Capitulo 5

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-¿Naruto?-

-¿Umh?-preguntó el rubio. Había notado la respiración de Sasuke en la oreja y se le había puesto la carne de gallina. Sin darse cuenta, se acurrucó más contra él.

-Despierta. Tenemos que levantarnos.-

-¿Levantarnos?-gruñó el ojiazul-. ¿Por qué? Vuelve a taparnos. Me estoy helando.-

-Eso es lo que ocurre. Estamos empapados. La fiebre ha remitido y has sudado mucho, si no nos levantamos y nos secamos, tenemos muchas posibilidades de sufrir congelación.-

Naruto despertó por completo y lo miró. Él estaba totalmente serio, apartando las pieles.

-¿Qué quieres decir?-

-Levántate y desnúdate-le ordenó él, que ya estaba desabotonando la camisa.

-¿Estás loco? ¡Hace muchísimo frio!-exclamó Naruto, y comenzó a taparse de nuevo. Sasuke tiró de las pieles.

-¡Quítate la ropa ahora mismo!-

Él se despojo de la camisa de franela y la colgó en el arbusto más cercano. Después se sacó el jersey de cuello alto por la cabeza y Naruto tuvo el primer atisbo del torso más bonito que hubiera visto en toda su vida.

Tenía los músculos duros como rocas, y tensos bajo la piel. Tenía los pezones oscuros del frío y, sorpresivamente, no tenía nada de vello sobre la pálida piel.

Tenía el cuerpo tan en forma que el rubio pudo contarle las costillas. Su estomago era plano como una tabla.

-Vamos, Naruto. Si no lo haces tú, te desnudaré yo mismo.-

Aquella amenaza lo sacó del trance. Mecánicamente, se quitó el jersey. Debajo, llevaba un jersey más fino, tambien de cuello alto. Naruto se lo quitó mientras Sasuke seguía librándose de los pantalones vaqueros. En segundos, quedó completamente desnudo, su silueta perfecta se dibujaba contra las llamas. Estaba tan maravillosamente formado que, al observarlo, a Naruto se le cortó la respiración.

Sasuke colgó todas las prendas en los arbustos circundantes, y después tomó un par de calcetines de la mochila y comenzó a secarse el cuerpo rápidamente.

Después sacó ropa interior y se la puso, todo ello con una completa falta de pudor o de modestia.

Cuando se volvió hacia Naruto y se dio cuenta de que él no se había movido, frunció el ceño con enfado.

-Date prisa, Naruto. Hace mucho frio aquí afuera.-

El moreno tomó el jersey que el ojiazul se había quitado y lo colgó junto a su ropa. Mirándolo con ansiedad, el menor comenzó a temblar tan violentamente que no podía desabrocharse los pantalones.

-Vamos, deja que lo haga yo, o nos pasaremos aquí toda la noche.-

Sasuke se puso de rodillas, y con impaciencia, le apartó las manos. Después desabrochó el botón y le bajó la cremallera de los pantalones. Se los quitó y los lanzó al arbusto más cercano.

Sin embargo, se quedó inmóvil al ver algo que, con toda seguridad, no se esperaba. Naruto llevaba un fino jockstrap. Durante un tiempo, que al rubio le pareció una eternidad, se quedó mirándole, hasta que por fin murmuró con la voz ronca:

-Quítatelo.-

Naruto sacudió la cabeza.

-No.-

-Vamos, están mojados. Quítatelos.-

Sus miradas, tanto como sus voluntades, chocaron. Fue a causa del frío, tanto como por aquella mirada, por lo que Naruto se apresuró a quitarse la prenda mojada.

-Ahora sécate.-

El pelinegro le entregó un calcetín de algodón como el que había usado. Con la cabeza agachada, el rubio palpó con torpeza a su alrededor para encontrar la ropa interior que Sasuke le tendía. No le ofreció uno de sus calzoncillos largos porque le habrían rozado la herida. Así que le dio un jockstrap similar al que el ojiazul acababa de quitarse.

-Ahora, la parte de arriba.-

La pequeña camiseta que Naruto era tan reveladora como su ropa interior. La mañana que había salido de la cabaña, rumbo al mundo al civilizado, se había puesto ropa interior adecuada. Después de tener que llevar prendas térmicas durante varios dias, se moría de ganas de hacerlo.

Bajó sus manos para tomar el borde de la camiseta, pero tenía los dedos entumecidos de frío y no era capaz de tomar la orilla. Murmurando maldiciones, Sasuke lo rodeó con los brazos y le levanto la camiseta, sacándola por su cabeza.

Sasuke tenía los labios apretados. Sólo se detuvo durante un segundo antes de comenzar a frotarle el cuerpo con el calcetín. Cuando terminó de secarle el sudor, le puso una camiseta térmica por la cabeza. Mientras el rubio estaba metiendo los brazos por las mangas, el moreno apartó la piel húmeda de la camilla y la reemplazó por otra.

-No será tan suave, pero está seca-dijo.

-Estará bien-afirmó Naruto con la voz ronca.

Finalmente, estuvieron resguardados de nuevo bajo las pieles. Naruto no se resistió cuando él lo atrajo hacia su cuerpo. Estaba temblando incontrolablemente y le castañeaban los dientes. Sin embargo, después de pocos minutos comenzó a sentir de nuevo calor. Ambos estaban experimentando sensaciones caóticas por lo que acababan de ver. Sus mentes estaban llenas de impresiones eróticas.

Estar entre sus brazos vestido había sido excitante; sin embargo, estar entre sus brazos llevando solo ropa interior causo estragos en los sentidos de Naruto. Se le había pasado la fiebre, pero el cuerpo le ardía como un horno.

Notaba los muslos desnudos de Sasuke contra las piernas, y aquella era una sensación deliciosa.

El moreno tampoco era inmune a aquella proximidad obligada. Había hecho un esfuerzo al reemplazar las pieles y cambiarse de ropa tan rápidamente, pero aquel no era el único motivo de que tuviera la respiración acelerada.

Naruto notaba la prueba irrefutable de su excitación.

Por eso, susurró:

-No creo que necesite...eh...poner la pierna sobre las tuyas.-

Sasuke emitió un suave gemido.

-Ni hables de ello. Y, por el amor de dios, no te muevas-dijo él, con una evidente consternación.

-Lo siento.-

-¿Por qué? No puedes evitar ser hermoso más de lo que yo puedo evitar ser un hombre con deseos sanos. Supongo que tendremos que tolerarnos el uno al otro.-

El ojiazul cumplió a la perfección su petición y no movió un musculo, ni siquiera abrió los ojos, que ya tenía cerrados. Pero se durmió con una pequeña sonrisa. Sin darse cuenta, quizá, él le había dicho que pensaba que era hermoso.

Strangers SasuNaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora