Perdido en mi otro yo (Thiam).

Tener eso de vuelta.

Tras el silencio tras su última frase, volví a hablar tratando de ignorar lo que había dicho.

- ¿Cuando voy a poder volver a mi casa? ¿Y al instituto?

Mis preguntas provocaron que la expresión en el rostro de Theo cambiara por completo. Ahora se mostraba serio, aun que tranquilo.

- Lo cierto es que por el momento, no puedes. Hasta que no solucionemos esto - Respondió de forma seca -.

- ¿Y cuando lo vamos a solucionar? - Pregunté nuevamente mientras alzaba las cejas-.

- Pues no lo sé. Te recuerdo que la policía te estará buscando, y que los Argent también deben de estar haciéndolo. Por lo que es mejor que desaparezcas un tiempo.

Arrugué el morro al escucharlo y negué con la cabeza.

- Creo que debería volver a la comisaría y tratar de hablar con el sheriff. Al fin y al cabo, tampoco es tan grave, no maté a nadie. Sólo le dí una paliza a su hijo. Una paliza merecida.

- Por eso mismo debes desaparecer. Si hubiera sido otro chico, no tendrías por que temer por tu vida, pero al ser Stiles... Hasta Scott debe estar deseando patearte el trasero.

- No le temo - Murmuré encogiéndome de hombros- No por nada, pero se que no me mataría. Probablemente me escucharía. 

- Claro. ¿Alguna vez te han dicho que eres muy inocente, Liam? 

- No soy inocente, pero no se, Scott no me mataría.

- Obvio, yo te protejo - Indicó entre risas- Scott no se va a acercar a ti. Ni los Argent, ni el sheriff. 

- No tienes por que seguir protegiéndome más. Deberías seguir con tu vida. 

- ¿Es que no te has enterado de los motivos por los que te estoy protegiendo? - Preguntó alzando una ceja y recorriendo una de mis mejillas con sus dedos-.

- Creo que intento ignorar esos motivos. No te creo, ni confío en ti. Me dijiste que Hayden estaba viva. Hoy me has dicho que no, por lo que me engañaste. ¿Como voy a confiar en ti si me mientes constantemente?

- ¿Constantemente? - Preguntó extrañado-.

- Sí, constantemente. A mí y a todo el mundo. ¿Cuando fue la última vez que dijiste la verdad?

- Hace unos minutos, cuando te contaba que lo que busco contigo no es sólo sexo.

- Ya estás otra vez, basta ya por favor.

- Es verdad. De hecho esa frase debería decirte mucho más de lo que has entendido. 

- Lo sé. Te gusto - Afirmé mirándolo seriamente- Pero ni si quiera te has molestado en conocerme lo más mínimo. 

- Lo intento, pero no me dejas hacerlo. 

- Tal vez si no me hubieras puteado como lo hiciste, hoy me conocerías un poco. Lo justo para saber que la gente mentirosa y problemática, no me gusta.

- Lo de problemático pasa. ¿Pero mentiroso? - Preguntó de forma totalmente irónica - Te estoy diciendo que voy a protegerte y que me gustas, y tu me vienes diciendo eso.

- Y encima te ofendes, manda huevos.

- Está bien. Hablemos de ti un poco.

- ¿De mí?

- Sí, de ti. Eres un niñato imbécil que no se da cuenta de lo que hacen por él, por que es lo suficientemente prepotente como para pensar que él puede sólo con todo. Cuando en realidad, de ser por él estaría probablemente muerto. 

- Y aún así te gusto - Espeté entre risas por todo lo que había dicho-.

- Y aún así me gustas, sí. Y estoy seguro, de que yo te gusto a ti. Por muy mentiroso y problemático que sea, no estarías ahí tan quieto conmigo encima si no te gustara al menos un poco. Y te recuerdo que llevo un buen rato aquí encima. 

- Apuntaré también que te lo tienes creído. Muy creído. Estás encima mío, sí. Pero por que sé que por mucho que lo intente te vas a quedar ahí.

- ¿Entonces como explicas el haberte sonrojado? -Preguntó acercándose de nuevo a mi rostro-.

- No tengo por que explicar nada, simplemente me sonrojé por que no me esperaba eso. Simplemente eso. Ahora si que puedes empezar a quitarte de encima. 

A regañadientes, Theo se echó a un lado y se quedó mirándome fijamente. Yo me dí la vuelta para darle la espalda, no me gustaba el hecho de que me mirara en silencio tanto rato. Me incomodaba.

- No soy de los que se rinden tan fácilmente - Susurró acercándose y rodeándome con su brazo hasta llegar a acariciar mi brazo con suavidad- Sólo dime que tengo que hacer para que creas lo que te digo, y dejes de pensar que sólo quiero aprovecharme de ti. 

Resoplé negando con la cabeza.

- Déjame vivir. Es decir, todos os pasáis el día entero diciéndome que tengo que hacer, o a donde tengo que ir, y no puedo más. Necesito tener mi vida de vuelta. La vida que tenía antes de toda esta mierda. Ir al instituto, pasar tiempo con mis amigos, jugar a lacrosse... 

- Yo no fui el que te quitó esa vida - Susurró tras de mí abrazándome con cuidado- Pero puedo ayudarte a tener eso de vuelta, aun que tienes que dejar que te ayude...

- Estar aquí encerrado es de poca ayuda. 

- Entonces saldremos. ¿Decías que querías hablar con el sheriff? - Preguntó sin soltarme- Yo iré, con la condición de que te quedes aquí. 

- ¿Que me quede aquí?

- Sí, si los Argent te buscan, lo mejor es que dejes que yo solucione esto.

-¿Y se supone que lo harás? - Pregunté alzando una ceja- Como se que no es uno de tus jueguecitos Theo.

- Por que te he dicho que me gustas, y que voy a ayudarte.