Merrill
Estaba intentando calmarme, lo juro, lo estaba tratando con toda la autodisciplina que había logrado obtener en los últimos docientos años.
No estaba funcionando.
-¡Están locos!¡los cuatro!-Grité finalmente.
-Lo siento-Murmuró Kat, pero sabía que no lo hacía en absoluto.
-¿Pero en que diablos estaban pensando?¿es que no han aprendido nada en los últimos años?
-Lo importante aquí es que von Shane está de regreso, luego los regañaras, Merrill-Interrumpió Mirana.
Me mordí la lengua para callarme cuando ella me dirigió una mirada, ¡oh, vamos!, ella estaba siendo más permisiva de lo que pensé que sería alguna vez. Gruñí por lo bajo antes de pasar una de mis manos por mi cabello.
Esperé a que alguien hablara y no me sorprendió que fuese Mirana.
-¿Qué es lo que pasó?-Preguntó, y los ojos de todos en la habitación se dirigieron a Damen.
El chico se movió ligeramente en su puesto, se veía incómodo, y sentí un poco de pena por él, sabía perfectamente que estar al otro lado de la mirada de la madre que le había tocado era realmente atemorizante, por no decir otra cosa.
-Blyce llegó mal herido a casa, alcanzó a decirme lo que había ocurrido (más o menos) antes de que se desmallara, entonces fui a buscar a Caroline y salimos a escondidas hasta Irasbett, ahí recogimos a Derek y a Kat y el resto es fácil de adivinar.
No sonaba extraño, de hecho sonaba casi demasiado vago. La duda empezó a picar en la parte posterior de mi cerebro.
-¿Y cómo es que se reunieron, chicos?-Preguntó Kellen, su mirada me indicaba que estaba pensando lo mismo que yo.
Damen se quedó callado, bien, esto se iba tornando cada vez más interesante.
-Shana vino y le avisó a Derek, él vino a buscarme y luego nos encontramos con Damen y Caroline en el bosque-Dijo Kat.
Fijé mis ojos en mi única hija, y sabía que mi mejor amigo estaba haciendo lo mismo, la conocía, estaba hablando sólo para salir del paso, y más le valía que la idea que estaba cruzando por mi mente, porque si era así iba a tener una charla realmente seria con mi hija y con cierto rubio.
-En lugar de estar preguntándoles cosas sin importancia, lo mejor será que discutamos que vamos a hacer ahora-Intervino Galia.
Sopesé las opciones, finalmente le di la razón a Galia. Podía sonsacarle la verdad a mi hija en cualquier otro momento.
-¿Qué va a pasar ahora?-Preguntó Derek.
Intercambié una mirada con Mirana, Kellen y Galia apenas escuchamos la pregunta, y supongo que los cuatro estábamos pensando lo mismo porque cada uno le echó una mirada de soslayo a Katharina.
-No voy a desaparecer de nuevo, si eso es lo que piensan-Dijo ella molesta, adivinando más o menos por donde iban nuestros pensamientos.
Admito que fue un poco vergonzoso, sin embargo teníamos más de una razón para temer que ella desapareciera de nuevo.
-Pero si vamos a tener que tomar algunas medidas extras-Indiqué.
-Déjame adivinar, no salir sola, no más excursiones lejos del castillo, más guardaespaldas, avisar cualquier cosa extraña, no más planes sin avisarte, no cometer ninguna tontería, etcétera, etcétera.
-Es lo más seguro, Katharina-Dije, y por muy irritada que se pusiera no iba a dar mi brazo a torcer.
Ella asintió con un pequeño suspiro, al parecer había captado la indirecta. Sólo esperaba que esta vez si cumpliera con lo que le pedía.
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Escenas extras
FantasíaPara Katharina Elisabeth Emmaline von Führen su vida es como una pesadilla la mitad del tiempo, ¿pero qué piensan su familia y amigos de sus locuras?