A rastras.

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- Le estoy diciendo, que dejo el equipo. Es mi decisión, y usted no puede obligarme a seguir jugando.

- ¿Crees que no puedo obligar a que uno de los mejores jugadores siga en el equipo? - Preguntó el entrenador agarrando mi camiseta y retorciéndola - Tú vas a venir al entrenamiento aun que tenga que llevarte a rastras, mocoso.

- Yo opino igual, entrenador. Debería usted arrastrarlo hasta los vestuarios - Añadió Theo sonriente- Y ya si tiene un hueco para mí en el equipo, me gustaría probar.

Tras zarandearme con fuerza, el entrenador asintió y me miró con una gran sonrisa.

- No sólo recupero uno de los mejores jugadores, si no que además acabo de encontrar un jugador en el que puedo ver en sus ojos, que tiene ganas de jugar a Lacrosse. Bienvenido al equipo.... 

- Theo - Musitó el imbécil aún manteniendo aquella sonrisa -.

- Theo - Murmuró el entrenador mirándolo - Me gusta. ¡Mueve el maldito culo hasta el vestuario Liam!

- Le estoy diciendo que no pienso ir a ningún vestuario - Insistí mirándolo mal -.

- Bien, Theo. Llévalo tú mismo.

Tras aquellas palabras, Theo se acercó a mí sonriente y me alzó entre sus brazos.

- ¿Eres idiota? - Pregunté golpeándolo - Oh, que pregunta, claro que eres idiota. 

Tras reírse junto al entrenador, los dos comenzaron a caminar mientras yo trataba de hacer que Theo me soltara.

- Veo que se te da bien domar a las fieras, Theo - Murmuró el entrenador mientras le abría la puerta -.

- Eso dicen - Respondió entre risas -.

Alcé una ceja al escucharlo, y no pude evitar la necesidad imperativa de hundir mis garras en su espalda.

- A ver como domas esto, hijo de perra - Susurré retirando mis garras, para luego volver a hundirlas en el otro lado de su espalda -.

Tras quejarse, Theo dejó que el entrenador se alejara unos metros, y me lanzó al suelo.

- Estás realmente rabioso - Susurró sin ocultar su sonrisa - Me encanta. 

Tras levantarme, me acerqué a él, y me limpié las manos en su propia camiseta.

- Ahí te quedas, ve a entrenar.

Tras alzar una ceja, me agarró de las muñecas, y levantó mis brazos mirándome fijamente a los ojos.

- Los dos lo vamos a pasar en grande entrenando. Ya lo verás.

- ¿Es que estás sordo? - Pregunté alzando la voz - No iría contigo a ningún lado, ni aun que fueras la única persona viva del mundo. 

- Genial - Susurró divertido comenzando a caminar mientras mantenía mis muñecas agarras firmemente - Pero si te fijas, estás viniendo.

- Me estás arrastrando.

Traté de frenarlo a pesar de que mis zapatos se deslizaban por el pasillo.

- ¿Yo? - Preguntó entre risas - Yo no te arrastro.

Tras detenerse un segundo para abrir la puerta, trató de empujarme al interior del vestuario, por lo que comencé a forcejear con él. 

- No pienso entrar ahí.

- Ya lo creo que si, para dentro, venga - Susurró sonriente - Venga, que no tenemos todo el día.

- He dicho que no - Respondí dando un fuerte tirón -.

Tras el tirón, conseguí mover a Theo y alejarme unos centímetros de la puerta. Él respondió tirando de mí con todas sus fuerzas. Podría decir, que Theo me lanzó hacia el interior del vestuario, pero cuando vio que iba a perder el equilibrio, mantuvo mis muñecas agarradas con fuerzas para que no acabara tirado en el suelo delante de todos.

A continuación, cerró la puerta con su pié, y me miró sonriente.

- Suéltame y apártate de la puerta - Musité mirándolo -.

Theo, negó con la cabeza y lo vi claro. Mi rodilla, impacto fuertemente contra su entrepierna, logrando que este me soltara al momento cuando cayó al suelo retorciéndose de dolor.

- Te lo pedí por las buenas, y seguías con esa sonrisa de mierda - Susurré abriendo la puerta del vestuario - Que te jodan.

Salí de allí todo lo rápido que me fue posible. Caminé por el pasillo, hasta que al doblar la esquina, me choqué de frente contra Scott. E iba acompañado de Stiles, cómo no.

- ¡¿Pero me puede pasar algo más hoy?! - Grité mirándolos -.

- Técnicamente, pueden pasarte muchas cosas - Masculló Stiles alzando sus cejas - Como por ejemplo, que Scott te parta la cara esa que tienes.

- No voy a pegarle, Stiles. Al menos de momento - Añadió Scott mirándome mal - Pero si que vamos a tener una conversación. ¿Verdad Liam?

- Mira, Scott. Estoy de ti, y de tus conversaciones de mierda, hasta las malditas pelotas - Murmuré tratando de no elevar mi tono de voz - ¿Entiendes lo que quiero decir? - Pregunté sin esperar respuesta - Y que decir de ti, Stiles. Tu eres el toca pelotas máximos. Así que haz el favor de mantener esa bocaza bien cerrada si no quieres tener un problema conmigo.

- ¿Me está amenazando Scott? - Preguntó Stiles alzando sus cejas -.

- Eso parece - Respondió Scott -.

- De todos los adolescentes, tenías que morderle a un loco rabioso. Bien hecho, Scott. Bien hecho. ¿Que será lo siguiente? ¿Morder a una loca para que puedan formar una familia de gente chunga? - Preguntó Stiles antes de chasquear tu lengua -.

- Puede que eso le viniera bien. Probablemente vendría al instituto más desfogado - Susurró Scott mirándome - Pero ese no es el tema. 

- No hay ningún puto tema. Me salvaste la vida, te lo agradezco. Pero no esperes que vaya detrás de ti como un perro - Murmuré mirándolo mal -.

- Es que eres un perro, Liam. Un perro malo. Con sarna, y pulgas - Susurró Stiles mirándome - Hay que llevarte al veterinario cuanto antes. 

- Voy a matarte - Susurré mirándolo a los ojos- Y voy a disfrutar matándote. Que lo sepas, Stiles.

Perdido en mi otro yo (Thiam).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora