Vampire Diarie ( Damon Y Elena)

Capítulo 21.

Bárbara.

Colgué el teléfono con una gran sensación de miedo. No podía soportar la idea de que Nicklaus matase a mi gemela, era lo peor que podía ocurrir en aquel momento. Me encontraba sola en la casa, lo que me venia genial ya que así nadie se enteraría y podría rescatar a Elena sin ningún problema.

Salí de la casa caminando como una humana ya que quería que no se notase todo lo que estaba sintiendo ya que conocía a Klaus y sabía que seguramente él había mandado que me vigilasen.

Stefan estaba dormido por lo que no se dio cuenta de que le había cogido las llaves de su coche. Me monté en el coche y conduje hasta llegar a la mansión Mikaelson. Conocía su ubicación gracias a que mi madre me había dicho su ubicación antes de haber llegado a Mystic Falls.

Conduje todo el camino con dos ideas en mi cabeza. La primera era como iba a rescatar a mi hermana, Klaus podía matarla sin pestañear y a demás yo no tengo forma alguna de matar a un original. La segunda idea que rondaba mi cabeza era el volver a encontrarme con él. Él había matado a mi mejor amiga y a demás me había convertido en vampiro.

Estaba tan centrada en mis pensamientos que sin darme cuenta llegué a la mansión Mikaelson. A parqué el coche en frente de la casa y bajé de este. La mansión era enorme e imponente, se notaba que pertenecía a Nick.

Llamé a la gran puerta de madera de roble macizo y tras unos segundos esta se abrió dejando ver a una mujer de no muy avanzada edad con el cabello color almíbar, los ojos color azul cielo y la piel pálida.

-¿Qué desea?-. Se notaba que estaba tranquila, estaba seguramente hipnotizada.-Vengo buscando a Niklaus Mikaelson, digale que Bárbara Pierce está aquí-. Ella asintió y sin decir una sola palabra mas desapareció por el pasillo que se encontraba tras la puerta.

Un par de minutos mas tarde la mujer apareció de nuevo en la puerta.-Pase, el señor la está esperando en el comedor-. Pasé un poco dudosa pero tenia que entrar y armarme de valor si quería salvar a mi hermana.

Entré por el largo y algo oscuro corredor que me condujo al comedor, donde se encontraba una gran mesa en la que había tan solo dos sillas, había también dos platos con sus cubiertos y dos copas y para rematar la mesa había unas cuantas velas blancas que hacían que el lugar pareciese más romántico y más tranquilo.

De repente sentí una presencia a mis espaldas y sabia a la perfección de quien se trataba.-Hola Niklaus-. Hablé sin mirarlo siquiera.-Vaya mi adorada Bárbara, que fría-.  Él comenzó a andar y se colocó en frente de mí.-¿Me acompañas a cenar?-. Sabía que si no lo hacia lo pagaría muy caro, así que asentí y me dirigí a uno de los lugares de la mesa.

Él se sentó en el otro lugar que había en la mesa y dos personas entraron con un par de platos, los cuales nos colocaron en frente de nosotros. El de Nick contenía un bisteck y el mío tenía pasta, mi plato preferido.

-Libera a Elena-. -Lo siento amor, pero eso no va a ser posible-. Sonrió con maldad, cosa que me sacaba de quicio. Me levanté de la silla, caminé alrededor de la mesa y me senté sobre el regazo de Nick. Justo cuando iba a besarlo saqué de detrás de mi una daga embrujada y se la clavé a él, haciendo que así se “muriese”.

Una vez me aseguré de que estaba dormido salí corriendo de allí buscando a mi hermana. Pasados unos diez minutos llegué hasta una puerta de color marrón claro. Cuando la abrí me encontré a una Elena pálida y algo demacrada, se notaba que no había comido en algún tiempo.

La tomé en mis brazos y la saqué rápidamente de esa casa y la metí en el coche. Vi que estaba demasiado débil a si que decidí darle de mi sangre aunque eso no estaba muy visto. Me mordí sin dudarlo la muñeca y se la acerqué a la boca y en un segundo ella abrió los ojos y me mordió por donde yo había hecho la herida.

Se sentía muy bien y pude ver que ella estaba mejorando. Una vez que vi que ya estaba bien alejé mi muñeca de su boca, me monté en el coche y comencé a conducir a casa.

Hola mis amores, aquí os dejó un nuevo capítulo y lo siento por haber estado tan ausente pero estaba falta de ideas. Espero que os guste, os quiero, besos y abrazos.

MÓNICA.