Escenas extras

Capitulo 14

Caroline

-Ya perdí la cuenta de la cantidad de hombres que me ha disparado una mirada de muerte en lo que va de semana-Dijo Derek mientras se sentaba a mi lado sobre el césped del jardín del palacio de Arsgott.

Lo miré mientras le dedicaba una pequeña sonrisa, desde que habíamos comunicado nuestra relación oficialmente la gran mayoría de las personas a nuestro alrededor habían actuado un poco diferente a como lo hacían normalmente, especialmente las personas de género femenino.

-Yo estoy igual con las mujeres, es como si todas quisieran ahorcarme, especialmente tus ex.

Escuché como se reía antes de moverse hasta poner sus piernas a mi alrededor y sus brazos abrazándome desde atrás.

-¿Qué puedo decir?, soy difícil de olvidar.

Volteé un poco mi rostro para poder mirarlo y dirigirle una mala mirada, le di un pequeño golpe en el brazo, Dios, tan idiota.

-Tonto-Me quejé.

Derek soltó una carcajada, por lo que me las arreglé para cruzarme de brazos, no era necesario que me recordara su largo camino como mujeriego.

-No te lo tomes tan en serio, rubia, sólo bromeo-Dijo mientras colocaba su mentón sobre mi hombro.

-No me parece gracioso, en absoluto.

-Está bien, lo siento-Se disculpó.

No dije nada, por lo que él empezó a depositar pequeños besos en mi mejilla y luego por mi hombro, las cosquillas se expandieron de mi estómago hacia el resto de mi cuerpo, sin embargo seguí en silencio. No me gustaban esas bromas ni en lo más mínimo.

-Por favor, rubia, perdóname.

Mordí mi labio inferior, maldición, era estúpidamente encantador, no era justo.

-Vamos, rubia hermosa, sabes que te quiero y que sólo estaba bromeando.

-No me gustan esas bromas.

Los brazos de Derek me atrajeron más hacia mí, hasta que mi espalda estuvo pegada a su pecho, por lo que podía sentir su corazón latiendo. Sus manos estaban presionadas bajo mi pecho y los dedos estaban acariciando con suavidad.

-No te pongas celosa, Caroline...aunque te ves realmente adorable cuando lo estás.

Bufé, no entendía que parte de los celos femeninos podían gustarle, desde mi perspectiva eran desagradables hasta el punto de darme ganas de vomitar. 

-No te entiendo ni un poco-Dije.

Ella suspiró mientras me tomaba de la cintura y me levantaba hasta que me dejó sentada en una de sus piernas. Una de sus manos llegó a mi rostro y se encargó de dejar los mechones de mi cabello que me tapaban el rostro tras mis orejas.

-No es muy difícil entenderme, rubia, me gustas, me gustas mucho, molesta, celosa, feliz, triste, te quiero como seas.

Hice un pequeño puchero, me sentía como una niña idiota y celosa, pero no podía evitarlo. Derek suspiró y me depositó un pequeño beso en los labios, luego otro y otro hasta que se terminó por convertir en un beso profundo.

-Te quiero-Dije cuando me alejé un poco.

-Y yo a ti, rubia-Sonrió-. Mi rubia, sólo mía.

Le sonreí, hombre posesivo.

***

Sentí como las manos de Derek se colaban bajo mi camiseta lo suficiente como para poder acariciar mi espalda. Suspiré sobre sus labios mientras mis manos se aferraban a sus brazos para no perder el equilibrio.