Poseida

24 2 0
                                    

Era una cálida tarde de agosto, el sol estaba rabioso y picaba fuerte, así que Juan,Elena y Lucia decidieron romper con la monotonía y el aburrimiento improvisando una sesión de Ouija en casa de Juan.Sólo éste tenía algo de experiencia, aunque nunca había tenido éxito, así que al principio no lo tomaron en serio.
El ritual empezó, encendieron velas, se pusieron en círculo y todo lo que se suele hacer en estos casos. Cuando llevaban un rato y parecía que, como siempre, nada sucedía lo dejaron estar y dieron por acabada aquella sesión.
Aburridos y decepcionados se pusieron a ver la tele. De pronto Lucia se empezó a encontrar mal, decía sentirse fatigada, le faltaba energía. También tenía frío, escalofríos recorrían todo su cuerpo, estaba empezando a ponerse pálida así que decidió ir al baño a mojarse la cara.
Aún no había llegado que empezó a chillar, decía que algo la había empujado en el pasillo.
Juan y Elena se preocuparon y fueron a calmarla. Querían hacer que entrara en razón,hacerle ver que lo que le pasaba era mera sugestión, producto de los nervios de haber hecho la Ouija.
Pero la cosa fue a peor, empezó a decir cosas que no tenían sentido, gritaba como si la estuvieran torturando. El pánico se había apoderado de la casa. Juan intentó sacar a Lucia del edificio creyendo que así terminaría todo, pero era imposible, estaba fuera de control.
Lucia estaba ahora hostil con sus amigos, les escupía e insultaba, lo peor fue cuando, poseída, se encerró en el baño en un abrir y cerrar de ojos y empezó a destrozarlo todo. En un estado de terror absoluto,Elena decidió ir a pedir ayuda a la parroquia mas cercana pero fue repudiada y tratada como una lunática, prácticamente la echaron a patadas de allí.
Al final Juan decidió llamar a una tía suya, médium y curandera. Ella a través del teléfono, les dijo que la única manera de arreglar aquello era acabando la sesión de Ouija de la manera más ortodoxa posible.
A todo esto Lucia seguía encerrada en el baño destrozándolo todo, chillando y dando golpes por doquier.
Todo se arregló tras seguir las instrucciones de la tía de Juan.
Lucia se puso bien y todo quedó en un susto para ella,aunque ese día,es esas pocas horas adelgazo muchisimo.No puedo decir cuantos kilos perdio pero se quedo hecha una calabera.
Juan se tuvo que mudar del piso ya que a partir de entonces tuvo experiencias extrañas, sombras en mitad de la noche, objetos que cambiaban de sitio sin explicación y pesadillas nocturnas que hacía imposible vivir de forma tranquila como antes de la sesión.
La experiencia los cambio a todos,que desde entonces se toman estos temas mucho más en serio.Nunca olvidaran aquellos amargos momentos,ni podran aplacar la intranquilidad de saber que no estamos a salvo de lo que no podemos ver.

××× Historias De Terror ×××Donde viven las historias. Descúbrelo ahora