Rápidamente fui a mi casillero, me había quedado dormida, mis manos no funcionaban muy bien por lo nerviosa que estaba, quería sacar los libros de la primera hora, los metí a mi cartera y cuando cierro mi casillero se me cae mi libro, me tocaba álgebra, ese profesor era muy odioso, maldije y los recogí apresuradamente que se me cayó todas mis cosas, de verdad mee estaba estresando, levanto la mirada y ya no había nadie en los pasillos, me estaba sofocando, estaba muy nerviosa más de costumbre.
Te encontré- alguien susurro a mi oído, dejo caer todas mis cosas y volteo, me encontré con esos ojos aquellos ojos hermosos que había visto hace dos años, ¿ porqué siempre me agarraba agachada?, quizá era alguna referencia, estaba arrodillada tratando de recoger mis cosas.
T-tu- dije tartamudeando.
Si - sonríe.
Yo te conozco, ¡tu fuiste el idiota que me metió en un problema con la policía!.
Si y tú mi querida dama, eres mi esclava- abrí mis ojos como platos su ¿"ESCLAVA"?, en verdad este tipo no había cambiado nada durante este tiempo, sus ojos eran lindos pero era un completo idiota.
Reí- ¿Tu esclava?, perdón, creo que no escuche bien, repítelo - dije poniendo mi mano a mi oído, para poder oír mejor.
Que tu eres mi esclava- dijo eso sin dejar de mirarme.
Creo que te confundiste, sigues siendo el mismo idiota, yo no soy nada de ti- el ríe, yo también, el se pone serio.
Acompáñame y te explicare todo- lo común era decir "no iré contigo " pero quería saber que me diría y como soy muy curiosa, acepte.
Acepto - me muerdo el labio, en manera de arrepentimiento, pero no había vuelta atrás, agarre mi cartera y salimos, me lleva al estacionamiento me muestra su carro, me da algo de miedo en las películas de misterio o terror, siempre pasa algo en los estacionamientos, pero confío en el, así que subimos a su carro.
Te gustará el lugar al que te llevaré- dijo sonriendo yo solo volteé a ver por la ventana, no me agradaba mucho este chico, y no sabía por que acepte subir a su auto.
Llegamos, me parecía conocido el lugar, el estaciono su carro, él me guía por donde ir, pero yo sabía el camino era el lugar a donde venía siempre, mi mente me hace recordar aquella noche, él era el estúpido, aunque ya lo sabía.
¿Te recuerdas este lugar?.
Como no recordarlo, gracias a ti casi me matan, dime, ¿ por que me trajiste aquí?- sentándome en la ventana que la remodele.
Esa pulsera que tienes- la mire, y volví a mirarlo
¿Si? que tiene-dije seca.
Adentro del anillo tiene mi nombre, eso significa que me perteneces- lo mire extrañada, me saque y vi el anillo, cierto, con letras echadas había un nombre.
¿Dylan?, ¿así te llamas?.
Si Layla así me llamo.
Que feo nombre - digo, arrugo la nariz - ¿Cómo sabes mi nombre?
Mi nombre no es feo, soy un príncipe, además tengo que saber el nombre de mi esclava siempre.
¿Príncipe?, de los idiotas supongo que eres - el se acerca rápidamente y me toma del cuello, mi respiración es agitada, su agarre era muy fuerte, si fuera masoquista me gustaría.
Te explicaré esclava, recuerda que hace dos años estábamos aquí y nos caímos juntos al piso- asentí- bueno, me acerque a tu cuello- acaricio mi cuello y se acerco lentamente - pues fue allí que te convertí en mi esclava - me sentí con deseo de que me mordiera, pero me aleje de él y me tranquilice, ya que suavizo el agarre.
No entiendo nada- dije, con voz firme para que sienta que no me ha intimidado.
El se acerco lentamente hasta mi otra vez, roso sus labios con mi oído y sentí un cosquilleo por todo mi cuerpo.
Tu eres mía por que yo soy....-trago saliva, me sentí mareada- un vampiro - sonrío, este tipo era genial, debería ser comediante.
Y yo no soy virgen- dije y después me arrepentí a ver dicho eso- pruébamelo.
Esta bien- se acerco a mi cuello y sentí como mi sangre salía, era doloroso pero a la ves delicioso, placentero, era la misma sensación que tuve hace dos años.
Él para y me mira, sus ojos habían cambiado de color, pero tenia un brillo al mirarme, me paro tambaleándome, de la nada estábamos echados en el sofá, él me sujeto.
¿Cómo así soy tu- pare no quería pronunciarlo-esclava?.
Por que a veces, me pregunte como se sentiría la sangre de un humano, estaba tan cerca de dejarte seca, pero se me ocurrió la idea de tener una esclava.
¿O sea que me ibas a matar? - pregunto aterrorizada.
Si, pero iba a dejar en evidencia que había sido un ser extraño para los humanos, un monstruo.
Entonces preferiste convertirme en tu esclava, para darte sangre.
Eres muy inteligente - me soba la cabeza - cuando tenga tantas ganas de sangre, vendré a ti.
¿Pero eso no me convertiría en vampira?
No, no llego al punto de introducir el veneno, para convertirte en una vampira.
O sea que paras cuando llegas al punto de ..
Exacto - lo miro, era en verdad muy hermoso, me sentía atraída por el.
¿Esta pulsera es una señal que te pertenezco?- asiente con la cabeza.
Es una pulsera de vampiro, además tienes como una especie de tatuaje en tu metacarpiano dice mi nombre- vi donde el me decía y era verdad con letras cursivas esta su nombre, había estado ahí durante dos años y yo ni cuenta me había dado, es que era impresionante, me sorprendí tanto.
Me tengo.. tengo que pensar bien- agarre mis cosas, no podía pensar bien, mi mente me estaba jugando chueco.
Salgo de ahí rápidamente, me sentía demasiado confundida, nunca pensé que los vampiros existieran, pensé que solo era mitos o leyendas que la gente se había inventado para asustar o justificar las muertes antes y si existieran jamás pensé que uno me convertiría en su esclava.
Y que estupidez, ¿esclava?, ¿Por qué esa palabra?, al llegar no había nadie, siempre era lo mismo, ya me estaba cansando, no podía pedir un consejo a mamá o pedir un abrazo a mi padre, ellos solo estaban en casa cuando mis hermanos estaban acá, decidí ir a mi habitación a descansar, no podía creer lo que me estaba pasando, pensé que era una broma una broma de mal gusto, pero no, era real todo, ya que vi la mordida en mi cuello, los vampiros eran reales y yo era la esclava de uno de ellos.
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Esclava de un vampiro
VampiriEra refrescante estar a su lado , su piel era suave y su cuerpo era caliente placido estar con él, sus ojos marrones oscuros esos que con solo una mirada te saciaba , sus labios tan rojos como la sangre, su cabello negro era hermoso; cuando sentía s...