tengas, imbécil ─siseó con un deje de diversión. El pelinegro chistó, volviéndose a acomodar en la parte superior de la litera. Rin terminó de vestirse rápidamente y sacó su billetera del cajón, echándola en el bolsillo trasero de su pantalón.
─ ¿Te vas a la sesión de besos con Nanase? ─cuestionó con burla. El chico de afilada dentadura adquirió un leve sonrojo antes de lanzarle una mirada furiosa.
─Nadar, no besar. Nadar, imbécil. ¿Siquiera entiendes el concepto?
─Sí, yo también le decía nadar a mi madre cuando iba con mi novia, en la secundaria ─Rin abrió la puerta del cuarto, ignorándolo─ ¿Cuándo vas a decirle que te gusta? Nanase parece algo... ansioso.
─ ¿Estás demente? Haru debe tener ya a alguien ─explicó con algo de decepción en la voz, más cualquier rastro de tristeza en su rostro fue borrado por una sonrisa perspicaz─ ¿Y tú cuando le dirás a mamá Makoto que quieres ser el papá? ─Sousuke abrió los ojos ampliamente, sentándose.
─ ¿Quieres pelear, imbécil? Además, por si no lo recuerdas, estoy saliendo con alguien ─Rin rió.
─Claro, claro. Nos vemos después, Sou.
El pelirrojo abandonó el edificio de residencia con paso ligero, realmente calmado. La brisa removía sus mechones mientras atravesaba el campus de Samezuka, en dirección a la entrada y salida de la institución.
Haru no lo tomaría por sorpresa, él iba preparado para cualquier competencia, para ganar.
En el tren que lo acercaría a la estación menos alejada de la preparatoria Iwatobi, Rin se tomó la libertad de reflexionar sobre la vida, mientras llegaba a su destino.
Recordaba el día en que se dio cuenta de que estaba enamorado de Haru a la perfección. No había sido amor a primera vista, como muchos creían, ni fácil de llevar. Rin se había torturado por horas, dando vueltas en su cama mientras pensaba en porque su corazón se aceleraba y sentía las tripas retorcérsele cuando veía a Haru, cuando éste le hablaba. Y, tras contárselo a su madre, ella dijo que así era el amor.
Entonces las vueltas que Rin daba sobre su cama eran por el miedo al rechazo. Conocía bien la problemática de los homosexuales, pero eso no le tenía así. Era que... Haru quizá jamás le aceptaría. De todas formas, no importaba, porque se fue a Australia unas semanas después.
El tren se detuvo en la estación deseada y Rin desbordó con tranquilidad, iniciando así la marcha hacia la preparatoria. No pasó mucho tiempo cuando por fin llegó, pues era bastante cerca. Se metió a las instalaciones, dirigiéndose al club de natación, y buscó a Haru, quien le tocó el hombro desde atrás. El pelirrojo se dio la vuelta y sonrió.
─ ¿Listo para la revancha, perdedor? ─Haru frunció el ceño ante la arrogancia del menor─ Porque, cuando gane, eso es lo que serás.
─ ¿Traes el traje? Te pedí que...
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Bajo la Luna (HaruRin)
FanfictionImposible. Esa palabra describía el asunto por completo, ¿Cuándo, en mil vidas, un hombre podría quedar... preñado? Porque era un hombre, ¿no? En todo caso... No era algo que podría decir, de hecho, ¿Iba a continuar con ello? ALERTA: Historia en ed...