Esta bien, Estados Unidos no hace las bibliotecas casi tan agradables como las que hacen aqui en Europa.
La Biblioteca Central de Islington era impresionante.
Estaba hecha de mármol blanco fino, los arcos grandes tenian grabadas intrincadas figuras de caballeros medievales, santos, ángeles y querubines.
Era todo un espectáculo de fuegos artificiales en Disney World para un nerd como yo.
Di un grito ahogado de asombro al mirar los estantes de libros que estaban encima de mí, el silencio natural de la biblioteca presentaba grandeza de la magnífica creación de Londres.
—Y tu me llamas nerd — Resopló Liam detrás de mí ya que vio la emoción en mi cara mientras veia la portada de algunos libros.
—Oye, soy una chica a la que le gusta leer— Contesté con una sonrisa admirando un raro ejemplar antiguo de Hamlet de Shakespeare, encerrado en una caja de cristal.
Pense que una mesa escondida al final de la biblioteca nos ayudaria mejor en nuestra investigación; quien sabe que en cualquier momento aparecerian fans gritando en busca de Liam.
—¿Dónde sugieres que empecemos? — Suspiré con tristeza mirando a Liam mientras nos sentabamos, esparciendo nuestras cosas a lo largo del viejo escritorio.
Liam se encogió de hombros mientras encendía la computadora.
—No estoy seguro. Podríamos empezar comprobando los regristos de nacimiento. Tu padre era Daniel Harper, ¿cierto?
—Uhm, si. Eso creo.
Vi a Liam escribiendo en su telcado, por partes le daba clic al raton de la computadora, sus ojos estaban concentrados en la pantalla
—Woahh —Dijo. —Hay un total de 608 Daniel Harper's en la base de datos aqui en Londres.
—Esta bien. —Dije dando un suspiro, desesperada por mantenerme optimista. —Hum, tal vez deberiamos buscar un poco más, podemos suponer que nacio entre 1960 y 1980 ¿no? —Supuse, demaciado perezosa para hacer calculos de su edad.
El asintó, cambiando un poco los datos y dandole clic de nuevo.
—Bueno, esto es un poco mejor, hay unos 185.
—¿Por que Daniel Harper tiene que ser un nombre tan común?—Me quejé, presionando mi mano contra mi frente.
—Vamos, ___. Podemos hacer esto —Dijo Liam alientandome, frotando con su palma mi espalda.
Me senté.
—Esta bien, vamos a trabajar.
Me senté en mi propia computadora y comence a buscar entre algunos periodicos viejos, revistas, y publicaciones históricas sobre algunos escandalos matrimoniales.
Pero, por desgracia, en Londres, Inglaterra, habia un montón de ellos.
Pasaron minutos, el único sonido que penetraba la biblioteca era nuestros clic del ratón y el ruido de las teclas.
Miraba a Liam de vez en cuando, no era por que yo de verdad quisiera, era como si mis ojos fueran atraídos inconcientemente a él.
Me gustaria hacer contacto con el, quiero mirar esos profundos, lindos, ojos color chocolate. Esos que me queman cada vez que me miran.
Esta situación era inútil, pero Liam seguia intentando.
No tenía idea que era lo que deberia estar buscando. Todo lo que sabía era su nombre. Y tampoco estaba segura de eso.
Puse mi cabeza sobre mis manos, frotándome los ojos, ya que me estaban empezando a arder por mantener mi mirada fija a la pantalla.
—Liam, olvidate de esto —Suspiré de derrota. —Ha pasado mucho tiempo. No creo que vayamos a tener mucha suerte... puedes irte a casa —Le sonreí con mirada cansada.
El continuó, su expresión no cambio, como si yo no hubiera hablado,
— ___ —Porfin dijo, pero ignorando mi propuesta de rendirnos. —¿Cómo se llama tu madre?
—Michelle Wakefield —Contesté. —Pero eso que tiene que ver con...
—Shh. —Dijo Liam levantando la mano, haciendo un gesto de que guardara silencio.
Lo vi trabajar por unos minutos, yo estaba desesperada, como si esperaba que Liam encontrara algo.
—Hey, mira aqui —Me hiso un gesto para que fuera a su escritorio, apuntando hacía un articulo de periódico en la computadora
—El duque Daniel Harper rompe compromiso con Mary Whitten. —Leí en voz alta, abriendo mis ojos de sorpresa.
—El 17 de Octubre de 1992 —. Dijo Liam sonriendo. —Creo que lo encontramos, mira el tercer parrafo.
'Harper se fuga con una turista estadounidense, Michelle Wakefield'
—Oh Dios mío —Susurré, mi mirada perdida en aquel antiguo documento.
Mi madre, Michelle Wakefield, murió cuando tenia diez años. Mi padre, Daniel Harper, nunca ha sido parte de mi vida.
Yo habia inventando romanticas historias de amor sobre mis padres, de un amor apasionado y arriesgado, como si fueran Romeo y Julieta.
Y creciendo, cada vez que me siento mas sola, deseando que mis padres estuvieran aqui, enojada con ellos por haberme abandonado, me recuerdo a mi misma de su fuerte amor por el uno al otro en un tiempo donde no estaba permitido.
Todo era algo que habia hecho en mi mente para aliviar algunos recuerdos de su pérdida.
Pero ahora, yo estaba mirando las pruebas. Información sobre los hechos. Los datos historicós.