El tazón de cereal cayó al suelo, estoy en estado de shock.. Abuela, no.
-¡Leny! ¡Leny! ¿Me escuchas? —grita Nadia del otro lado de la línea.
No... no... Mi celular se resbaló y se unió a los restos del tazón.
En ese momento Micki aparece en la cocina y al verme paralizada y hecha una bola en un rincón tomó mi celular.
Abuela Leo no, ¡Dios mío! Me paso la mano por el pelo por la frustración, no puedo moverme, mi cuerpo no reacciona. Un nudo enorme se forma en mi garganta, mi cerebro está saturado de emociones, pero no puedo dejarlas salir, mi estómago se ha cerrado, mis signos vitales no están en funcionamiento.
-¡Leona! ¡Leona! —escucho decir a Micaela.
Me sacude como un saco de papas, pero no respondo, ni siquiera mis pestañas cierran.
Abuela Leonarda ha tenido un ataque de asma.
Siento poder ponerme de pie, salgo corriendo a mi habitación y cuando llego empiezo a tirar todo al suelo.. Descontrol, descontrol.. Destrucción. Eso es lo único que mi mente proyecta en este instante.
-¡LEONA, PARA! ¡POR FAVOR! ¡LEONA, ESCÚCHAME! —me grita Micaela— ¡DETENTE! ¡TE HARÁS DAÑO, MALDITA SEA!
No le presto atención, le pego un puñetazo a mi espejo agrietando parte de éste.
-¡Max, por favor te necesito! —dice Micaela— ¡Es Lena, está teniendo crisis de pánico! Por favor, necesito ayuda.
Su voz es como un eco en mis sentidos, mi visión es borrosa. No me conozco ni yo misma. La única palabra que mi cerebro codifica es "miedo"
-¡ABUELA! —grito— ¡Mi abuelita, Micki!
Caigo en el piso de rodillas, al fin han decidido salir las lágrimas. Mi pecho lo siento pesado. Micaela trata de tomarme de los brazos, pero empiezo a patalear y gritar eufórica.
-¿Qué demonios? —dice Max con ojos abiertos.
Me levanta de golpe y atrapa mi cara en sus manos.
-¡Lena, basta! —reprende mirándome a los ojos.
-Mamá Leonarda —digo en un suspiro y todo se vuelve negro.
*****
Abro los ojos y me percato de que estoy en la habitación de Micaela, las cortinas se mueven lentamente por el viento frío de la noche. Mi garganta arde un poco, es incómodo. ¿Habrá sido un sueño? Por favor que así haya sido, no soportaría que le pasara algo a mi abuela, es lo más bueno y lindo que me ha dejado la vida.
Tengo una venda puesta en la mano derecha, me duele un poco. ¡Joder, maldito demonio que llevo dentro!
Llevo puesto unos de mis camisones, salgo de la cama y abro la puerta.
-Estará bien, solo ha tenido crisis nerviosa —dijo él papá de Micki— esperemos que descanse lo suficiente.
Bajo lentamente las escaleras.
-Fue horrible volver a vivir esto, papá —dijo mi amiga con una pequeña toalla en mano—. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hizo lo mismo, llevaba una vida estable, incluso sus medicamentos ya ni los tomaba.
Max apoya sus brazos en los pies y deja descansar su cara en ellos.
-En pacientes como Leona no se deben retirar las medicinas, sus problemas son muy graves, pueden ser controlados, pero no desaparecen. Tú muy bien sabes, Micaela, por donde van las cosas, es recomendable que no le toquen el tema por ahora. Y hablaremos acerca de eso de que dejó de tomar sus pastillas jovencita, sin mi consulta.
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Bajo Las Alas De Un Soldado©
Romance¿Quién ha dicho que el pasado no atormenta? ¿Que la vida es fácil? Apuesto la mía que no es así, lo que más duele es tratar de vivir tu presente y que tu pasado lo arruine. ¿Conoces el famoso dicho, "cada persona tiene un ángel"? Juro que nunca me...