Tomé aire apretando mis ojos con fuerza, justo antes de empujar con suavidad la puerta de entrada al instituto.
Sostuve la puerta durante unos segundos. La idea de largarme y esconderme en algún lugar me rondaba la cabeza, pero finalmente me decidí a entrar y caminé rápidamente por el pasillo. Quería evitar a toda costa encontrarme con la manada. Especialmente con Scott.
Había pasado casi una semana entera, y todos los días, había conseguido evitarlo.
Me sentía como una mierda. Por las noches, cuando cerraba los ojos para intentar dormir, veía una y otra vez lo que ocurrió en la biblioteca. Y si lograba dormir, las pesadillas se ocupaban de que no fuera por mucho tiempo. Debía aprender a vivir con aquel recuerdo.
Rápidamente me metí en el aula.
La mañana se me hizo muy pesada. Las clases, me aburrían y no me sentía cómodo estando allí.
Sólo me apetecía quedarme encerrado en casa, pero mis padres no me permitían hacer eso.
Cuando terminé las clases, me levanté rápidamente, cargando la mochila en mi hombro, y salí de allí rápidamente. Era la hora de comer, y lo cierto es que estaba hambriento, pero no podía ir a la cafetería.
Acabé sentado bajo las gradas del campo de Lacrosse.
Abrí mi mochila, y metí mi mano con la esperanza de encontrar algo que llevarme a la boca, y me calmara el hambre, pero no había nada. Dejé caer la mochila al suelo, y abracé mis piernas mientras hundía mi cara en mis rodillas.
- ¿Que eres, un marginado?
Levanté mi cabeza rápidamente al escuchar aquella voz.
- Aquí arriba, pedazo de imbécil.
Alcé mi mirada para lograr ver a la persona que hablaba, y cuando pude ver que era Theo, me levanté de nuevo y agarré la mochila del suelo.
- Ves, cuando eres un niño malo, y haces cosas malas, todos te dejan de lado y te conviertes en un lobo solitario.
- Que te jodan - Respondí, comenzando a caminar para salir de allí lo antes posible -.
- El pobre niño se va a llorar con su mami...
- Al menos yo tengo, ¿Tú que tienes Theo?
Arrugué el morro al pronunciar su nombre. Sentía un odio demasiado grande hacia él como para poder quedarme allí. Prefería irme a otro lado, que tenerlo cerca.
- ¿Vas a curarle las heridas a Scott? - Preguntó antes de ponerse a reír -.
- Las heridas te las van a tener que curar a ti como no cierres el pico - Murmuré comenzando a caminar de nuevo -.
- Estoy aterrado. De verdad, me das mucho miedo - Respondió riéndose - ¿Cómo está Hayden?
Dejé caer la mochila al suelo al escuchar aquello.
- ¿Por que no bajas aquí y te explico cómo está?
- Muy bien.
A los pocos segundos, Theo se plantó frente a mí.
- ¿Cómo está? - Preguntó sonriente -.
Apreté mis ojos, y aparté la mirada durante unos segundos, lo que provocó que Theo soltara una carcajada. Quise apretar mis puños, pero me detuve al sentir las garras en las palmas de mis manos.
Volví a mirarlo nuevamente y dí un paso hacia él.
Quería matarlo. Lo deseaba. Y él podía verlo en mis ojos.
Cuando lo tuve lo suficientemente cerca, alcé mi mano rápidamente y la dirigí con fuerza contra él.
Theo se volteó e impidió que le diera de lleno. Sólo conseguí rozarle en el brazo.
Volví a intentarlo nuevamente, pero esta vez agarró mi brazo con fuerza. Levanté mi otra mano, y la llevé directa a su costado. Gruñó al sentirlo, y retorció mi brazo casi al instante. Era mucho más fuerte que yo.
Apreté los ojos al sentir como seguía retorciendo mi brazo. De mi boca se escapaban varios gruñidos.
- Si lo hago un poco más, te lo romperé. ¿Quieres que lo haga? - Preguntó divertido -.
Nuevamente traté de llevar mis garras a su costado,pero tiró de mi brazo a la vez que lo mantenía retorcido para impedir que pudiera darle.
No pude evitar dar un grito cuando sentí como retorcía mi brazo todavía más. Theo soltó una carcajada y me soltó, dándome después un empujón.
Caí al suelo y llevé mi mano al brazo que Theo me había retorcido.
- Eres patético - Murmuró Theo riéndose - Ni si quiera sabes defenderte.
- Patético eres tú - Susurré mirándolo - Que necesitas joder a todo el mundo para obtener lo que quieres.
- ¿Tu crees?
Theo se echó a reír y se acercó lentamente a mí.
- Además, eres un cobarde. Un cobarde que necesita que otros le hagan el trabajo sucio, para entonces llegar y acabar el trabajo. Y aún así, no consigues lo que quieres.
La expresión de su cara cambio al instante. Sin duda, sabía que me refería a lo ocurrido con Scott.
- ¿Ya no te ríes? - Pregunté tratando de levantarme - ¿De que color es el color de tus ojos Theo?
La última pregunta, sin duda lo cabreó.
- ¿Sabes por que no vas a ser nunca un alfa Theo?
- No, pero seguro que me lo vas a decir.
- Por que aun que lo intentaras, jamás podrías ser como Scott. Así que jódete, y asume que eres....
No pude terminar de hablar. Theo me soltó una fuerte patada en el estómago, haciendo que cayera de nuevo al suelo.
Llevé mis manos rápidamente a mi abdomen, y comencé a toser con fuerza. Tuve que darme la vuelta, al sentir una fuerte arcada. Apreté mis ojos con fuerza, sin poder evitar acabar vomitando.
El estómago me ardía. Y al abrir los ojos, pude ver que todo lo que había echado por la boca hacía unos segundos, era sangre.
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Perdido en mi otro yo (Thiam).
FanficDespués de la super luna, y de la pelea con Scott, Liam va a tener una difícil decisión, que puede afectar a todos, incluido a él.