Derek
-¿Es una broma, cierto?-Pregunté.
Mi padre me dirigió una mirada que definitivamente cortaba todas mis esperanzas de que lo fuera.
-Hijo, deberíamos estar felices de que Kat al fin entró en razón y le dio el sí a alguien-Dijo, aunque no sonaba muy confundido.
Arqueé una de mis cejas mientras mi mandíbula se presionaba dolorosamente de manera inconsciente, ¿se supone que debía estar feliz?, esta era la peor broma que alguien pudo haber hecho alguna vez, incluso era demasiado para Kat.
-Papá, ese tipo es el estereotipo de un hombre de Irasbett, Kat odia al estereotipo del hombre de Irasbett.
Él rodó los ojos, pero no lo negó, no podía hacerlo, únicamente porque yo tenía la razón, de hecho esa era la principal razón de que ella siguiera siendo soltera.
-Sólo te pido que respetes la decisión de tu mejor amiga-Pidió luego de un momento de silencio.
Fijé mis ojos en él, ¿en serio me estaba pidiendo esto?
-Lo haré-Dije-, sólo cuando compruebe por mi mismo que esto es lo que Kat realmente quiere.
Me levanté de la silla en la que estaba sentado antes de que mi padre pudiera decir algo más y salí rápidamente hacia el castillo de Irasbett, necesitaba tener una seria conversación con la terca de mi mejor amiga.
***
Cuando había salido de mi casa de verdad planeaba tener una conversación adulta con Kat, pero mientras me acercaba más a su casa el enojo siguió avanzando hasta tal punto que cuando pude estar en su cuarto toda idea de hablar pasó a segundo plano, en lugar de ello me puse a golpear cosas, sabía que parecía irracional, pero nada de esta situación parecía racional, quiero decir, una Kat en sus cinco sentidos nunca aceptaría casarse con nadie de este reino, ¡por el infierno!, ella detestaba en que se convertían los hombres de este reino cuando pasaba el tiempo, hasta el día de hoy los únicos que no eran unos aburridos estirados éramos los hombres de la familia.
-¡¿Qué diablos te pasa?!-Exploté por fin.
Sabía que el grito la había sorprendido cuando vi como se sobresaltaba, bueno, supongo que había estado bastante tiempo en silencio.
-No sé a que...
No la dejé continuar, las palabras empezaron a salir de mi boca una tras otra y no podía detenerlas, sabía que me estaba ocultando algo, y si mi tío y mi padre no querían darse cuenta era su problema, pero yo si quería saber que era lo que realmente estaba pasando.
Ella esperó en silencio hasta que terminara de insultar al mundo entero, y cuando finalmente lo hice me miró con ese par de ojos que conocía desde niño, había algo tras ellos, algo triste y oscuro, pero Kat era demasiado terca como para decírmelo tan fácil.
-¿Qué quieres que te diga?-Pregunto.
-Quiero que me digas que está ocurriendo, Kat, porque estoy seguro de que no estarías con ese tipo a menos que fuese realmente necesario.
-¿Y no te has puesto a pensar que simplemente me empezó a gustar?-Dijo, y noté como su rostro se ponía pálido, una novia feliz y contenta no lucía así.
Solté una carcajada donde iba la frustración, el enojo y el dolor por la desconfianza. A pesar de todo pude ver la expresión de Kat, como la de un gato pequeño y asustado, bueno, al parecer la estaba asustando, y no me agradaba la sensación de ello.
Ella tomó una respiración profunda.
-Puede gustarme perfectamente, es un hombre guapo, inteligente, atento...
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Escenas extras
FantasyPara Katharina Elisabeth Emmaline von Führen su vida es como una pesadilla la mitad del tiempo, ¿pero qué piensan su familia y amigos de sus locuras?