La cara de Liam había estado todo este tiempo en mi mente mientras volvía a casa, solitaria. Vi el destello de decepción en sus ojos marrones cuando habia rechazado su oferta de acompañarme a casa. Lo negué, dos veces, después de que el me dio un grandioso dia. Mi corazón dolía por la culpa. Lo habia dejado en un estado confuso, el sentimiento de rechazar una nueva experiencia con una celebridad llamada Liam Payne. Por mucho que quería abrazarlo y pedirle disculpas, mi instinto me dijo que la seguridad primero. Yo era lo suficiente inteligente como para no arriesgarse a este tipo de cosas.
A medida que caminaba por la acera, el sol se iba escondiendo, mis brazos tuvieron un ligero escalofríos cuando una fresca brisa beso mi piel; Todo lo que quería era estar con Liam.
O algún familiar, por si acaso.
Pero yo no iba a poner a nadie en peligro solo por mi. De ninguna manera.
No tenia idea de lo que mi acosador era capaz de hacer, yo solo estaba tomando precauciones. Yo estaba sola ahora, lo que esa persona misteriosa quería. Un blanco fácil y aislado.
Pero el no lo tendría. No sin pelear. El tenia la ventaja en ese momento. Pero a mi se me ocurriría algo mejor. Tenia que pensar en una manera de ponerlo a la defensiva.
Exhale nerviosa, caminando rápido hacia mi apartamento. Mi estomago se quejo de hambre mientras corria por las escaleras hasta la estación del metro, y opte por ignorar mi hambre. El vagón del tren era bochornoso y estrecho, en el, iban muchas personas de negocios y estudiantes que ivan de regreso a casa. Tan pronto como la puerta del tren se cerro, mi teléfono sono.
Dos veces.
Un nuevo mensaje de Liam.
"¿Esta todo bien? ¿¿Estas llegando a casa bien?? ¡No te pierdas!"
Mi corazón se empezó a agitar. A pesar de que lo rechaze tan bruscamente, el me seguía enviando mensajes. Casi podía escuchar su voz que me hablaba, lleno de preocupación. Pero yo estaba sola, sin la ilusión de precaución de Liam. ¿Por qué pensé en venir a Londres por mi cuenta? ¿Qué me hizo pensar que yo podría manejar todo esto sola? Extrañaba a Claire, a mi madre. Maldita sea, extrañaba a Liam. Extrañaba a los Estados Unidos. Mis dedos temblaban levemente mientras leía el otro mensaje.
"Ugh, odio los metros, son asquerosos."
Ni siquiera me moleste en buscar en las personas que había ahí en el tren. Había aceptado el hecho de que cualquier persona que me rodeaba solo me haría perder esperanza. Pero yo sabia que el estaba aquí. Conmigo. Mirándome.
No dejes que te afecte.Trate de animarme a mi misma para seguir siendo fuerte, el solo es un cobarde con mucho tiempo libre. Pero ni siquiera me creía a mi misma. Ese extraño jugaba bien las cartas, descubriendo que mi debilidad era mi familia, o falta de ella. Al parecer, sabia cosas de mi madre. Yo quería saber mas sobre este extraño, quería saber lo que el sabia. Me moria de ganas de saber quien era.
El metro paro en una estación, y yo me deslice hacia la salida, accidentalmente pisando los pies de las personas. El ambiente era aun mas frio, el cielo brumoso, color azul oscuro. Me frote mis manos en un débil intento de estimular calor.
Mi teléfono sono. Mi expresión se mantuvo seria mientras sacaba el teléfono, era un mensaje de Liam.
"¿___? ¿estas bien? Me estas preocupando!"
Estaba a punto de responderle con una mentira. Estaba a punto de decirle a Liam que estaba en casa, salva, comoda en cama, mirando el Rey Leon, y teniendo un gran momento de mi propia compañía, pero un texto de numero desconocido me interrumpió.
"Ese chico Liam de verdad no lo entiende ¿verdad? Deberia tomar algunas lecciones de tu padre, ¿no? ;)"
Lei el mensaje un segundo antes de que empezara a correr. Desesperada por encontrar una via de escape. El viento golpeaba en mis oídos mientras mis pies saltaban a través de la calle. El sabe algo sobre mi madre y mi padre, algo que no le gusto.
Algo oscuro, podía sentirlo.
El hecho de que me estaba usando como un tipo de venganza hacia ellos se me hiso temeroso. ¿Qué habrá hecho mi padre? ¿El sabia de mi madre? ¿Ha tenido rencor todo este tiempo? Mis padres estaban muertos, yo lo aceptaba, sin embargo, los recuerdos de mi madre aun estaban vivos en mi alma. Pero de mi padre nunca sabré. Yo no quería aceptar el hecho que era nada menos que un príncipe real que siempre habia imaginado en mis sueños de la infancia. Pero aparentemente, mi acosador sabia algo mas..
Algo que yo no quería enfrentar.
A si que corri.