F e e l i n g s [KuroKen] (Pausada)

13. Celos

Habían pasado dos semanas desde que el equipo de Nekoma regresó del complejo deportivo. Kuroo se ponía cada días más amoroso, y Kenma, por otro lado, trataba de no morir en el intento de los ataques amorosos. Yaku, andaba más enojón y mandón que de costumbre y Lev, por el contrario, andaba muy servicial. Llegaba a la escuela con dulces para el libero de Nekoma, se ofrecía a llevar las pertenencias de este y hasta se ofrecía a pagar por el almuerzo. Todos los chicos del equipo estaban realmente confundidos, pensaban que Lev había hecho algo malo para estar haciendo todo esto por Yaku. Sin embargo, el albino no había hecho nada en lo absoluto.

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-Di la verdad –Sonreía Kuroo -¿Qué es lo que hizo Lev?

-Por décima vez –Suspiraba Yaku –Te digo que no ha hecho nada malo.

-Entonces ¿Por qué esta tan servicial? –Kuroo entrecerró los ojos –Especialmente contigo.

-Que voy a saber yo... -Yaku cerró los ojos – Ya sabes, Lev todos los días tiene un humor diferente.

-Sí, pero lo raro es que este humor le ha durado dos semanas –Rió el pelinegro.

-Ya verás que se le pasará un día de estos...

-¡Yaku-saaaan! –Se oyó a lo lejos.

Yaku suspiró y Kuroo rió nuevamente.

-Hablando del rey de Roma –Dijo el capitán.

-¿Qué rey? –Preguntó el albino confundido.

-Nada, déjalo –Respondió Kuroo -¿Has visto a Kenma?

-¡Ah! Si, lo vi en la biblioteca con una chica... era muy linda –A Lev le brillaban los ojos.

Kuroo y Yaku se quedaron en silencio un par de segundos. A los pocos segundos Kuroo ya había salido disparado a la biblioteca, dejando a Yaku con el pequeño gigante.

-Así que... -Habló Yaku, por lo que Lev se giró rápidamente en su dirección -¿La chica era linda?

-Es un decir –Respondió Lev – No te pongas celoso –Sonrió –Ya sabes que solo tengo ojos para Yaku-san.

-N-No digas esas cosas en voz alta –Yaku parecía un tomate –De todas formas, ¿Por qué me buscabas? –Yaku desvió la mirada.

-Bueno, es que ya han pasado dos semanas desde que... -Lev bajó la mirada –Ya sabes, desde que me confesé y quería saber tu respuesta –Estaba realmente avergonzado.

El cerebro de Yaku dejo de funcionar en cuanto escuchó esto.

-¿M-Mi respue-eesta? –Realmente estaba en blanco -¿Ahora?

-Sí, no es que quiera presionarte, pero ya ha pasado bastante tiempo...

-¿Y qué era lo que me preguntaste?

-Que frío –Dijo Lev- Te pregunte si querías salir conmigo –Hizo un puchero – Y te aviso, que si no me respondes...

-Si te respondo ¿dejaras de seguirme todo el día?

-No te aseguro nada –Sonrió Lev.

-Entonces... tal vez –Yaku estaba muy avergonzado. Tenía muchas ganas de responder que si a Lev, pero no quería sonar tan "necesitado" – Podríamos intentarlo... -Murmuró.

-¿Eh? ¿De verdad? –Lev abrazó a Yaku – Ah... estoy tan feliz –Sonrió.

-No lo demuestres tanto –Yaku estaba estático –Aun no quiero... muestras de afecto en la escuela –Esto último lo dijo súper rápido.