Perdido en mi otro yo (Thiam).

Prólogo.

Sostenía el cuerpo de Hayden entre mis brazos. El nudo en mi garganta era tan fuerte, y la sensación de vacío que sentía tan grande, que no pude evitar echarme a llorar. Era demasiada la presión que sentía en aquel momento. 

Me arrepentí de todo lo que había hecho en aquel momento. Había dejado que la ira me controlara, y me había vuelto un monstruo, en vez de quedarme con ella. Y lo peor, es que sabía que aquel chico, Theo, se había aprovechado de la situación, y me coló en la biblioteca sabiendo que iba a hacer todo aquello. Sentía odio por mi mismo en aquel momento. 

Parrish apareció de repente por aquella puerta. Lo miré a los ojos, y los apreté con fuerza a los pocos segundos. Venía a reclamar el cuerpo de Hayden. Besé su mejilla por última vez, cuando este se detuvo frente a nosotros, y Parrish la cogió en brazos. 

Observé como los dos desaparecían por aquella puerta, sabiendo que nunca jamás iba a volver a verla.

Lentamente, llevé mi mirada hacia mis ensangrentadas y temblorosas manos. 

Sacudí mi cabeza, tragué saliva con fuerza, y apreté los ojos. Aún no podía creer que hubiera hecho todo aquello. 

De no haber sido por que Mason apareció en la biblioteca, probablemente hubiera matado a Scott. Al menos, era todo lo que quería en aquel momento. Acabar con él. 

Me levanté a duras penas del suelo, y caminé cabizbajo hacia la puerta. Todo lo que quería, era volver a casa, y no salir de ella en mucho tiempo. 

Finalmente, salí del hospital. El camino a casa, iba a ser largo, pero en aquel momento, no me importaba tener que pasarme más de media hora andando.

Lo que de verdad me preocupaba en aquel momento, era el momento en que viera a Scott por primera vez después de aquello, pues tenía claro, que no iba a dirigirme la palabra. Y lo entendía. 

Y bueno, no solo tendría que lidiar con Scott, probablemente Stiles iba a soltarme un buen sermón. 

Lo único que tenía claro, era que debía disculparme con Scott cuanto antes, pero no sabía como hacerlo.

Una llamada consiguió sacarme de mis pensamientos mientras caminaba. Saqué el teléfono del bolsillo, y descolgué.

- ¿Mason? - Murmuré en voz baja -.

- ¡Liam! - Gritó desesperado - ¡Ha matado a Scott! 

Me detuve de repente en aquel momento. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Colgué el teléfono y lo lancé con fuerza contra el suelo. 

Mason no dio muchos detalles, pero no hizo falta. Entendí perfectamente, que se refería a Theo. El mismo que se las ingenió para que yo intentara matar a Scott. Y que después hubiera aparecido para matarme a mí. 

Una parte de mí, quería ir corriendo a la biblioteca de nuevo, pero no podía hacerlo. No después de todo aquello.