— ¿H-hola? —tartamudeé a la casa vacía que solia ser habitada por Sam y mi papá, mi voz resonaba en las paredes desnudas.
Algunos de los muebles que no habían sido vendidos en la venta de garaje estaban envueltos en sábanas blancas, dandole un parecido a una casa fantasma abandonada.
— ¿Hay alguien aquí? —intenté, tragando saliva nerviosamente.
Caminé hacia adelante en lo que supuse que era la sala de estar, mis botas hacian chirriar las tablas gastadas, haciendo saber mi presencia.
Él no respondió, pero yo sabía que él estaba aquí, en las sombras, como un león en la espera de saltar sobre su indefensa presa. Él sólo quería verme retorceme por un rato; para jugar con su comida.
— __ Michelle Harper —una voz oscura ronroneó.
Busqué de donde provenia la voz, lanzando mis ojos a las habitaciones vacías con polvo, entrecerrando mis ojos.
La adrenalina pulsaba por mis venas en el instante, y mis manos se formaron a puños apretados.
Traté de estabilizar mi respiración y mantenerme con calma, pero no sé que cantidad de burla podría tener antes de que me derrumbara.
— Sí —me atraganté—. E-estoy aquí, ¿de acuerdo?
— Brillante —se rió entre dientes de alguna parte, tenia un acento británico.
Me quedé inmóvil en el mismo lugar, cada músculo de mi cuerpo tenso con el shock y el miedo.
Una sombra apareció en el marco de la puerta, era la silueta de un hombre.
— Por fin nos conocemos —El casualmente se apoyó en el marco de la puerta, quitando los rizos de su cabello de sus ojos.
— Ya sabes, por lo general es de buena educación presentarse a la persona que ha estado siguiendo durante la semana pasada —dije, un pequeño sentido de rebelión surge en mí.
— Tsk, tsk, tsk —en la sombra el movió la cabeza—. Eres una chica inteligente, __. ¿No has resuelto esto hasta ahora?
No me gustó la forma en que dijo mi nombre. Hizo hincapié en cada sílaba, casi cantando, poniendome en el borde.
— Bueno, mi lista de contactos no es muy amplia aquí en Londres —susurré con los dientes apretados.
— Bien, y es por eso que tu haces esto para que sea extremadamente fácil para mí —se rió, dando un paso más cerca de mí—. La pequeña __ acaba de hacer todo lo que le dijoe, tratando de rescatar a todos sus amigos...
— ¿Quién eres tú? —exigí, mi voz cada vez más fuerte—. ¿Y dónde está mi papá?
— Soy alguien, que, vamos a ver... Soy alguien que se preocupa mucho por ti, señorita Harper —empezó lentamente, con las manos detrás de su espalda mientras me rodeaba, como un buitre en torno a un animal muerto.
Estaba demasiado oscuro para ver algo, la oscuridad me dejó vulnerable y sin municiones.
— Como veras —continúo, tomando aire—. Yo era muy buen... amigo, de tu madre, pero ella no me trato muy bien..
Mis manos empezaron a temblar ante la sola mención de mi madre.
Había encontrado mi debilidad, y la empujó.
— No te atrevas ha hablar sobre ella, tú..
— Shhh, ahora __ —interrumpió mi rabia —. Vamos a calmarnos. No quieres hacer enojar, ¿verdad? Podría hacer que cosas malas le pasen a una cierta banda...
Abrí mi boca, no queriendo poner en riesgo la vida de cinco chicos hermosos, asi que no tenia otra opción que escucharlo.
— Bien, ahora, ¿Por donde estaba? Oh, cierto. Probablemente debería decirte que tu padre y yo no nos llevamos tan bien. ¿Ahora sabes quién soy? —Hizo una pausa, esperando mi respuesta.
— No —dije entre dientes, mis ojos miraban el suelo.
— Vamos, __, te dí suficientes pistas.
Le respondí con un silencio terco, frunciendo los labios en una mueca.
Dio un paso más cerca de mí a través de la oscuridad en la sala de estar con polvo.
Mi ritmo cardíaco era lo único que rompia el silencio entre yo y mi acosador, ahora a sólo unos centímetros de distancia.
— El parecido que tienes con tu madre es simplemente increíble... Es extraño cómo te pareces a Michelle...
Sentí que se me revolvía el estómago, cuando las manos sucias del hombre me acariciaban la mejilla, sus manos ásperas picaban contra mis mejillas enrojecidas.
— Por que —declaré en un susurro oscuro, las lágrimas de miedo surgian de mis ojos—. ¿Por qué me haces esto a mí?
El hombre quitó la mano sucia de mi rostro, y dio un paso atrás.
— Dieciocho años ....—Él comenzó, murmurando.
— Dieciocho años he esperado por ella. Dieciocho años de cartas, no hay respuestas. Dieciocho años de amarla —dijo entre dientes, golpeando su puño contra las paredes de yeso blanco.
— Pero ahora —dijo con una pequeña risa, deslizándose hacía mí—. Tengo algo mejor que ella. Te tengo a ti, __.
— ¿Q-qué? —dije con la garganta seca—. No.
— Batalle un poco, lo admito. Siguiendote todo el tiempo, deshacerme de cualquiera que se interpusiera en el camino. Ese molesto chico de Liam, ugh. Pero valió la pena —comenzó con un suspiro orgulloso—. Porque ahora, podemos huir, ¡Juntos! Al igual que tu mamá hizo. Huyó de mí... dieciocho años... Y tengo que decir, __. Me recuerdas tanto de ella...
Las piezas del rompecabezas finalmente cayeron en su lugar, la realización me golpeó.
— ¿Mason? ¿Mason Defarge? —Jadeé, colocando una mano sobre mi boca.
— Muy buen trabajo, __. Todo el mundo por lo general se olvida de mí. La persona que Michelle engaño con tu estúpido padre. Yo la amo todavía, pero se ha ido... pero luego me enteré de que estabas aquí, en Londres, viniendo a mí...
El se rió, metiendo sus manos a sus bolsillos. — Ahora te tengo.
— No, lo siento, pero me ire, uh —empecé a caminar, sin gracia tropezandome con mis propios pies en la oscuridad para correr a la puerta principal.
— No quiero tener que hacer esto, __. Pero sales de esa puerta, y disparo.
Oí su arma detrás de mí.