Capitulo 18

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Stefan:

Me sentía un poco triste porque Gillian me había dejado porque se había enamorado de Tyler. La suerte era que Bárbara me había estado acompañando y ayudándome a superarlo. No sabía porque pero me sentía cómodo cuando ella estaba cerca, me hacia sentir bien, era agradable esa sensación.

Salí de mi habitación para tomar un poco de sangre de ciervo. Llegué a sala de estar y me encontré a Bárbara hablando por teléfono.- Lo sé mamá, pero necesito estar aquí, quiero conocer a Elena y no es como tu decías, ella es muy buena y dulce, eso me saca un poco de quicio pero me agrada-.

Se notaba que Katherine le había hablado mal a Bárbara de Elena, ya que se pensaba que era diferente a como es en realidad.- Mamá, he conocido a ese chico del que me hablabas, Stefan, y tenías razón, es muy buena persona-.

Así que Katherine  le había hablado a Bárbara de mi, no me extrañaba.- Mamá, te echo de menos, bueno, me tengo que ir ya, te quiero mucho, espero que nos veamos pronto mamá, adiós-. Tras pasar unos segundos ella sonrió y colgó, por lo que pude ir a por sangre.

Pasé por su lado y ella me miró.- ¿Sabes que está mal escuchar las conversaciones ajenas Stefan?-. Se había dado cuenta de que yo había estado escuchando su conversación. Eso hizo que me enrojeciese ligeramente.

-Lo siento, no era mi intención-. Ella sonrió ampliamente, lo que, no sabía porque extraña razón, hacia que algo en mi interior se removiese.- No te preocupes Stefan, solo estaba bromeando, no es nada-. Yo no pude evitar sonreír ante su confesión, ya que en verdad parecía algo molesta por mi acción.

Fui en dirección al sótano donde se encontraban las bolsas de sangre.-¿Vas a por algo de sangre?-. Ella parecía algo débil, por lo que intuí que necesitaba sangre.- Si, te traeré una-. Ella sonrió más ampliamente y asintió.

Cogí dos bolsas de sangre y volví a subir hasta la sala de estar, donde ella se encontraba sentada en uno de los sofás leyendo el libro de Las flores del mal de Boudelaire. Cuando me acerqué ella miró por encima del libro, lo bajó y me miró con ansias.

Me acerqué a ella le di la bolsa de sangre, la cual recibió con gusto y no dudó ni un segundo en beber con muchas ganas, se notaba que estaba hambrienta. Me senté a su lado y empecé a beber de mi bolsa también.

-Dime una cosa,¿ tu madre te ha hablado de mi?-. Ella dejó de beber sangre y asintió.- Si, me contó que estuvo muy enamorada de ti y que eras una buena persona y veo que no se equivocaba-. Sonreí por la forma en la que hablaba, era como si e¡de verdad creyese eso último que había dicho.

-¿Por qué me has ayudado con lo de mi ruptura?-. No estaba seguro de si quería saber la respuesta, ya que lo más probable era que lo hubiese hecho porque le daba lástima.- Lo he hecho porque me caes bien y no quier que estés mal, a demás, se lo duro que puede llegar a ser-.

Se notaba que ella hablaba con el corazón, que ella sabía lo que era sufrir por amor.- Se nota que sabes lo que es sufrir por amor-. Ella agachó la cabeza y sonrió un poco como si estuviese dándome la razón solo con esa única sonrisa.

-Si que lo sé. Tu sabes que Klaus me hizo sufrir mucho, pero bueno, aprendí a no confiar en nadie y a que nadie se merece el sufrimiento de otra persona, nadie-. No sabía porque, pero el hecho de que ella dijese que no confiaba en nadie me dolía, aunque fuese un poco.

-Que alguien traicionara tu confianza no significa que todos lo hagan, Bárbara-. Ella sonrió de una forma que entristecía hasta al más duro de todos.- No quería hacerte sentir mal, lo siento-. Ella parecía como si no se hubiese dado cuenta de que estaba sonriendo con tristeza.

-No te preocupes, no es nada, estoy bien, es solo que me duele aún un poco porque mató a mi mejor amiga-. No soportaba verla así, no sabía el porque, pero no lo soportaba. Decidí que la mejor forma de consolarla de todo el dolor que sentía era abrazándola.

Como estaba sentado a su lado no lo pensé dos veces y la abracé sin darle tiempo a que ella reaccionase. Unos segundos después, cuando se le pasó la sorpresa, ella me correspondió el abrazo, lo que provocó que de nuevo algo dentro de mi se removiese y me provocase una onda eléctrica que recorrió todo mi cuerpo y por lo que vi, a ella le ocurrió lo mismo.

Una vez nos separamos nos quedamos mirando el uno al otro a los ojos y sin darme cuenta no pude evitar perderme e sus hermosos ojos color verde, eran hipnóticos. Ella tampoco paraba de mirarme, lo que hacia que me preguntase lo que ella estaba pensando en ese mismo momento.

-Veras Bárbara, hay algo que lleva rondando mi cabeza desde hace un rato-. Ella pareció volver a la realidad y puso cara de intriga.- Dime que es-. Dudé un poco en si decírselo o no, pero al final me armé de valor y se lo pregunté.- ¿Querrías salir conmigo en una cita Bárbara?-.

Hola mis amores, aquí os dejo un nuevo capítulo que he escrito con todo mi amor, espero que os guste mucho y me digais que opináis sobre él. Nos vemos pronto, os quiero, besos y abrazos.

MÓNICA.

Vampire Diarie ( Damon Y Elena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora